Los cinco intoxicados en la sauna gay de Barcelona rehúsan colaborar con los Mossos

Ninguno de los cinco hombres que resultaron intoxicados en una sauna gay del Eixample de Barcelona ha querido colaborar con los Mossos d'Esquadra, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO. Ninguno de ellos ha querido tampoco presentar una denuncia. Los investigadores de la policía catalana, en consecuencia, están pendientes únicamente de tomar declaración al responsable del establecimiento antes de dar el caso por cerrado.

La principal hipótesis de lo sucedido es que los cinco hombres consumieron droga por su propia voluntad y sufrieron una sobredosis. Los cinco se encuentran fuera de peligro y la vida de ninguno de ellos corrió peligro, a pesar de la gravedad de la intoxicación, subrayan las mismas fuentes.

Los hechos ocurrieron en la madrugada de este domingo. Varios clientes de esta sauna, que abre durante las 24 horas de los siete días de la semana, tuvieron que ser atendidos por el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Al menos uno requirió de intubación durante su traslado al hospital. Los pacientes más preocupantes fueron atendidos en el Hospital Clínic y en el Hospital de Sant Pau y los otros tres fueron derivados al Hospital del Mar y al Hospital del Sagrat Cor. Se trata de hombres de entre 30 y 50 años. Algunos son turistas extranjeros pero entre los afectados también hay hombres de nacionalidad española.

Los Mossos abrieron una investigación para aclarar lo sucedido y para descartar que no hubieran sido víctimas de una intoxicación deliberada. Pero transcurridas más de 24 horas, y cuando ya ha resultado posible hablar con los hombres afectados, han descartado esa posibilidad. Ninguno de ellos ha querido colaborar con los agentes ni presentar una denuncia. Por ese motivo, los Mossos, que están a la espera de que los resultados de las analíticas que se han practicado puedan arrojar más luz sobre el tipo de substancia que provocó ese malestar, lo tratan como un caso de consumo voluntario de drogas.

La Sauna Gay Casanova es un lugar de encuentro para hombres homosexuales al que también acuden algunos gigolos. Un trabajador sexual fue juzgado recientemente por retener en contra de su voluntad a un turista americano durante 24 horas, al que intimidó para sonsacarle 1.800 euros. Secuestrador y víctima se habían conocido en esta sauna.

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