Archivan por falta de pruebas la investigación por el asesinato de David, a 100 metros de su casa

Lo mataron en pleno confinamiento. El cuerpo del joven, de 18 años, tenía golpes y varias puñaladas.

Su madre, Lorena, se enteró de su muerte por una foto que circulaba por Whatsapp y acudió a la Guardia Civil: "es mi hijo"

David murió asesinado a 100 metros de casa en pleno confinamiento: ¿quién lo mató?

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Lo mataron durante el confinamiento. Se llamaba David Hernández, tenía 18 años, y fue brutalmente asesinado en Laguna de Duero (Valladolid) la madrugada del 16 de abril de 2020. Le arrebataron la vida hace tres años y ocho meses. Su cuerpo apareció repleto de golpes; uno en la cabeza, previsiblemente mortal, y varias puñaladas. No hay culpables. No hay móvil del crimen, ni testigos que puedan aportar más, por lo que la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Valladolid ha decretado el archivo provisional del caso.

Devastada, pero no sorprendida, "yo ya lo imaginaba hace mucho, pero no quería creerlo, creía que los cogerían antes", lamenta Lorena, madre de David, ante

CASO ABIERTO

. Hace justo un año que pedía justicia por su hijo en este medio. Su lucha no cesa, ya han planteado un recurso. "Estamos a la espera de la respuesta". Lorena, la familia de David, solicita la reapertura pues falta el análisis de una prueba, quizá clave. Un arma blanca que los agentes recogieron en el mismo parque en el que apareció el cuerpo de su hijo.

Fotos del álbum familiar de David Hernández.

Fotos del álbum familiar de David Hernández. / CASO ABIERTO

Tres años atrás

"¿No ha llegado tu hermano, no? Si a las once no aparece, llamamos a la policía". Lorena, contaba a este periódico, hablaba con su hija, Carolina. Ambas buscaban al mayor de sus hijos, tenía tres. Batían la calle, en Laguna de Duero (Valladolid), David no había vuelto a casa. La noche antes, tras cantarle el cumpleaños feliz a su hermana, el joven salió por la puerta, nervioso y con lo puesto: "tengo que salir, mamá". Pasaron las horas y no supieron nada de él.

"A las once llamamos a la policía", se dieron de plazo. Cinco minutos después de colgar el teléfono a su hija supieron de él. "Mi hija me envío una foto que empezó a circular por Whatsapp y que le había entrado por un grupo: habían encontrado a un niño tirado en la zona del lago. Su chaqueta, su chándal y su cara... Estaba tumbado en el suelo: era mi hijo".

"Tengo que bajar"

¿Por qué salió de casa? Nadie lo sabe. ¿Había quedado con alguien? No hay respuesta. "Recuerdo que tras cantar el cumpleaños a su hermana, sería la 01:00 de la madrugada o así", contaba a CASO ABIERTO, "me dice que tenía que bajar. Yo le dije que no bajara, que se metiera en la cama. Y me dijo que no, que no, que tenía que bajar. Como lo vi tan nervioso, bajé detrás de él. Fue al cabo de nada, pero ya no estaba". Lorena regresó a casa, "le estuve escribiendo, no me respondía. Le llamaba, no me lo cogía...". Volvió a buscarlo. "Salí de nuevo a las dos y pico de la madrugada. Miré por los alrededores. Tampoco lo encontré. Seguí llamando, mandando mensajes... y llegó un momento en que su móvil se apagó".

Amaneció y Lorena volvió a la calle, "fui en un momento a comprar la tarta". Confiaba en que su hijo regresaría sano, regresaría bien. No llegaba. En el camino a la compra, volvió a las zonas en las que podía estar. Seguía buscando, pero no había rastro de él. "Entonces, llamé a su hermana, dimos el margen de las once. Fue cuando recibimos la foto en whatsapp".

"Su chándal, su chaqueta... No se nos olvidará nunca", revive Lorena. Tras ver la imagen, fueron a la Guardia Civil. No sabían si estaba vivo. Un agente les pidió calma. "Me dijo que no me preocupara, que el chico que habían encontrado era menor de edad, que era un niño de 15 o 16 años... Les dije: 'ese cuerpo no es de un menor; tiene 18 años, es mi hijo y se llama David". Entregó la documentación del joven. Se confirmó. En efecto, era David.

Se defendió

Su cuerpo se halló esa misma mañana. Mientras su madre llamaba, batía, buscaba. Sobre las 7:30 horas, un hombre que caminaba por los alrededores del polideportivo lo vio. "Nunca ha sabido quién es ni he hablado con él", cuenta Lorena.

El vecino pensó que el joven estaba inconsciente, contaría después. Llamó a la Guardia Civil, que se presentó junto a un equipo médico. Acordonaron la zona. David tenía múltiples golpes y solo una zapatilla puesta (la otra apareció a metro y medio de él). No tenía documentación. Solo un mechero y un teléfono apagado. Intentaron reanimarlo, pero llevaba varias horas sin vida. Lo habían asesinado a escasos cien metros de casa.

David amaneció repleto de golpes. "Aparte del de la cabeza, que yo creo que es el que lo mató, tenía dos puñaladas en el costado". Lorena, hace un año, cogia aire para poder continuar. Hoy aún le duele. "No he tenido que ver el cuerpo. No puedo decir ni cómo estaba ni nada, pero sí que me han dicho que tenía moratones y heridas de defensa, mi hijo se defendió".

"Sonriente, bromista, cariñoso, trabajador...". Todos en Laguna le recuerdan. "Nosotros tuvimos un bar", cuenta su madre, "y la gente siempre dice que era un niño que siempre tenía una sonrisa para todo el mundo". Desde hace más de tres años su madre lucha por hacer justicia, por encontrar al culpable, por que descanse David. Que hubiera confinamiento mina la presencia de testigos. No hay móvil ni hipótesis que impere. Pero confía en los agentes, "para ellos el caso sigue abierto". No hay cese, "encontraré espuestas".