Cirugía única en Europa

Sant Pau reconstruye con un robot la mama y el sistema linfático en la misma extirpación del tumor

La intervención, aplicada a 80 enfermas a lo largo de tres años, evita el linfedema a 97 de cada 100 pacientes

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Los doctores Jaume Masià y Gemma Pons, con las pacientes Eva Usano y Marta Bondia.

Los doctores Jaume Masià y Gemma Pons, con las pacientes Eva Usano y Marta Bondia. / EFE

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El Hospital de Sant Pau de Barcelona es el único centro en Europa que ha implantado una nueva cirugía oncológica con robot que consiste en planificar la extirpación completa del tumor de mama, así como la reconstrucción del pecho y del sistema linfático, en la misma operación con el objetivo de minimizar secuelas en las pacientes como el linfedema (acumulación anormal de líquido en los tejidos).

El hospital ha dado a conocer este miércoles esta nueva práctica, que ya ha llevado a cabo desde hace tres años a 80 pacientes, ha explicado en rueda de prensa el doctor Jaume Masià, director del Servicio Mancomunado de Cirugía Plástica Hospital de Sant Pau-Hospital del Mar, de Barcelona.

La extirpación del tumor y la inmediata reconstrucción de la mama y del sistema linfático (ganglios) se lleva a cabo con el primer robot de supermicrocirugía en linfedema, denominado Symani.

Nueva técnica

Este avance en cirugía mamaria y otros en este campo centran el congreso Barcelona Breast Meeting (BBM) 2024, de referencia a nivel europeo y que organiza el Servicio Mancomunado de Cirugía Plástica del Hospital de Sant Pau-Hospital del Mar, que ha reunido a una cuarentena de líderes en reconstrucción mamaria y más de 300 cirujanos de todo el mundo.

El doctor Masià ha explicado que Sant Pau es el primer hospital en Europa en implantar esta nueva técnica y que otros tres o cuatro centros empiezan también a desarrollarla, al igual que otros hospitales norteamericanos.

Antes "se hacía la mastectomia (extirpación del pecho) o la tumorectomia (extirpación del tumor limpiando los márgenes para minimizar una reproducción del cáncer), mientras la reconstrucción del pecho se dejaba para más adelante". "Ahora, además de extirpar el pecho y el tumor –ha explicado el doctor–, estudiamos la axila y el brazo de cada paciente y somos pioneros en el mundo" en hacerlo durante la intervención, lo que repercute en una reducción de las secuelas, como el temido linfedema.

Secuela más condicionante

"Evitamos –ha asegurado– el linfedema a 97 de cada 100 pacientes, que es la secuela que más condiciona, invalida y limita tras la cirugía mamaria y la radioterapia, porque reducimos el riesgo del 32%, que es el porcentaje habitual, a solo el 3%".

El linfedema es una enfermedad causada por la acumulación anormal de líquido en los tejidos blandos por una interrupción o alteración del sistema linfático tras la extirpación de los ganglios afectados.

"Comporta una limitación funcional, como no poder mover las extremidades (brazos), no poder vestirse y tiene un impacto brutal en los diferentes ámbitos de la vida de la mujer: laboral, con bajas, interrupción de la carrera profesional, pérdida de talento femenino y también familiar, afectando a los hijos", ha indicado Masià.

Reconstrucción en la misma intervención

También supone un riesgo inmunológico importante, ya que puede causar linfangitis o infecciones del brazo que muchas veces requieren ingreso hospitalario e, incluso, pueden acabar generando sépsis, con el riesgo vital que esto supone para la paciente", ha considerado Masià.

El doctor ha añadido que "hoy no hay nada que justifique no hacer la reconstrucción mamaria en la misma intervención en la que operamos el tumor. Son contados los casos en los que está justificado dejarlo para más adelante".

En Sant Pau, el 80 % de las reconstrucciones mamarias son inmediatas, "pero en España el porcentaje no llega al 40 %", una situación que Masià espera que se pueda ir cambiando progresivamente.

Sensibilidad erógena

En la reconstrucción inmediata uno de los retos para los cirujanos es la mejora de las técnicas de reinervación del pezón (conexión de nervios), para conservar la sensibilidad erógena.

El experto ha indicado que "cuando reconstruimos la mama, podemos garantizar que la paciente conservará la sensibilidad al tacto, al frío, al calor y al dolor, que es mucho. Pero ahora queremos preservar la sensibilidad erógena, que es fundamental para la recuperación total de la mujer".

Así, "buscamos los nervios que dan innervación a la mama y los conectamos a la estructura donde reconstruimos, que suele ser tejido autólego (de la misma mujer, que es trasladado de una parte del cuerpo a otra) y, por tanto, con la capacidad de ser reinnervado".

Pacientes

En la rueda de prensa también han participado dos pacientes, Eva Usano y Marta Bondia, totalmente recuperadas de sus cánceres de mama.

La primera de ellas fue operada durante diez horas con la nueva técnica hace un año y medio y, tras su recuperación, ha vuelto al hospital para recibir radioterapia y ya ha podido volver a hacer su vida con normalidad.

Por su parte, Marta Bondia fue operada para extirpar el tumor y, unos meses después, se sometió a otra intervención, hace unos tres años, para reconstruir su mama y el sistema linfático, sin que haya tenido más complicaciones.