Sínodo en el Vaticano

Xiskya Valladares, la 'monja tuitera': "Hay resistencias, pero no hay vuelta atrás en el avance de la mujer en la Iglesia"

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La monja tuitera Xiskya Valladares

La monja tuitera Xiskya Valladares

Irene Savio

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Xiskya Valladares es un caso a indagar. Es monja, mujer y tuitera. También va vestida con hábitos de religiosa, reivindica espacio para las mujeres en la Iglesia católica y tiene éxito. Mucho éxito. En TikTok la siguen 700.000 personas, en X (anterior Twitter) 77.000, y en Instagram, 43.000. Con este bagaje, esta religiosa nicaragüense afincada en Mallorca ha sido una de las 54 mujeres que por primera vez han participado con voz y voto en la primera fase de la reunión (la segunda será en 2024) para adaptar la Iglesia católica al siglo XXI, el llamado sínodo de la sinodalidad. "En el mundo se dice 'democratizar', en la Iglesia se llama 'sinodalidad'", cuenta en esta entrevista también atípica, dado que se llevó a cabo a través de preguntas a las que respondió con audios enviados a través de WhatsApp, ante la imposibilidad de un encuentro presencial en tiempos breves debido a la apretada agenda del sínodo.

Este sínodo... ¿éxito o fracaso?

Definitivamente un éxito. Todos los que hemos participado hemos podido embebernos de lo que realmente es la sinodalidad y de la potencia que tiene la sinodalidad para el futuro de la Iglesia. ¿Qué significa? Que en la Iglesia buscamos llegar al consenso a través de la oración y el discernimiento. Por eso el Papa dijo que [el sínodo] no es un parlamento.

¿Puede nombrar una medida concreta que se ha aprobado y que representa un punto y aparte para la Iglesia?

Por la primera vez en la Historia la Iglesia tiene claro que el ambiente digital es una cultura en la que hay que estar, también desde un punto de vista teológico. Es un hecho histórico. Otra novedad es todo el tema de la mujer. El documento se refiere a la dignidad bautismal de la mujer y todo lo que eso supone, con la recomendación de que se estudie el diaconado femenino de la mujer. 

Sin embargo, el diaconado de mujeres, que es el paso previo al sacerdocio femenino, también ha sido la cuestión sobre la que hubo mayor desacuerdo en las votaciones: 277 votos a favor y 69 en contra. ¿Por qué esta resistencia? 

Porque la Iglesia es muy grande y hay un sector que le cuesta ver esto. Me refiero al sector de África y Asia. 

¿Solo ellos se han opuesto?

Sí, aunque eso no quita que siga habiendo clericalismo y machismo también en algunos sectores de la Iglesia occidental. Pero en Occidente son cada vez menos. 

¿Ve realista la posibilidad de que las mujeres obtengan verdaderos espacios de poder dentro de las estructuras de la Iglesia?

Totalmente sí. Lo veo ya en el Vaticano y lo veo muy próximo en las diócesis. Ya hay esos avances en que las mujeres ocupen cargos, y en que estén presentes en todas las instancias de la Iglesia. [En el sínodo], se ha insistido mucho en que [las mujeres] sean parte de la formación de los seminarios y que incluso estén como jueces en los procesos canónicos judiciales. Ya se ha tomado conciencia clara del valor de la mujer en la Iglesia.

No hay vuelta atrás. 

Ya no hay vuelta atrás.  

En el mismo día en el que se votó el documento final del sínodo, en los alrededores del Vaticano hubo una manifestación de sectores tradicionalistas. ¿Continuarán las críticas?

Si ellos fueran honestos, pienso que el documento de síntesis les tendría que dejar en paz, porque no hay nada contrario a la doctrina como venían predicando. Pero esto no depende solo de que el documento no diga nada contrario a la doctrina, también es necesaria la voluntad de comunión con el Papa y con el sínodo por parte de estas personas. Yo creo que la Iglesia si quiere ser sinodal también tiene que escucharles a ellos, pero ahora trasladando estas escuchas a las diócesis sinodales. No es lo mismo criticar sin poner cara que sentarse a dialogar con un rostro concreto. 

¿Pero qué consecuencias cree que tendrá este sínodo sobre los equilibrios internos de la Iglesia?

No creo que vayamos a un cisma ni mucho menos. Este sínodo para nada ha ido en contra de la doctrina tradicional de la Iglesia. 

En España se acaba de publicar un informe que habla de miles de víctimas de abusos cometidos por clero. ¿Se ha hablado del tema?

Sí se ha hablado en el sínodo de los abusos. También de la necesidad de que haya tolerancia cero para el abusador y que no se revictimice a las víctimas: hay que buscar que la Iglesia sea un lugar seguro para todos y todas. Aparte de esto, creo que hay que esperar también el estudio de la Conferencia Episcopal.

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