Cambio climático

Canarias ‘peina’ las nubes en busca de agua para repoblar el monte en plena sequía

Desde 2021, el proyecto Life Nieblas prueba distintos métodos de captación de niebla que podrían ayudar a combatir la sequía

Delante captadores innovadores desarrollados en Canarias, detrás los dispositivos tradicionales mejorados.

Delante captadores innovadores desarrollados en Canarias, detrás los dispositivos tradicionales mejorados. / REDACCIÓN

Verónica Paves

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En tiempos de sequía cualquier oportunidad para conseguir agua fresca es bienvenida. La historia de Canarias es la de unas islas atrapadas en una espiral de lluvias exiguas y problemas de abastecimiento. Y el cambio climático amenaza con recrudecer aún más esta situación. Un grupo de investigadores y técnicos, sin embargo, ha encontrado un aliado inesperado en la lucha por combatir la sequía y la desertficación: la bruma que dejan los alisios a su paso.

En tan solo tres años Canarias ha conseguido captar 100.000 litros de agua de bruma, replantar 15.000 árboles en una zona calcinada y crear el método de captación de nieblas más eficaz que el existente en el mercado a través del proyecto europeo Life Nieblas. Esta novedosa tecnología y los resultados del trabajo de campo son tan prometedores que otras islas como Lanzarote y La Gomera se han interesado para ponerla en marcha en distintos lugares afectados por la desertificación. Además, una finca de Tenerife –que tiene difícil acceso al agua de abastecimiento– está probando este método para regar sus cultivos. La últimos en sumarse a la iniciativa ha sido Cataluña, que está probando esta tecnología para tratar de mitigar la intensa sequía que existe en la región. 

Life Nieblas logra recuperar 15.000 árboles en la zona de Gran Canaria afectada por el incendio en 2019

"Donde haya niebla y viento, se puede aprovechar esta tecnología", asegura Francisco González, biólogo de la Consejería del Área de Medio ambiente, clima, energía y conocimiento del Cabildo de Gran Canaria. El viento es, de hecho, condición sine qua non para garantizar su funcionamiento ya que como explica Carmelo Mena, especialista en indicadores ambientales del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), "este agua se capta gracias al impacto de esas gotitas en suspensión de la niebla en el dispositivo". 

Durante los últimos tres años, los investigadores han peinado las nubes a través de tres métodos distintos. "Ulilizamos las soluciones comerciales ya disponibles, los captadores individuales y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) desarrolló un nuevo método que ha demostrado ser más ligero, barato y eficaz", insiste. De hecho, estos captadores innovadores prácticamente duplican el volumen de agua recogido con respecto a los dispositivos tradicionales. 

Este proyecto comienza en 2021, con el empeño de varios grupos de investigadores y técnicos, liderados por la empresa pública Gesplan y el Cabildo de Gran Canaria, por reconstruir la laurisilva que se perdió tras el gran incendio que asoló la isla en 2019. "Nos propusimos recuperar una zona en la que los trabajos previos de repoblación no habían sido nada eficientes", explica Francisco González. 

Este método se utiliza ya en una finca de Tenerife, en Lanzarote y en La Gomera

Para llevar a cabo esta compleja tarea se decidió apostar por una técnica ya conocida pero poco utilizada: la captación de agua de niebla. "Decidimos ver cómo estos sistemas podían ayudar a la restauración ambiental de la zona", indica González. Al fin y al cabo, se trata de utilizar "agua que antes no existía". Tres años después, los científicos no solo han demostrado que la captación de la humedad que llega empujada por el alisio es posible y eficaz para la repoblación de los montes y para atenuar la sequía en Canarias, sino que también han conseguido mejorar el proceso de captación y ahorrar el agua que requieren los árboles para crecer sanos. 

El proyecto Life Nieblas –financiado al 55% por la Comisión Europea y al 30% por el Cabildo de Gran Canaria– nació con el objetivo de replantar en 30 hectáreas de la zona calcinada con 20.000 árboles nuevos. De momento han logrado plantado 15.000 especímenes y esperan lograr cumplir con su objetivo a finales de año, justo antes de culminar el proyecto. Hoy, sin embargo, Life Nieblas se ha convertido en un proyecto muchos más ambicioso, en el que la captación de agua de niebla, pues ha logrado situar a la captación de nieblas como uno de las tecnologías más prometedoras para el futuro climático. Para demostrar su funcionamiento, se han probado varios tipos de sistemas de restauración ambiental. 

Los investigadores han sometido a los pequeños árboles que formarán la futura laurisilva a cuatro métodos de riego: tradicional –se riega hasta los 2 años–, con un dispositivo llamado Cocoon –se rodea el tallo con una cubierta de cartón biodegradable que va soltando agua poco a poco–, con captadores de niebla individuales y con sistemas autónomos de descarga. 

Los resultados fueron muy diferentes. "Con el sistema tradicional cada árbol necesitaba al menos 133 litros para mantenerse con vida, con el sistema autónomo de descarga bajaba hasta 100 litros y el Cocoon lo bajaba hasta 57 y con los dispositivos de captación individual de las nieblas apenas necesitaba 35 litros", explica el biólogo, que insiste que estos datos sobre ahorro en el consumo de agua serán vitales para tomar decisiones en el futuro. 

Suscríbete para seguir leyendo