Informe

La OCU alerta: casi la mitad de los menús escolares españoles son "muy desequilibrados"

El comedor de la escuela catalana, el más caro de toda España

¿Cómo funcionan los comedores escolares?

Un comedor escolar.

Un comedor escolar. / JCCM

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El 45% de los menús de los comedores escolares españoles son "muy desequilibrados", especialmente cuando la comida se elabora fuera del centro escolar, y ni siquiera cumplen las recomendaciones de consumo semanal para la mitad de los ocho grupos de alimentos principales. Así lo refleja un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), recogido por Europa Press, que ha analizado 622 menús mensuales diferentes enviados por familias de toda España, con niños en edad escolar en colegios públicos (73%), concertados (21%) o privados (6%). Los menús estudiados, del curso pasado, corresponden a los meses comprendidos entre marzo y junio de 2023.

Ninguno de los 622 menús analizados por la OCU cumple las recomendaciones de la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición

El informe es de ámbito general. Pese a que las comparaciones son odiosas y que la situación está lejos de ser idílica [aún corre por los colegios mucho pan congelado], en Catalunya, los comedores, por lo general -siempre hay excepciones- están bastante mejor que en muchas otras comunidades autónomas, donde este servicio está mayoritariamente gestionado por grandes empresas e incluso multinacionales. Lejos de ese modelo de macrococinas, en Catalunya priman los el comedores escolares gestionados por pequeñas o medianas empresas o entidades del tercer sector, algo especialmente valorado por las familias.

En Catalunya, el panorama es algo mejor que en el resto de España: aquí priman los comedores gestionados por pequeñas empresas

Ninguno de los 622 menús escolares analizados cumple las recomendaciones del documento consensuado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el Ministerio de Educación y las consejerías de Sanidad y Educación. Entre los ocho grupos de alimentos principales que se analizan, se detecta una "excesiva" presencia de alimentos ricos en hidratos de carbono y precocinados en detrimento de las legumbres, los huevos y la fruta.

El informe detecta una "excesiva" presencia de alimentos ricos en hidratos de carbono y precocinados

El exceso más habitual son los platos a base de hidratos de carbono, como el arroz, la pasta o las patatas, por el desequilibrio que genera frente a otros alimentos básicos, como las legumbres, a menudo por debajo de lo deseable. Las legumbres deberían estar presentes en el menú escolar al menos 1,5 veces a la semana (6 veces al mes), según señala la OCU.

Otro alimento "demasiado" presente son los precocinados, como las croquetas o las empanadillas, bien recibidos por los escolares, pero con una calidad nutricional baja y que sustituye a otros alimentos proteicos "más interesantes", como los huevos o el pescado azul. La OCU reclama que se incremente la presencia de huevos, como mínimo una vez a la semana, y reducir la de precocinados, como máximo una vez cada dos semanas.

Aunque las medias de consumo de verduras son adecuadas, casi siempre se elaboran en forma de puré (46%) o de ensaladas (43%), que, según comentan los padres, a menudo se quedan sin tocar en el plato, por lo que la organización insta a los colegios a ofrecer más verdura entera, a ser posible de temporada.

Carne, una o dos veces por semana

El estudio también recalca que es adecuado un consumo de carne entre una y dos raciones a la semana, pero vigilando que el embutido (salchichas, chorizo, etc.) sea solo ocasional por su elevado porcentaje de grasa y sal. En cuanto al pescado, debería repartirse entre blanco y azul a partes iguales (el azul supone solo el 22%), con preferencia por los pescados de pequeño tamaño que no presentan problemas de mercurio.

En el postre, debería haber siempre o casi siempre fruta fresca y procurando variar, no solo manzana, pera o plátano, que es lo habitual. La OCU también advierte de que los yogures y postres azucarados no hay que ponerlos en el menú más de una vez a la semana. Para redondear, señala que debería haber mayor presencia de alimentos integrales y no solo pan, también arroz y pasta integrales, "y cuidar mejor el equilibrio de los menús con las guarniciones".

Peor con la cocina externa

El estudio no observa diferencias de calidad en los menús según el tipo de centro o el coste del menú, que varía entre los 96 euros al mes de los públicos y los 146 euros al mes de los privados, pero sí en función de dónde se cocinan, ya que hasta un 55% de los menús son muy desequilibrados cuando llegan, ya preparados y calientes, desde una empresa externa, "la llamada línea caliente".

Cuando el envío se realiza en frío, un par de veces a la semana (línea fría), los resultados "no son mucho mejores": el 46% de los menús tampoco cumplen las recomendaciones para la mitad de los ocho grupos de alimentos principales. Los resultados "menos malos" se dan cuando hay una cocina en el centro escolar que se encarga de la elaboración, ya que en estos casos el 39% de los menús son muy desequilibrados.

Hábitos saludables

 La OCU recuerda que en España hay un 40% de niños y niñas con sobrepeso u obesidad, por lo que exige aprobar el Real Decreto de Alimentación Escolar, consensuado desde 2010 por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el Ministerio de Educación y Formación Profesional y las consejerías de Sanidad y Educación.

No obstante, pide modificar algunos aspectos como el traslado de las patatas desde el grupo de verduras al grupo de hidratos de carbono o la inclusión obligatoria de pescado azul. Del mismo modo, OCU insta a las consejerías de Educación de las comunidades autónomas a impulsar las cocinas dentro de los centros escolares.

En cualquier caso, destaca la importancia de "seguir unos hábitos de vida saludables, también a través de la práctica del deporte, ya sea durante el horario escolar o fuera de él".  En este sentido, la Organización Mundial de la Salud advierte de que el 81% de los niños y adolescente no realiza al menos 60 minutos de actividad física, lo que aumenta el riesgo de sufrir diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.