Gestión de residuos

El Govern quiere obligar a las grandes tiendas de ropa a reservar un espacio para productos de segunda mano

El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, presenta este viernes el texto de la ley de residuos de Catalunya que se deberá debatir en la próxima legislatura y que también prevé prohibir parte de los pañales y las compresas del mercado

La ley catalana de residuos: una demanda de las entidades que llega con la legislatura sentenciada

Una tienda de Zara en un centro comercial.

Una tienda de Zara en un centro comercial. / KIKO DELGADO / EFE

Guillem Costa

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La nueva ley de residuos de Catalunya recién elaborada, si acaba siendo convalidada por el Parlament, obligará a las grandes cadenas textiles como Inditex o supermercados que comercializan ropa a reservar un espacio para la venta de ropa de segunda mano. Esta medida, que ya se aplica en algún lugar de Europa, es importante, puesto que los residuos textiles siguen son una de las grandes asignaturas pendientes. Cada año, solo en Catalunya, se generan más de 20 kilos por persona de los que solo aproximadamente un 10% se recogen de forma selectiva.

Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el nuevo texto legal que presentará este viernes el conseller de Acció Climàtica, David Mascort, y que se ha trabajado durante años en diálogo con asociaciones y entidades implicadas precisa que los establecimientos de más de 1.200 m2 que vendan ropa estarán obligados a ofrecer también la venta de ropa reutilizada. La medida, si se acaba aplicando, servirá para alcanzar (o al menos quedar cerca) los nuevos objetivos de disminución de este tipo de residuos: se espera que en 2025 se hayan reducido un 8% y en 2030 un 15%.

Cada catalán genera cada año 20 kilos de residuos textiles, de los que solo un 10% se recoge de forma selectiva

"Estos córners o líneas dedicadas a la segunda mano ya los han incorporado algunas empresas como por ejemplo Alcampo", destaca Rosa García, directora de la entidad Rezero. "Se ha demostrado que el impacto de la industria de la ropa es muy alto, tanto para la economía como para la contaminación. Por esto es necesario que la ley incluya la promoción de la ropa de segunda mano", sostiene.

La ley busca lograr que los residuos textiles se hayan reducido un 8% en 20205 y un 15% en 2030

En Rezero, igual que en otras asociaciones dedicadas a la reducción de los residuos, confían en que esta ley que justo se presenta ahora, "muy ambiciosa", se apruebe en la próxima legislatura, gobierne quien gobierne. "Incluir esta oferta dentro del día a día supone un mensaje claro hacia los hábitos de consumo", defiende García. "Si la ropa utilizada se vende por igual que la ropa nueva, la gente puede apostar por ello sin reparos. Hasta ahora, este tipo de compras eran anecdóticas y quedaban limitadas a ciertas clases sociales", añade.

Además de normalizar este modelo y equipararlo al de la ropa aún por estrenar, la directora de Rezero destaca el trabajo realizado por entidades del tercer sector que hace años que recogen ropa, dándole una segunda vida y consiguiendo generar empleo.

"El impacto de la industria de la ropa es muy alto, tanto para la economía como para la contaminación"

Rosa García

— Directora de Rezero

¿Será la ley catalana más estricta que la estatal? Quienes han redactado el documento aseguran que sí. En la ley española, solo se contempla el sector textil y la recogida selectiva, mientras que en este texto al que ha accedido este diario se propone crear nuevos circuitos de productos de segunda mano. "La finalidad es promover la reutilización de estos residuos como opción prioritaria en su gestión", reza la ley.

Compresas y pañales

La ley de residuos, además de plantear esta novedad sobre la ropa de segunda mano, detallará también cómo se debe realizar la recogida selectiva, cómo debe funcionar el sistema de déposito y devolución para los envases y quién debe pagar por las colillas de los cigarros. Estos aspectos, se explicarán este viernes durante la presentación del texto legal. 

Por primera vez, una ley de residuos incorpora la protección de la salud: prohibirá la venta de productos menstruales y pañales de un solo uso que contengan sustancias tóxicas

Sin embargo, hay otro aspecto del que no se había hablado hasta la fecha. El escrito legal pretende prohibir la venta de los productos menstruales y los pañales de un solo uso que contengan sustancias tóxicas. Si la ley se aprueba, directamente solo se podrán comercializar los que garanticen que no contienen ninguno de estos elementos perjudiciales como el Bisfenol, un químico habitual en este tipo de productos, aunque en los últimos años varios productores ya han dejado de utilizarlo.

De esta forma, por primera vez, una ley de residuos incorpora la protección de la salud, que se comprobará a través de un etiquetaje más estricto. "Es un paso importante en la protección de las personas porque estos tóxicos son un grave peligro para la salud", opina García, que considera esta parte como uno de los "puntos estrella" de la ley.

Sanciones

"Como ocurre con los envases, es importante que los productores de pañales, compresas, tampones o toallitas tengan que pagar cuotas para asumir el coste de la gestión de estos residuos", especifica la directora de Rezero. De esta forma, este gasto no recae en ayuntamientos, consorcios o mancomunidades, que son los entes que habitualmente se encargan de ello. "Es lo que llamamos la responsabilidad ampliada. Las empresas costean la recogida, el transporte, el tratamiento y los impactos medioambientales) de estos productos", defiende García. La idea del Govern es que estas medidas acaben fomentando los productos que no son de un solo uso o las alternativas orgánicas y respetuosas con el medio ambiente.

¿Y qué ocurrirá si las grandes superficies no ofrecen una línea de ropa de segunda mano o las empresas no cumplen con esta regulación sobre productos de usar y tirar? La ley redactada por la Agència de Residus de Catalunya (ARC) prevé regimenes sancionadores. Sin embargo, cabe recordar que este documento justo inicia su periplo de trámites legales y que podría quedar en nada si el Parlament decide tumbarla. "Confiamos en que no haya trabas y salga adelante, porque es un gran avance en una materia en la que tenemos muchos deberes por hacer", zanja García.

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