Jornada extendida

Primera noche de obras permitidas en el Camp Nou: "aquí no hay nadie trabajando"

Aval al Barça para que alargue las obras del Camp Nou hasta la medianoche durante un mes

Trabajadores de las obras del Camp Nou denuncian "explotación laboral"

Rosa, vecina del Camp Nou, observa las obras del nuevo estadio.

Rosa, vecina del Camp Nou, observa las obras del nuevo estadio. / JORDI OTIX

Elisenda Colell

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"Es increible que esté diciendo esto, pero me molesta más el ruido del tráfico que de las obras del Camp Nou", así de sincera se mostraba Anna Ramón, presidenta de la asociación de vecinos del Camp Nou, este sábado pasadas las diez de la noche. Ha sido la primera vez que los constructores del nuevo estadio del Barça podían trabajar hasta la medianoche, con la condición de no hacer ruido. Los vecinos, temerosos, celebran que no se oyera ni un chasquido. "Por fin cumplen", agradecía Pedro. Horas más tarde este diario descubría que, a pesar de tener los permisos concedidos, esta primera noche no había empleados a esas horas. "Hoy no ha trabajado nadie hasta las doce", explicaban empleados de seguridad.

Las obras del Camp Nou, de noche.

Las obras del Camp Nou, de noche. / JORDI OTIX

El hastío entre los vecinos del entorno del Camp Nou es evidente. Llevan un año soportando polvo y ruido de unas obras que solo esperan que terminen. Ahora han aparecido algunas grietas an al menos un edificio. "Hoy no hacen ruido, está bien. Pero lo harán. ¿Hacemos una apuesta?", reta Pedro, uno de los vecinos cuya vivienda se encuentra enfrente del estadio. Cada tarde, Rosa, su mujer, se dedica a limpiar para retirar el polvo del balcón. Desde allí, y observando los majestuosos focos que iluminan el estadio, el matrimonio agradece que la constructora haya cumplido su palabra. "Son las diez y media y no oigo nada" se alegran. Pero observan temerosos la grieta que, desde hace un mes, ha aparecido en su pared.

Pedro  y Rosa, vecinos del Camp Nou, temen por las grietas que han aparecido en su balcón desde hace unos meses

Pedro y Rosa, vecinos del Camp Nou, temen por las grietas que han aparecido en su balcón desde hace unos meses / JORDI OTIX

La semana pasada el Ayuntamiento de Barcelona dió luz verde a la constructora turca Limak, encargada del nuevo Camp Nou, a alargar las tareas hasta la medianoche. "Nuestra condición es que, a partir de las ocho, no se oiga ni una mosca. Nos dijeron que sí, que a esas horas solo harían labores de electricidad. A mí, si siguen así como hoy, que trabajen hasta la hora que sea y lo terminen de una vez", explica Ramón, uno de los negociadores y portavoz vecinal para lograr dicho acuerdo.

Las obras del Camp Nou, de noche.

Las obras del Camp Nou, de noche. / JORDI OTIX

También cuenta que la pasada noche de viernes había una iluminación excesiva que no dejaba dormir a los vecinos, y logró que se apagara algún que otro foco. "En el fondo no queremos que trabajen hasta tan tarde pero... ¿que podemos hacer? Solo queremos que termine esta agonía", lamenta Ramón. "Llevamos un año así, estamos muy desquiciados... sólo queremos que se acabe de una vez", sigue Imma Trilla, otra vecina.

Dos vecinos que viven delante del Camp Nou, mientras cenan.

Dos vecinos que viven delante del Camp Nou, mientras cenan. / JORDI OTIX

Vanesa también agradece el silencio que desprende la obra a las tantas de la noche. "A mi lo que me preocupa es la mañana. A las siete y media ya hay ruido", cuenta la mujer, que tiene las imponentes grúas muy cerca de su ventana. "Cuando hace mucho viento sufro, pienso que se me caerán encima", sigue la mujer. "Si por las noches está así como hoy, no tengo ningún problema. Lo grave fue en agosto del año pasado, que no se podía abrir la ventana por el ruido y el polvo", sigue Catalina. Su pareja pasó de oír los goles de los blaugranas a desquiciarse cuando un empleado se dejaba encendido el foco de una grúa o de una máquina. "Con ese 'beep beep' me dan ganas de arrancarme los pelos", añade ella.

Sergio y su mujer, vecinos del Camp Nou, miran un partido de fútbol en su casa.

Sergio y su mujer, vecinos del Camp Nou, miran un partido de fútbol en su casa. / JORDI OTIX

También Sergi y su mujer viven con incredulidad la primera noche de obras mientras miran por la televisión la final de la Copa del Rey. Tienen la ventana del comedor abierta. "Esto en verano era impensable, yo me fui de Barcelona, no lo podía soportar", sigue su mujer. Lo que más temen, ahora, es el calor. Aunque dicen que si las cosas siguen como hasta ahora no habrá de lo que preocuparse. Solo malos recuerdos.

Una de las puertas de accesos a las obras, completamente cerradas esta noche.

Una de las puertas de accesos a las obras, completamente cerradas esta noche. / JORDI OTIX

La expectativa, y satisfacción, de los vecinos es enorme al comprobar que, al menos la primera noche que se lo temían, las obras del estadio no les volvieron a atormentar. Pero la realidad es que, almenos esta primera noche, no había ni un solo obrero en el campo. "Hace horas que han salido. La última hormigonera ha salido a las 21.30h y el último obrero se ha ido antes de las diez", explicaba a este diario personal del estadio ya de madrugada.

Las obras del Camp Nou se han visto sacudidas por las denuncias por presunta explotación laboral, con jornadas de más de 10 horas diarias y salarios por debajo de lo que marca el convenio, desveladas por una investigación de EL PERIÓDICO. Inspecció de Treball detectó irregularidades y fraudes en la contratación en una veintena de las 45 empresas subcontratadas para la reforma, también presentes en las grandes obras de las administraciones públicas. Hace apenas unas semanas, un trabajador resultó herido tras una caída grave.