Desmantelan un narcopiso tras esconderse un ladrón que robó el móvil a la vecina de enfrente

Hay ladrones poco hábiles que dejan un rastro evidente. Demasiado cuando hay droga en su escondite y lo último que quieres es alertar a la policía. Es lo que ocurrió en Barcelona hace unos días cuando un hombre robó el teléfono móvil a una mujer que llegaba a su casa en el mismo edificio.

El sospechoso se escondió en el piso de enfrente y la víctima del robo con fuerza avisó a la policía. Se personó una patrulla de los Mossos d'Esquadra que fueron alertados por los vecinos que el inmueble en el que se escondió el sospechoso albergaba un narcopiso.

Para realizar las comprobaciones oportunas, los mossos llamaron a la puerta y el inquilino que les abrió les dejó pasar. Dentro los agentes descubrieron que se trataba de un punto de venta de droga y hasta encontraron una persona que consumía.

Por eso requisaron las variadas sustancias estupefacientes que había, más de 600 euros en efectivo en varios billetes, producto de la venta de droga y detuvieron al vecino por un delito contra la salud pública. 

Dentro del inmueble, del ladrón del móvil y del aparato ni rastro. Seguramente no podrá volver al piso en el que se escondió por el robo si no quiere represalias por haber alertado a la policía asaltando a una vecina del mismo edificio. Nada peor que poner el foco sobre una actividad ilegal por mucho 'amante de lo ajeno' que seas.