Educación y tecnología

El uso intensivo de las pantallas provoca conductas agresivas en los niños

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Se anima a los padres a dejar de usar las pantallas como recurso tranquilizador

Se anima a los padres a dejar de usar las pantallas como recurso tranquilizador / José Luis Roca

O. P.

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Un estudio de la Universidad de Girona asegura que los niños de entre 1 y 4 años que pasan muchas horas frente a las pantallas están más expuestos a sufrir retrasos en el desarrollo y a mostrar comportamientos agresivos. La investigación, realizada con cinco centros de desarrollo infantil y atención precoz (CDIAPs) de las comarcas gerundenses y de Osona, ha hecho un seguimiento a 164 niños desde el año 2019. Sólo el 2,6% de estos niños no tenían ningún contacto con ningún tipo de pantalla mientras que el resto consumían a diario móviles, tabletas o televisión.

Un estudio realizado por la UdG y cinco CDIAPs entre menores de cuatro años concluye que cuantas más horas destinan a las pantallas más expuestos están a sufrir retrasos en el desarrollo

"Se observa una relación entre más horas de consumo de pantallas y mayor retraso en el desarrollo en las áreas personal-social, de motricidad fina y total, de lenguaje expresivo y del área cognitiva", aseguran los responsables del estudio en una nota de prensa. Asimismo, en relación a la conducta, explican que cuantas más horas pasen los niños ante una pantalla, mayor riesgo habrá de «comportamiento de ansiedad, reactividad emocional, retraimiento social, dificultades en el desarrollo de las habilidades sociales y en el comportamiento oposicionista desafiante».

Juego tranquilo, libre y de rol

Si se analizan los diferentes momentos de uso durante el día, los datos indican que el hecho de dejar las pantallas antes de acostarse, comer o jugar en casa, tienen relación con la ansiedad-depresión, la agresividad y las dificultades de atención, respectivamente. Por el contrario, el juego libre, tranquilo y de rol ayudan a disminuir la reactividad emocional, la ansiedad y a mejorar el desarrollo social y del lenguaje.

Los autores del estudio piden «evitar la exposición a las pantallas a los niños de 0-3 años» e incentivar «la interacción y el contacto social directa, así como el juego libre, el tranquilo y el de rol como formas para mejorar y ayudar al desarrollo psicomotor, emocional y la autorregulación del niño».

También instan a los padres a dejar de usar las pantallas como recurso tranquilizador o «canguro digital» en momentos en que los adultos realizan otras tareas.