Sucesos

La falsa doctora del Hospital de Berga también trabajó para el RACC en el circuito de Montmeló

La mujer formó parte del equipo de atención médica en el circuito y en festivales de música como el Cruïlla

Sara, la impostora que hizo creer a familiares y pacientes que era una médica de urgencias

El Colegio de Médicos se persona como acusación en el caso de la falsa doctora de Berga

La falsa doctora del Hospital de Berga también trabajó para el RACC en el circuito de Montmeló

EL PERIÓDICO

Guillem Sánchez

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La falsa doctora que se ha burlado durante años del sistema sanitario de Catalunya, hasta ser detectada por el Hospital de Berga en verano del 2023, también atendió a heridos en competiciones de motor o a asistentes de conciertos y ferias de Barcelona, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO. Contratada por el RACC (Reial Automòbil Club de Catalunya), formaba parte del equipo de prevención desplegado por esta compañía en el Circuit de Barcelona-Catalunya, más conocido como circuito de Montmeló, o en festivales como el Cruïlla, el evento que se celebra cada julio en el Parc del Fòrum de la capital catalana.  

Sara C.C., una mujer de 31 años originaria de Olot que había ocultado también a su propio entorno que no era ni médico ni enfermera, tal como avanzó este diario, está siendo investigada desde el pasado mes de julio por un juzgado de Berga por impostar ambos oficios en una docena de centros sanitarios esparcidos por el territorio catalán. Según ha confirmado el propio RACC, esta compañía es una de las que contrató a Sara y, como las anteriores, tampoco detectó su falta de titulación. 

La falsa médica está siendo investigada desde julio por un juzgado de Berga por trabajar en una docena de centros sanitarios

Malestar en el sector

“¿Estuve transfiriendo pacientes a una falsa doctora? Me hierve la sangre, nadie puede pasar de puntillas sobre esto”, lamenta un sanitario que ha contactado con este diario para denunciar que durante dos años coincidió asiduamente con Sara en el circuito de Montmeló, una instalación que acoge incluso campeonatos mundiales de Fórmula 1 o Moto GP. 

Sara estaba allí de doctora del RACC –empresa adjudicataria– mientras corrían pilotos como Fernando Alonso o Marc Márquez, aunque hubiera sido extraño que ella llegara a atenderlos porque para esos eventos existe una delegación médica extraordinaria. Para que por las manos de Sara pasara una estrella tendría que haberse producido un accidente multitudinario, algo que no sucedió. A quien sí atendía Sara era al resto de pilotos de pruebas menos glamurosas pero relevantes, algunas de ámbito nacional.  

Su caso ha dejado al descubierto los pocos controles que existen en la contratación de sanitarios

Sin explicaciones

Según este trabajador, que exige anonimato, los responsables de su contratación no han dado ni las explicaciones oportunas ni otorgado al asunto la gravedad correspondiente: Sara trabajó para el RACC durante un periodo de aproximadamente dos años, que sitúa entre 2021 y 2022, formando parte del equipo médico que obligatoriamente debe estar presente cuando se produce una competición de motor, en un circuito cerrado o en carreteras abiertas, como un rally. O también en servicios sanitarios que prestaba esta compañía en eventos multitudinarios como festivales y exposiciones. Lugares en los que “casi siempre” hay alguien que requiere atención médica, subraya. 

Contactado por este diario, el RACC ha reconocido que contrató a la falsa doctora. Una portavoz de la compañía ha rebajado la relación laboral que mantuvieron con la sospechosa a servicios puntuales –las competiciones y festivales, se sobreentiende– y ha evitado aclarar durante cuánto tiempo se alargó la misma. 

“Echada para adelante”

“Era muy echada para adelante. No le daba miedo nada”, la describe este sanitario, que la recuerda vestida con la ropa del RACC y un peto con el logo que la identificaba como "doctora", mezclándose con el personal sanitario durante las competiciones. 

“Sí chocaba el hecho de que fuera tan joven y tuviera dos carreras”, admite. Sara afirmaba poseer las titulaciones de Medicina y Enfermería, algo infrecuente, sobre todo a su edad. También llamaba la atención “lo verde que estaba”, aunque no hasta el extremo de levantar sospechas porque esta fuente denuncia que no es ninguna novedad que para esta función de vigilancia médica de pruebas de motor se contrate a personal que, aun disponiendo de titulación, presente un nivel de preparación muy bajo. 

“Trató muy bien a mi madre”

Este diario ha contactado asimismo con la hija de una paciente atendida por Sara en enero de 2023 en el Hospital de Berga, centro en el que ejerció durante más de medio año como médico en un área tan delicada como la de urgencias. Su testimonio no deja de ser sorprendente porque afirma que Sara atendió a su madre de forma “muy humana”. 

“Llevábamos un mes y medio llamando al CAP y habíamos ido en tres ocasiones al Hospital de Berga”, recuerda. En esa situación de falta de atención, la falsa doctora la tranquilizó: “Tranquila, que vamos a mirarla”, asegura que le dijo. Sara envió a su madre a ginecología y allí insistió para que la observaran. Así, según el relato de esta mujer, se diagnosticó la grave infección que sufría su madre. Durante los días posteriores, además, Sara se acercó a interesarse por su estado. 

Pocos controles

En los últimos años, Sara ha impostado el oficio de médico, de enfermera y de técnico de ambulancias en una docena de empresas sanitarias, lugares que incluyen el Hospital Universitari Dexeus o el Hospital de Sant Bernabé de Berga, atendiendo a pacientes y prescribiendo tratamientos farmacológicos.

Ser contratada por esa docena de empresas, entre las que se cuentan también Transport Sanitari de Catalunya (TSC) que trabaja para el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) de la Generalitat, el Hospital Universitari de Vic o una clínica de cirugía estética de Girona, ha dejado al descubierto los pocos controles que se han seguido para comprobar qué profesionales atienden a los ciudadanos catalanes.

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