Alivio en las reservas

Los embalses de la cuenca del Ebro llegan al 62% de su capacidad total

El frío contiene las reservas de los embalses y retrasa la entrada en emergencia a finales de enero o febrero

¿Tiene sentido trasladar agua del Ebro a Barcelona para frenar la sequía?

La hidroeléctrica del embalse de Mequinenza a punto de parar por la sequía.

La hidroeléctrica del embalse de Mequinenza a punto de parar por la sequía.

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La reserva de agua embalsada en la Cuenca del Ebro es de 4.889 hectómetros cúbicos, el 62% de su capacidad total, a fecha 1 de enero, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) este lunes. En estas fechas, la reserva de 2023 se elevó a 3.468 hectómetros cúbicos, el 44% de la capacidad. El promedio de los últimos cinco años, de 2018 a 2023, ha sido de 5.024 hectómetros cúbicos, el 64 por ciento de la capacidad total, y el mínimo de los últimos cinco años se produjo en 2023, con 3.468 hectómetros cúbicos, el 44 por ciento de la capacidad total.

En la actualidad, no se supera la reserva promedio de los últimos cinco años, aunque se está por encima de la cifra de 2022 y del mínimo, que se produjo en el mismo año. La reserva actual de los embalses de la margen derecha es de 294 hectómetros cúbicos, el 43% de su capacidad. La reserva en esta fecha en 2023 era de 415 hectómetros cúbicos, lo que representa el 61 por ciento. El promedio de los últimos cinco años ha sido de 390 hectómetros cúbicos, el 57%, y el mínimo de los últimos cinco años ha sido en 2018, con 361 hectómetros cúbicos, el 53 por ciento. La energía hidroeléctrica potencial en esta fecha es de 2.390 gigavatios hora (GWh), lo que representa el 52 por ciento de la capacidad máxima de la cuenca del Ebro.

Cuencas catalanas

Pese a la mejora en los pantanos catalanes de las cuencas del Ebro, los problemas siguen estando en las cuencas internas de Catalunya, donde los embalses continúan descendiendo, aunque a ritmo más lento. El pantano de Sau, una de las grandes reservas que abastece a las comarcas de Barcelona y Girona, sigue cayendo en picado, como ocurría en primavera. Hoy, este embalse almacena solamente un 9% de su volumen máximo y se convierte en el pantano que pierde fuelle a más velocidad, puesto que la mayor parte del agua embalsada en el Ter se está concentrando en Susqueda.

Cuando las reservas del sistema Ter-Llobregat bajen hasta el 16%, probablemente en enero, aunque podría suceder en febrero, se declarará la emergencia en las localidades abastecidas por este ente que incluye Barcelona y el área metropolitana, Girona, los Vallès, la Catalunya central, el Penedès y el Garraf.