Procedentes de expolios

Cae una banda que 'blanqueó' 71 piezas arqueológicas expoliadas para venderlas en una galería de Barcelona

La Policía detiene a seis sospechosos y recupera los objetos patrimoniales que tendrían un valor de 403.000 euros

La Policía Nacional interviene 71 piezas arqueológicas procedentes de expolio en una galería de Barcelona

Efectivos de la Policía Nacional han recuperado 37 relevantes piezas arqueológicas de origen ilícito

La Policía Nacional interviene 71 piezas arqueológicas procedentes de expolio en una galería de Barcelona

La Policía Nacional interviene 71 piezas arqueológicas procedentes de expolio en una galería de Barcelona / VÍDEO: POLICÍA NACIONAL

Germán González

Germán González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La investigación comenzó hace más de dos años cuando agentes de la Policía Nacional especializados de la Brigada de Patrimonio Histórico, detectaron en un stand de la feria FERIARTE2021 un capitel de estilo califal. Les llamó la atención porque recientemente habían aparecido en el mercado de arte piezas similares de procedencia ilícita.

Por eso, pidieron a los responsables del stand la acreditación del origen de la pieza y pudieron comprobar, a través de la factura, que había sido adquirido, junto con otros dos capiteles, en un establecimiento de antigüedades de Granada, regentado por tres hermanos. Los agentes detectaron irregularidades en la factura como la ausencia del número de factura o no estar desglosado el importe del IVA.

Además de la factura, los responsables del stand también dieron a los agentes tres actas de manifestaciones notariales, una por cada capitel, levantadas a nombre de la misma persona, por una notaría de la capital granadina, que contenían diversas afirmaciones acerca del origen y propiedad de los capiteles, tales como que habían sido heredados y llevaban en poder de la familia varias generaciones, ya que un antepasado suyo había sido restaurador en La Alhambra de Granada en el siglo XIX. Sin embargo, la Policía considera que no se acreditaba la procedencia de los objetos, por lo que se procedió a la intervención de las tres piezas arqueológicas.

A partir de estas actas, los agentes se centraron en la persona que aseguraba tener las piezas en herencia. Descubrieron que había otras notarías en las que se habían levantado actas de manifestación similares, lo que permitió localizar piezas en poder de particulares en Valencia, Madrid y Granada, aunque la mayoría de ellas se encontraban en una galería especializada en arqueología de Barcelona. Su propietario era el encargado de dar salida a los objetos expoliados a través de la tienda.

La Policía remarca que todas las piezas habían sido proporcionadas por el mismo comercio de antigüedades, bien como empresa o a título particular por alguno de sus responsables. Entre la documentación aportada para acreditar la procedencia de las piezas había, en algunos casos, actas de manifestaciones notariales levantadas en distintas notarías a nombre de la misma persona y en otros, contratos de compraventa privados entre familiares de los responsables del establecimiento de Granada, que nada tenían que ver con el negocio de las antigüedades, en los que se afirmaba que procedían de una antigua colección heredada de un familiar. De esta forma los sospechosos intentaban dar apariencia de que el objeto se había sacado del yacimiento antes de la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español, que no permite la propiedad privada de los objetos arqueológicos.

Piezas en museos

Con una orden judicial los agentes intervinieron 71 piezas arqueológicas y las trasladaron a los lugares indicados por el Ministerio de Cultura, como el Museo Arqueológico Nacional (MAN) en Madrid, al Museo Arqueológico de Granada y al Museo de Prehistoria de Valencia, para su conservación. Se investiga la documentación relativa a la compraventa de las obras como facturas de compra, contratos de compraventa y actas de manifestaciones notariales.  

Los agentes consideran que estas 71 piezas arqueológicas proceden de expolios y corresponden a épocas visigoda, nazarí, califal y renacentista. Hay seis detenidos, cinco en Granada y uno en Barcelona, acusados de formar parte de una banda que se dedicaba a blanquear estas piezas expoliadas para venderlas. Se les acusa de los delitos contra el patrimonio histórico, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales.  

Pese a que se detuvieron a seis personas, los agentes creen que el grupo criminal lo formarían 10 personas, ocho de ellas pertenecientes a una misma familia y con residencia en Granada. También está acusado el responsable de una galería especializada en arqueología de Barcelona. Varios integrantes del grupo criminal no fueron detenidos por encontrarse en ese momento fuera del país, ya que alguno de ellos tiene nacionalidad brasileña.

Los agentes indican que los tres hermanos responsables del negocio de antigüedades de Granada, participaban en la búsqueda y localización de piezas de arqueología expoliadas, para posteriormente confeccionar para cada una de ellas la documentación necesaria con intención de crearle un pasado que permitiera su introducción en el mercado legal, que es el que más beneficios aporta. Para ello, se valían de testaferros que firmaban contratos de compraventa, acudían al notario y en ocasiones llegaron a hacer el traslado de la pieza como particulares a la galería de Barcelona para que no se les relacionara con el resto de la organización.

En el momento de la detención se procedió a la intervención de los teléfonos móviles de dos de los hermanos responsables del establecimiento de Granada y su análisis posterior vino a poner de manifiesto que una de las personas encargadas de formalizar las operaciones de compraventa era su hija y sobrina respectivamente, quien siguiendo las instrucciones de su padre y su tío confeccionaba documentos a la carta, haciendo constar en ellos, sin ninguna base real, las imágenes de las piezas que le suministraban, el contenido formal que debía aparecer en dichos documentos y la rúbrica del supuesto vendedor.

Una vez confeccionado el documento, lo remitía nuevamente al comercio de antigüedades para que diesen el visto bueno, y a continuación recibir alguna compensación económica, para lo que facilitaba su número de cuenta bancaria y en ocasiones indicaba que se lo enviaran a través de transacciones electrónicas. 

Piezas nazarís

Entre las 71 piezas intervenidas se encuentran capiteles de épocas nazarí y califal, basas, columnas, arcos de yesería, vigas islámicas, un fragmento de arrocabe, una estela funeraria árabe, varias esculturas y cuatro broches de cinturón visigodos. Según los técnicos especialistas de los museos que han llevado a cabo el estudio de las piezas arqueológicas, el valor total ascendería a 403.000 euros, cantidad que se superaría ampliamente en los circuitos comerciales legales del arte.

Hay que destacar un fragmento de arrocabe de 357 centímetros de largo, 29 centímetros de alto y 9 centímetros de ancho valorado por los técnicos en 80.000 euros. Presenta decoración tallada de tema epigráfico cúfico mezclado con decoración de palmas, encerrado en arcos lobulados, que surgió ya en Granada antes del periodo nazarí, lo que nos lleva a situarlo en el entorno del reinado de Yusuf I, en el siglo XIV. 

Destacan varios capiteles califales realizados en mármol, con tallas de gran calidad, manteniendo elementos tales como la profundidad del trepanado. La existencia de modelos similares en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba y en el Museo de la Alhambra, permite datarlos en el siglo X o principios del siglo XI, pudiendo proceder de talleres en la órbita de Madinat al-Zahra.

También hay un capitel de banda que, por su estructura corresponde a la etapa nazarí (cronológicamente siglo XIV). Tanto su material, el mármol, como el escudo nazarí sin ninguna talla (posiblemente policromado), indican que sería un capitel destinado a un edificio oficial palatino.