¿Cómo se puede ayudar a las personas que están de duelo?

Dolor, lástima, aflicción o sentimiento. Así define la RAE la palabra duelo. Pero, como todas las personas que han pasado por esta situación saben, el duelo implica más, mucho más. La pérdida de un ser querido es una experiencia desgarradora y, al mismo tiempo, una vivencia que todos deberemos afrontar en algún momento de nuestras vidas. Y es casi imposible prepararse para el golpe.

Nadie ha encontrado aún la receta definitiva, que sirva para todos o al menos para la mayoría, porque cada persona lo afronta y sufre a su manera particular. Los especialistas en gestión del duelo indican que son muy importantes las primeras 24 horas tras la defunción para iniciar el proceso de duelo. Y para ello, es importante, que puedan fluir las emociones. Los rituales de velatorio y ceremonia son fundamentales para que estas emociones fluyan.

Así lo confirma Áltima, el grupo catalán líder en servicios funerarios, que, entre otras atenciones especiales, cuenta con un equipo profesional de asistencia. El servicio es gratuito y funciona durante 24 horas en los siete días de la semana. Aunque a menudo no reconforte en absoluto, dicen los expertos que el duelo es una respuesta natural y necesaria que hay que pasar para poder asimilar la realidad de la pérdida.  

Atención psicológica 24 horas

La pérdida de un ser querido desencadena un dolor inmenso que puede sentirse tanto a nivel emocional como físico. Pero, como se citaba, no hay una regla estandarizada de aplicación masiva. Algunas personas necesitarán más tiempo, otras menos, pero verbalizar y compartir el dolor suele ser un buen punto de partida.

Con el objetivo final de apoyar a las familias, Áltima apuesta por la atención integral. Comienza con una comunicación honesta, clara y empática, que presenta a los familiares las opciones disponibles para que puedan elegir la despedida ideal para su ser querido. Y continua con una asistencia completa y personalizada, porque sentirse acompañado y arropado siempre suele contribuir a paliar el malestar.

El equipo de psicólogos está disponible 24 horas y, en los casos más delicados, la atención se realiza de forma presencial, acompañando por ejemplo a los familiares a los velatorios para reforzar el apoyo. Y si la pérdida es de un niño o menor, una de las situaciones más dramáticas, se ofrecerán además sesiones de terapia en las que se tratará de que el familiar o familiares salgan del shock y recuperen la deseable estabilidad emocional y racional.

El duelo suele constar de varias fases: negación, ira, negociación, depresión y aceptación final. No todas las personas pasan por todas las etapas, y tampoco siguen el orden normal, porque el duelo trastoca el cuerpo y la mente de tal manera que puede alterar el comportamiento y la personalidad.

Grupos de apoyo

Es fundamental, como se comentaba, buscar apoyo en amigos, familiares y allegados, pero también en profesionales de la salud mental. Hablar sobre la pérdida y compartir emociones puede ayudar a normalizar la nueva situación y resultar crucial para la curación. El duelo es un proceso a largo plazo y no tiene un período de tiempo definido, por lo que es imprescindible tener paciencia, tanto con uno mismo como con los demás.

En este sentido, Áltima ofrece asimismo la posibilidad de participar en grupos de apoyo, a modo de terapia en compañía. La empresa catalana de referencia en servicios funerarios ha firmado acuerdos con compañías especializadas, como la Fundación AVES, SIPS y la Fundación Salud y Persona, para organizar estas sesiones terapéuticas y que los familiares puedan compartir y aliviar su dolor.

El objetivo del duelo no es olvidar a la persona perdida, sino aprender a vivir sin ella y seguir adelante, manteniendo intactos los recuerdos. Y es que conservar en la memoria al familiar que se fue puede ser una parte importante del proceso de recuperación, aunque dependerá de cada persona.

Para compatibilizar el recuerdo y la nueva etapa vital, Áltima propone otras alternativas de ayuda, como publicaciones en redes sociales a modo tanto de terapia como de homenaje, e incluso entrevistas, en las que otras personas que ya han pasado por el duelo relatan su experiencia y cómo la afrontaron y superaron.