Nueva línea de investigación

Reabierto el caso de las niñas desaparecidas en Aguilar de Campoo en 1992

Virginia Guerrero y Manuela Torres, de 14 y 13 años, fueron a pasar la tarde a Reinosa (Cantabria) hace 29 años sin permiso de sus familias y nunca volvieron a casa

Una mujer ha explicado que vivió una situación muy similar a la de las dos chicas un año antes, cuando hacia autostop como ellas con una amiga

Virginia Guerrero y Manuela Torres, en imágenes de 1992.

Virginia Guerrero y Manuela Torres, en imágenes de 1992.

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El Juzgado de Instrucción número 2 de Cervera de Pisuerga (Palencia) ha reabierto el caso de la desaparición de Virginia Guerrero y Manuela Torres, dos niñas de Aguilar de Campoo (Palencia), de 14 y 13 años, que hace 29 años, en abril de 1992, fueron a pasar la tarde a Reinosa (Cantabria) sin permiso de sus familias y nunca volvieron a casa.

El pasado 21 de junio, la jueza de Cervera de Pisuerga dictó un auto reabriendo el caso en base a una nueva línea de investigación surgida a raíz de un programa de televisión, según han confirmado a Efe fuentes de la investigación y también el criminólogo Ramón Chippirrás, del despacho B&CH, que representan a la familia de Manuela y Virginia.

Desde su desaparición lo único que se sabe de ellas es que fueron desde Aguilar de Campoo (Palencia) a Reinosa (Cantabria) en tren, allí fueron vistas en una discoteca y, al caer la noche decidieron hacer autostop para volver a casa y se subieron a un Seat 127 blanco, según el testimonio de una vecina de Aguilar de Campoo, que fue la última persona que vio a las menores.

Como ha explicado Chippirrás, el caso se ha reabierto después de que la abogada Carmen Balfagón, que colabora con un programa de televisión que tiene un espacio de crímenes sin resolver y desaparecidos, pidiera colaboración ciudadana en el programa que se dedicó el pasado mes de febrero al caso de Manuela y Virginia.

Llamada telefónica

A raíz de esa solicitud de colaboración ciudadana se recibió la llamada de una mujer que relató en el programa haber vivido una situación muy similar a la de Manuela y Virginia, un año antes que las jóvenes de Aguilar de Campoo, cuando hacia autostop con una amiga.

"Entonces no denunciaron porque, igual que Manuela y Virginia, eran jóvenes, habían salido de su casa sin permiso, se habían ido a otra localidad, hacían autostop para volver y tenían miedo", ha relatado el portavoz de las familias.

En este caso, las dos jóvenes pudieron escapar y una de ellas, pocos años después, de forma casual, volvió a encontrarse con la persona que las había cogido en el coche, logrando identificarla.

Pero es ahora, 29 años después, al ver el programa emitido en febrero, cuando decidió acudir al cuartel de la Guardia Civil para denunciarlo y la Guardia Civil lo remitió al Juzgado.

Información en manos de la Guardia Civil

Ahora, la juez ha enviado la información a la Guardia Civil para que prosiga con la investigación y determine si se trata de la misma persona responsable de la desaparición de Virginia y Manuela.

"No podemos hablar de una persona sospechosa, pero sí de unos indicios y de la veracidad de una versión que identifica a una persona y unos hechos que coinciden con el caso de Manuela y Virginia", ha resumido el criminólogo.

La declaración de esta nueva testigo, a la que le ocurrió algo muy similar a lo que les sucedió a las jóvenes de Aguilar, abre una nueva línea de investigación que determinará si la persona identificada en su caso tuvo algo que ver con la desaparición de las niñas de Aguilar o no.