En Madrid

Rostros conocidos y personalidades de la investigación científica arropan a la Fundación Querer en su V Cena Solidaria

El objetivo era recaudar fondos para la investigación de las enfermedades raras

Eugenia Martínez de Irujo, Pilar García de la Granja y el escultor Xavier Mascaró.

Eugenia Martínez de Irujo, Pilar García de la Granja y el escultor Xavier Mascaró.

Eva Miquel Subías

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Cuando Pilar García de la Granja decidió enfocar todos sus esfuerzos y recursos para poner en marcha una institución sin ánimo de lucro centrada en la educación, investigación y concienciación social relacionadas con los niños con necesidades educativas especiales derivadas de sus enfermedades neurológicas -a raíz de que su hijo Pepe fuera el primer diagnosticado en España con el síndrome Landau Kleffner- no creo que pudiera imaginar -o sí- que la Fundación Querer llegara a convertirse en el referente que es hoy.

El hotel Westin Palace de Madrid acogió ayer a personalidades diversas del mundo de la empresa, la política, los medios de comunicación y socialités, con un único objetivo, el de recaudar fondos para seguir investigando al respecto de las denominadas enfermedades raras y seguir ayudando a los alumnos que pasan por el colegio especializado que la Fundación tiene en Aravaca, cuyos ejes vertebradores son la educación adaptada, inclusiva y de calidad.

En su discurso inicial, Pilar García de la Granja quiso agradecer especialmente a Enrique Cerezo, Ana Rosa Quintana e Isidro Fainé como piezas fundamentales para el arranque de la Fundación Querer. Así como a María Carceller -Rodilla- por haber recaudado en sus establecimientos 20.000 euros con la aportación de los clientes.

Eugenia Martínez de Irujo también fue homenajeada por su dedicación a la Fundación desde los inicios, a la que se hizo entrega de una escultura de Xavier Mascaró tras desplazarse desde Méjico para dársela personalmente.

Tras las jornadas previas -6 y 7 de mayo- sobre Neurociencia y Educación, donde científicos de relevancia internacional debatieron, reflexionaron y compartieron experiencias al respecto, se otorgaron durante la velada los Hero Awards, que recayeron esta vez en los doctores Pablo Lapunzina -coordinador del Instituto de Genética Médica y Molecular del Hospital Universitario La Paz- y Carlos Portera-Cailliau, miembro del Instituto de Investigación Cerebral de UCLA. Ambos doctores -con vasta trayectoria a sus espaldas- estuvieron arropados por diversos compañeros del ámbito de la neurociencia y compartieron mesa con Ana Pastor, que ha seguido conectada y colaborando con sus colegas del mundo de la medicina desde que fuera Ministra de Sanidad en el Ejecutivo de José María Aznar y cara visible desde entonces de todas las iniciativas de índole social de los populares.

Otros políticos que tampoco quisieron perderse una de las grandes citas solidarias anuales fueron Jorge Azcón -presidente Comunidad de Aragón- o Susana Diaz -senadora y ex presidenta de la Junta de Andalucía-, así como ex políticos como Javier Fernández-Lasquetti o Fatima Báñez.

Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, Fran Rivera, Finito de Córdoba, José Mercé, Carla Royo-Vilanova, entre otros muchos rostros conocidos disfrutaron también de una noche donde un momento a destacar fue la actuación de Marilia -Ella Baila Sola- tarareando los asistentes junto a ella la mítica canción Amores de Barra, uno de los grandes éxitos que lanzó a la fama al famoso dúo musical.

El innegable poder de convocatoria de Pilar, sólo comparable a su arrojo y tesón en su propósito inicial, donde es capaz de reunir en una misma cena a profesionales médicos, políticos, empresarios, cantantes, periodistas y a una Belén Esteban pasando por las mesas vendiendo los boletos de la rifa solidaria con su habitual desparpajo, es sólo el lado más visible de un ambicioso proyecto donde ha caminado en sus duros inicios con la fuerza que le ha dado Pepe, el hijo afortunado de tener una madre y un padre -Alfredo Tímmermans- que decidieron cambiar de vida para centrarse en hacer del mundo de las enfermedades raras un mundo más confortable, humanizado y repleto de buenos augurios para los alumnos de El Colegio de Celia y Pepe.