Investigación abierta

Sara, la impostora que hizo creer a familiares y pacientes que era una médica de urgencias

Detenida la falsa doctora del Hospital de Berga: usó la firma digital de otro médico y falseó el título de Medicina

La falsa doctora del Hospital de Berga también trabajó en el grupo Dexeus: "Es lista y preguntaba mucho"

Falsa doctora

Falsa doctora / El Periódico

Guillem Sánchez

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La falsa doctora que ha enredado al sistema sanitario de Catalunya, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, se llama Sara C.C. y es una mujer nacida en Olot en 1992, que no tiene conocimientos médicos y que se instaló junto a su pareja en Torelló (Osona) hace pocos meses. En los últimos años ha impostado el oficio de médico, de enfermera y de técnico de ambulancias en una docena de empresas sanitarias, lugares que incluyen el Hospital Universitari Dexeus o el Hospital de Sant Bernabé de Berga, donde además trabajó en la planta de urgencias, atendiendo como una doctora más a pacientes y prescribiendo tratamientos farmacológicos.

Ser contratada por esa docena de empresas, entre las que se cuentan también Transport Sanitari de Catalunya (TSC) que trabaja para el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) de la Generalitat, el Hospital Universitari de Vic o una clínica de cirugía estética de Girona, ha dejado al descubierto los pocos controles que se han seguido para comprobar qué profesionales atienden a los ciudadanos catalanes. Hubiera bastado que cualquiera de esas empresas se tomara la molestia de acudir a los colegios de médicos o enfermeras y comprobar que Sara C.C. no constaba como colegiada y que ejercía usurpando el número de otro profesional. Sin embargo, únicamente el hospital de Berga ha despedido a su responsable de recursos humanos. El resto de centros, la Dexeus entre estos, han corrido un tupido velo, y han borrado de su web el nombre de Sara C.C..

¿Quién es Sara?

Este diario ha mostrado una fotografía de Sara a vecinos de Olot, incluidos policías locales o técnicos del ayuntamiento, y nadie la conoce. Tampoco las personas consultadas que pertenecen a su franja generacional. Pero nació en la capital de la Garrotxa, según fuentes policiales, en 1992. 

Sara convivía 24 horas con su mentira: también engañó a su familia y a su pareja

"Es originaria de Olot pero ahora vive o vivía en Torelló (Osona)", responde escuetamente a través de Instagram la que era pareja sentimental de Sara, que prefiere no hacer declaraciones porque considera su relación con la mujer un tema "cerrado". Sí acepta confirmar que Sara le había ocultado tanto a él como a sus padres que no tenía estudios médicos y que falsificaba la documentación a través de la que conseguía un trabajo tras otro. Es decir, su novio y sus padres, como sus pacientes, también pensaban que era una doctora de verdad. Sara convivía con su mentira durante las 24 horas del día. Tal vez no había más forma de cargar con esa ilusión que vivirla plenamente, aunque fuera a costa de la salud de los otros. 

Según las fuentes consultadas, los primeros trabajos los consiguió de enfermera, o de auxiliar de enfermería. Así formó parte, por ejemplo, de la plantilla de la pequeña clínica de cirugía estética ubicada en el centro de Girona. Las auxiliares de enfermería, como fingió ser Sara, en esa clínica deben llevar a cabo tareas tan delicadas como "pinchar, instrumentalizar intervenciones quirúrgicas –colocación de prótesis mamarias o liposucciones– o suministrar medicación a los pacientes", aclara una antigua empleada.

Dando un paso más, Sara también engatusó a la dirección del hospital de Vic para que la contratara de enfermera en el área de urgencias durante la navidad de 2018. Según el diario 'El nou 9', sus compañeros se percataron enseguida de que no daba pie con bola y promovieron su despido.  

Currículum ficticio

Antes de 'convertirse' en doctora, estuvo un tiempo trabajando de técnica sanitaria en ambulancias, donde atendió a pacientes socorridos por el SEM a través de la empresa TSC por la comarca de Osona, por donde Sara ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional, o como deba considerarse el tiempo transcurrido fingiendo que era un sanitario más del sistema de salud.

Durante ese periodo a bordo de los vehículos de emergencias consta que Sara intentó sin éxito aprobar un curso de Formación Profesional. No lo terminó, tampoco lo necesitaba: se había fabricado un título falso. 

Cuando a finales de 2022, Sara se presentó en el hospital de Berga en busca de una plaza de médico de urgencias traía el zurrón vacío de titulaciones académicas auténticas pero lleno de experiencia real. Tras años fingiendo, se había convertido en un ejemplo extremo de lo que los anglosajones definen como 'learning on the job' (aprender en el trabajo). Así pudo sobrevivir durante 7 meses en un entorno en el que se lleva a cabo una tarea tan esencial y compleja como la medicina interna.

Desde el hospital subrayan que Sara llamó a su puerta en un momento de escasez de médicos de urgencias y que, a pesar de que entregó un currículum que debería haber levantado sospechas –antes de cumplir 30 años afirmaba haber estudiado módulos de FP o completado las carreras de Enfermería y Medicina, entre otras cuestiones–, fue contratada con la promesa de que pronto entregaría los documentos en papel. Nunca lo hizo.  

Médico de urgencias

Según el hospital de Berga, Sara ejerció de médico de urgencias entre diciembre de 2022 y julio de 2023, un periodo durante el que trató a unos 850 pacientes, la mayoría de los cuales fueron de poca gravedad. Lo que significa también que por sus manos pasaron algunos graves. Su actitud fue la de una doctora "prudente", que "preguntaba mucho", subrayan desde el centro hospitalario. Sara no era la primera vez que desempeñaba esa función, antes había hecho lo mismo en la Dexeus, que no da ninguna información acerca de su paso por el centro, más breve que el de Berga. 

Como doctora, y haciendo uso de la licencia usurpada a un facultativo del Col•legi de Metges de Barcelona, Sara recetó medicamentos a algunos de los pacientes que recibió, ciudadanos que la escucharon atentamente y que siguieron el tratamiento indicado. 

Detenida e investigada

El Hospital de Berga descubrió que no era ni médico, ni había sido tampoco enfermera, ni técnica de ambulancias. Fue despedida y, a finales de julio, Sara se entregó en la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Vic. Tras pasar a disposición de un juzgado de Berga, actualmente se encuentra en libertad pero investigada por los delitos de intrusismo, falsedad documental y usurpación de estado civil. Los colegios oficiales de médicos y enfermeras ejercerán la acusación particular contra Sara.

La Unitat de Investigació de los Mossos en la comisaría de Berga, que se ha hecho cargo de la investigación, ha descubierto que ha fingido ser una sanitaria de diversa graduación en al menos una docena de centros distintos. Días después de su arresto, los agentes registraron su domicilio y su coche en Torelló, cerca del pasaje del Firal, una zona por la que casi nadie conoce tampoco a Sara. Este diario ha tratado sin éxito de contactar con la falsa doctora a través de su abogada. 

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