Transporte colectivo

El Govern aspira a estrenar su plataforma pública de servicios de movilidad a finales de 2025

La ATM saca a concurso la asistencia técnica de la aplicación que permitirá planificar, reservar y pagar desplazamientos puerta a puerta por toda Catalunya gracias a la base de datos de la T-Mobilitat

La integración tarifaria del transporte público llegará a toda Catalunya en 2024

ENTREVISTA | Pere Torres: "La T-Mobilitat, de haber tenido recursos, debía gestionarse desde la Administración"

Una persona valida su T-Mobilitat en un bus

Una persona valida su T-Mobilitat en un bus / El Periódico

Carlos Márquez Daniel

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Nueva fecha clave en el agitado mundo de la T-Mobilitat. El título de transporte, que en 2024 ya debería estar implementado en toda Catalunya, dará pie a finales de 2025 a una nueva plataforma pública integrada de servicios de movilidad (PIM). El Govern acaba de convocar, a través de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), un concurso público para sentar las bases técnicas de este nuevo aplicativo, con el que los viajeros podrán crear un itinerario puerta a puerta cogiendo distintos medios de transporte. Primero en Barcelona, y con el tiempo, en todo el territorio. Esto incluirá a los sospechosos habituales, como el tren, el bus y el tranvía, pero también se sumarán todas las licencias públicas vinculadas a la movilidad que estén operadas por privados.

Imagen de archivo de la estación de Ernest Lluch de la L5 del metro de Barcelona.

La estación de Ernest Lluch de la L5 del metro de Barcelona / Manu Mitru

Un ejemplo práctico. En el futuro, a través de una sola aplicación y un único título de transporte, una persona que venga a Barcelona desde Olot, Reus o Figueres podrá coger un bus interurbano desde casa (o tren, en el caso de disponer de estación) y luego pasar al metro, el bus o el 'sharing' para llegar a su destino. Todo, de una manera inteligible y sencilla, sin cambiar de plataforma; un puerta a puerta multimodal con una sola contratación (desde la planificación hasta el pago del servicio). Siempre que sea transporte de origen público, aunque el propio concurso establece en sus bases que en un futuro se podrían "añadir servicios privados". De esta manera, reza la ATM en su licitación, "se acercará el transporte público a más personas, se incrementará la cobertura del servicio y se reducirá el coste por desplazamiento".

Primero, prudencia

Pere Torres, director del ATM desde febrero de 2016, se ha convertido en un experto en suflés. En deshincharlos, para ser concretos. No es que sea un agorero público ni un hombre pesimista, ni mucho menos, pero fichó con la idea de cortar casi de inmediato la cinta inaugural de la T-Mobilitat y el título de transporte todavía vive, siete años después, con el cordón umbilical a cuestas. Es, así las cosas, un hombre que ha caído en la marmita de la prudencia.

En conversación con este diario, explica que todo está en "una etapa muy inicial", y que esta plataforma usará los datos de la propia T-Mobilitat para, en un futuro, "integrar otros servicios públicos". Asegura que no hay calendario, pero el mismo concurso es muy claro en la página 62 de las prescripciones técnicas: "La plataforma pública integrada de servicios de movilidad debe estar completamente operativa el 31 de diciembre de 2025". Lo que sí es cierto es que falta mucho por decidir, pues lo que se licita ahora es la base tecnológica, dejando al margen el futuro acuerdo con operadores o las decisiones tarifarias.

Validación de títulos de transporte, en una parada de metro de Barcelona

Usuarios del metro de Barcelona / Ricard Cugat

El ATM dio los primeros pasos formales el 30 de octubre al sacar a concurso la "asistencia técnica para la realización de tareas de apoyo para el seguimiento y control de los trabajos de diseño, desarrollo, implantación y mantenimiento" de la plataforma. El presupuesto base de licitación, para dos lotes, es de casi 450.000 euros y las empresas interesadas deben presentar sus ofertas antes del 14 de noviembre.

Los antecedentes

Será la siguiente fase natural de la T-Mobilitat una vez la integración tarifaria, tal y como anunció el Govern hace un par de semanas, haya llegado a todo el territorio catalán. Faltará, también, aplicar el cobro por distancia que haga olvidar el vetusto sistema de coronas. A día de hoy, al margen de estas tareas pendientes, los viajeros no disponen de una plataforma en la que informarse, reservar y pagar servicios de transporte público. Cada operador tiene su propia web, aunque hay aplicaciones, como el Dōcō de Renfe, además de Google, que permiten trazar rutas en función del precio, la rapidez o la sostenibilidad. También, en el caso de Barcelona, TMB aglutina la oferta de metro y bus de la ciudad, AMB Mobilitat tiene servicios metropolitanos y la aplicación Smou reúne los servicios de Bicing, taxi, zona verde y azul y aparcamientos de BSM. Pero falta lo que los ingleses llaman el 'big picture'; la mirada amplia, de largo alcance. Global. Es en esa liga, la de crear una auténtica malla catalana de transporte público, donde aspira a jugar la plataforma de la ATM.

Un usuario del Bicing pedaleando este agosto en Barcelona

Un usuario del Bicing pedaleando este agosto en Barcelona / Ángel García Martos

¿Pero dónde se pondrá la frontera? ¿Qué entrará dentro de la PIM? Explica Torres que la idea, aunque luego se abra la puerta a iniciativas 100% privadas, es incorporar "os servicios públicos", lo que incluiría, prosigue, las licencias públicas que exploten concesionarios privados. Tiene lógica, habida cuenta de que la propia T-Mobilitat tiene detrás un conglomerado de empresas privadas. Difícil listarlo todo, pero la plataforma incluiría toda la oferta de Rodalies y Ferrocarrils, los buses interurbanos y urbanos, los funiculares, los tranvías, los taxis, los sistemas de bici compartida y las licencias municipales de 'sharing' (motos y bicis, en el caso de Barcelona). De esta manera, la T-Mobilitat pasaría a ser el 'chico para todo' del transporte público en toda Catalunya, lo que evitaría los problemas de compatibilidad de billetes y tarifas que existen a día de hoy.