Promesa del Govern

La integración tarifaria del transporte público llegará a toda Catalunya en 2024

De la mano del despliegue de la T-Mobilitat, Territori aspira a unificar el año que viene precios y bonificaciones en las 12 comarcas que aún funcionan con título propios y al margen del resto

El Govern prevé que la T-Mobilitat esté operativa en toda Catalunya a finales de 2024

Barcelona pone punto final al soporte magnético en la T-usual y la T-casual

Validación de una T-Mobilitat en un vagón del Tram

Validación de una T-Mobilitat en un vagón del Tram / Jordi Cotrina

Carlos Márquez Daniel

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El 90% de las validaciones de transporte público de Catalunya se registran en el ámbito de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) de Barcelona. Pero el territorio es mucho más grande, y esas bondades iniciadas a principio de siglo, con títulos y bonificaciones unificadas, todavía no han llegado a todos los rincones del país más de dos décadas después. Sucederá, o ese es el deseo del Govern, durante 2024. Así lo ha anunciado este martes el director general de Transports i Mobilitat, Oriol Martori, que ha participado en una jornada profesional organizada por la Federación Empresarial Catalana de Autotransporte de Viajeros (FECAV).

Andén de la estación Sants Estació de la L3 del metro de Barcelona, en una fotografía de archivo

Andén de la estación Sants Estació de la L3 del metro de Barcelona / Ricard Cugat

Un ejemplo práctico para que se entienda la importancia de la medida. La última zona en entrar en la integración tarifaria fue la Garrotxa, que se incorporó en abril a la ATM de Girona. Con esta decisión, los usuarios del transporte público de la zona pueden disponer de títulos como la T-Mes, la T-10, la T-50/30 y, lo que seguramente es más importante, la T-Jove y la T-16. Sucede que los chavales de Barcelona disponen de bonificaciones que los jóvenes de las áreas sin integración no saben ni que existen porque los operadores de bus no las aplican. Integrarse también implica poder realizar transbordos entre dos o más líneas sin necesidad de volver a pagar el billete.

¿Pagar por distancia?

Por cierto, si no ven la T-Usual o la T-Casual en la lista anterior es porque, por ahora, son exclusivas del ámbito de la capital catalana. Ese es, de hecho, otro problema, pues hay cuatro zonas en Catalunya (Barcelona, Lleida, Girona y Camp de Tarragona) que funcionan como compartimentos estancos, es decir, que un trayecto que salte de zona no permite aplicar dicha integración. En un futuro indeterminado, lo ideal será disponer de un sistema tarifario unificado para toda Catalunya. Eso debería llegar de la mano de la T-Mobilitat, título de transporte cuya razón de ser final es el cobro por distancia recorrida. Es decir, que el viajero pagará al finalizar el trayecto en función de los kilómetros que ha cubierto, lo que pondrá, fin, entre otras cosas, a las coronas tarifarias.

Imagen de archivo de la estaciónde buses de Olot

Imagen de archivo de la estaciónde buses de Olot / David Aparicio

La asociación Promoción del Transporte Público (PTP) realizó hace unos meses un mapa en el que se ven las zonas que no forman parte de la integración tarifaria. Todavía hay 12 comarcas -además de Aran- que están fuera: todas las de las Terres de l’Ebre (Ribera d’Ebre, Terra Alta, Baix Ebre y Montsià), todas las del Alt Pirineu (Alta Ribagorça, Pallars, Sobirà, Pallars Jussà, Alt Urgell y Baixa Cerdanya) y las comarcas del Solsonès, el Alt Empordà y el Baix Empordà. La Selva y el Pla de l’Estany tienen una integración parcial, con municipios que están integrados y otros que no lo están. El Berguedà y el Ripollès están integrados en la ATM de Barcelona con un régimen especial, conocido como la séptima corona, que solo ofrece abonos de diez viajes a Barcelona, pero que no integra los trayectos con comarcas vecinas como Osona o el Bages.

Nuevas validadoras

Martori ha avanzado que el 1 de enero se integrará en la ATM de Lleida el Alt Pirineu y Aran, de manera que el resto se vayan absorbiendo durante los siguientes 12 meses. No es un trabajo sencillo, puesto que los operadores dejan de usar sus propios títulos de transporte, lo que implica, entre otras cosas, además de modificar la política de precios, cambiar las máquinas validadoras, que deberán estar pensadas para incorporar la T-Mobilitat, la tarjeta que también en algún momento de 2024 debería estar desplegada en toda Catalunya. De hecho, señala el responsable de Territori, una cosa lleva a la otra, puesto que sin integración tarifaria completa, es imposible que la nueva tarjeta llegue a todas partes.