James Martin, sacerdote y activista LGTBI: “Hay muchos curas gays y célibes. Es importante que se diga”

James Martin (Plymouth Meeting, EEUU, 1960) es un sacerdote jesuita, editor en jefe de la revista 'America' y futuro participante en el sínodo de los obispos que arranca el 4 de octubre. También conjuga su intensa actividad religiosa con la escritura de libros, algunos de los cuales han figurado en la lista de los más vendidos de 'The New York Times'. Precisamente algunas de estas obras son las que han generado, dentro del clero, tantos apoyos entusiastas como rotundos rechazos. Pero esa es la razón de su gran popularidad en EEUU y, cada vez más, también en el mundo. El motivo: su declarado activismo en favor de la comunidad LGTBI, cuya voz pretende que se oiga dentro de la Iglesia católica. Entrevistarle es como presenciar el paso de un meteorito cuya trayectoria aún se desconoce. 

Afirma que desea llevar la voz de la comunidad LGTBI al sínodo. ¿Cree que hay más interés dentro de la Iglesia por esta comunidad de lo que se piensa?

Personas que han participado en el documento de trabajo [el texto que define los temas a abordar durante el sínodo] me han dicho que la mitad de las diócesis de todo el mundo han mencionado la necesidad de una mayor acogida e inclusión de las personas LGTBI. Esto no se limita a Occidente, sino que se extiende por todo el mundo. Sin embargo, tampoco es sorprendente. A medida que más personas se identifican como LGTBI, más familias, parroquias y diócesis se ven afectadas. Por lo tanto, hay un interés natural y creciente en comprender cómo brindar atención pastoral a la comunidad LGBTQ.

 "La mitad de las diócesis de todo el mundo creen que debe haber una mayor inclusión de las personas LGTBI"

En el Sínodo, es posible que se siente al lado de católicos muy conservadores, algunos de alto rango y que rechazan sus posturas. ¿No es su objetivo una misión imposible?

Mi objetivo es escuchar al Espíritu Santo y creo que ese debería ser el objetivo de todos.

¿Se espera que surjan tensiones durante la reunión?

Eso es probablemente inevitable, pero no debemos temer a las tensiones. El primer sínodo en la historia de la Iglesia fue el Concilio de Jerusalén, que tuvo lugar alrededor del año 50 dC. Hubo mucha tensión en ese momento, pero el Espíritu Santo aún pudo actuar. 

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En cambio, ¿qué aberturas ve posibles?

Para ser sincero, realmente no sé qué esperar. Creo que en esta primera reunión [la siguiente será el próximo año] nos centraremos en cómo dialogar entre nosotros y escucharnos mutuamente.

"Es imposible determinar cuántos sacerdotes son gais por el estigma que aún existe sobre este tema"

Algunos dicen que la homosexualidad es omnipresente en la Iglesia, desde los seminarios a la cúpula del Vaticano. ¿Es así?

Sin duda, hay muchos sacerdotes gays castos y célibes en la Iglesia. Es importante que se diga. Sin embargo, insisto, es crucial señalar que estos sacerdotes llevan una vida casta y célibe, al igual que sus colegas heterosexuales, y dedican sus vidas al servicio en la Iglesia. Esto probablemente siempre ha sido así. En cuanto a cuántos sacerdotes son gais, es imposible determinarlo debido al estigma que aún existe en torno a este tema. Muchos han sufrido en silencio debido a las burlas, incluso mientras servían en la Iglesia. Estos sacerdotes han celebrado misas, bautizado a niños, celebrado matrimonios, visitado a enfermos en el hospital y enterrado a seres queridos.

"Es desconcertante que, en EEUU, las mismas personas que antes decían que nunca se debe criticar a un Papa, ahora lo hacen a diario con Francisco"

Algunas de las posiciones más conservadoras en la Iglesia proceden del clero estadounidense. ¿Por qué?

Es una buena pregunta. Tal vez se deba a que muchas personas admiraban al papa Juan Pablo II y a Benedicto XVI, como también es mi caso. Sin embargo, ahora el papa Francisco ha adoptado un enfoque diferente. En términos fundamentales, no ha habido cambios, pero algunas personas pueden sentirse confundidas. Lo que encuentro verdaderamente desconcertante es que en Estados Unidos, algunas de las mismas personas que sostenían que nunca se debía criticar a un Papa durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto, ahora lo hacen a diario bajo el pontificado de Francisco.

¿Cómo ve la disputa entre la Iglesia alemana y la estadounidense?

No lo veo como una lucha. Ambas Iglesias están respondiendo a lo que consideran las necesidades de su gente. Es cierto que algunos líderes de la Iglesia alemana pueden tener un enfoque más progresista en algunos aspectos, pero, en términos fundamentales, no hay diferencia. Al fin y al cabo, todos recitamos el mismo Credo los domingos.