Tarragona sufre vertidos de pélets regulares y crónicos desde hace décadas

La marea de bolitas de plástico en el Atlántico ha vuelto a poner el foco en uno de los lugares que lleva más tiempo sufriendo este problema en España: la playa de la Pineda, en Vila-seca (Tarragonès). La entidad ambiental Good Karma Projects lleva desde 2017 denunciando una situación que persiste a día de hoy, con vertidos de pélets recientes que se han repetido en las últimas semanas.

El vertido plástico en Galicia pone sobre la mesa el problema de contaminación crónica en una playa de Vila-Seca

Albert Font de Rubinat, miembro de la plataforma, de un paso más y dice poder demostrar que los pélets llevan ahí varias décadas: "Las personas jubiladas recuerdan cómo de niñas jugaban con estas bolas diminutas que entonces ya se mezclaban con la arena".

Marta Sugrañes, de la misma asociación, critica que hasta la fecha nadie haya encauzado estos episodios constantes de contaminación: "La presencia de pélets en estas playas es crónica. Nunca han dejado de llegar a las rieras, a través de las empresas que, durante su transporte o manipulación, tienen pérdidas constantes".

¿Y qué solución proponen para evitar que esto siga sucediendo? Resolver el problema desde su raíz. "Se pueden llevar a cabo acciones para limpiar la playa, aunque sea una tarea complicada, pero si los vertidos no cesan, es imposible acabar con esta situación", lamenta Sugrañes.

"La solución para este problema es una regulación contundente que impida los vertidos"

— Albert Font de Rubinat, Good Karma

El objetivo de Good Karma Projects, por lo tanto, consiste en presionar para que haya medidas que prohíban este tipo de vertidos de forma contundente. Tanto Sugrañes como Font de Rubinat se muestran relativamente satisfechos con los expedientes iniciados por la Generalitat a trece de las empresas que provocan la presencia de estas bolitas en Tarragona. Pero consideran se ha tardado mucho en actuar y que se puede ir aún más lejos. "Con una regulación estricta y multas importantes se podrían reducir los vertidos", opina Font de Rubinat.

¿Cómo llegan a la playa?

Los episodios de vertidos, que según el Ayuntamiento de Vila-seca son un problema "regular y crónico", se producen de la siguiente manera: una empresa de la zona que trabaja con este material sufre una fuga o pierde por error parte del mismo, que acaba en una riera. Luego, cuando llueve con cierta intensidad, el agua de las rieras arrastra estos pélets hasta el puerto. Y de ahí, las bolitas llegan a la playa más cercana. Aunque desde el consistorio remarcan que la de la Pineda no es la única playa afectada.

El ayuntamiento afectado considera que el Govern ha ignorado el problema hasta ahora

De hecho, Good Karma, igual que los científicos consultados, advierte del problema que este material supone para el ecosistema marino. La diferencia entre lo ocurrido en Galicia y lo que pasa en Tarragona es que el vertido de Galicia, provocado por una embarcación, es de grandes dimensiones y puntual. En cambio, en Vila-seca, la historia se repite, aunque la cantidad de pélets sea menor.

"Ignorados por el Govern"

El alcalde del municipio, Pere Segura, considera que durante los últimos seis años han sido "ignorados" por la Generalitat: "Hemos tenido que demostrar la procedencia de los pélets porque decían que no podían definir el origen y se excusaban asegurando que podían venir de cualquier punto del Mediterráneo". Ahora, el Govern ha decidido pedir más información al ayuntamiento para ampliar los expedientes abiertos a las compañías causantes.

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Segura está satisfecho de que por fin el problema tome relevancia mediática. Igual que la entidad Good Karma, exige que los pélets sean considerados residuos: "Así, habría unos controles más severos y una normativa que impidiera los vertidos constantes".

En el ayuntamiento opinan que la falta de vigilancia es lo que permite que la situación se repita. Sugrañes cuenta que en Europa por fin se está poniendo el foco sobre estos pélets que se utilizan para crear objetos de plástico, pero se muestra indignada porque la regulación que se votará en el Parlamento Europeo no incluye al transporte marítimo: "Es decir, episodios como el de Galicia no se podrían evitar o castigar con la futura normativa, si esta sale adelante".

El problema original, explican, es que se trata a los pélets como una materia prima sin tener en cuenta que son un potencial residuo contaminante y fácil de esparcir, por su tamaño. Y en Tarragona, como en los polígonos industriales se concentran decenas de empresas que trabajan con plástico, el problema se magnifica.

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