¿Por qué Barcelona es una de las ciudades más amigables con las bicicletas?

La Ciudad Condal cuenta actualmente con 240 km de carriles bici distribuidos por la ciudad

A la hora de dar el paso es importante elegir el tipo de bicicleta que mejor se adapte a las necesidades de cada usuario

Un madre lleva su hijo en una 'cargo bike' por la Gran Via, este miércole

Un madre lleva su hijo en una 'cargo bike' por la Gran Via, este miércole / Jordi Otix

Xavier Pareja

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La movilidad es uno de los grandes retos a los que la sociedad debe afrontar en la actualidad.  El modelo actual, muy centrado aún en el uso de vehículos de combustión, supone un serio problema para el planeta. El transporte público, el uso de otros vehículos como la bicicleta o, simplemente, andar, son alternativas que poco a poco van ganando espacio y que realmente pueden ayudar a reducir las emisiones de CO2 que emite el transporte privado.

En Barcelona las bicicletas y los vehículos de movilidad personal (VMP) están ganando cada vez más espacio. Según los datos del Ajuntament, cada día se realizan 220.000 desplazamientos con estos vehículos en la ciudad, que cuenta ya con 240 km de carriles bici y espera finalizar el año con 272,6 km.

María Elisa Ojeda es una de esas personas que han apostado firmemente por el uso de la bicicleta. Esta arquitecta especializada en la redacción de proyectos de movilidad, convirtió su interés por este tipo de movilidad en su profesión. Y además de su trabajo en COMOBA, una consultora de proyectos de movilidad activa, también es la impulsora del proyecto “En Bici Sense Edat”, que pasea a personas con movilidad reducida en triciclos eléctricos adaptados para promover el envejecimiento activo.

“Las ciudades en las que la bicicleta es uno de los medios de transporte más utilizados son más amables, más tranquilas y mucho más sanas. Es una forma rápida y cómoda de moverse”, asegura la arquitecta barcelonesa. Barcelona, además, quitando los barrios de montaña, es una ciudad bastante llana para desplazarse con estos vehículos.

Los beneficios de moverse en bicicleta por la ciudad

“Coger la bici me da mucha alegría. Mientras estoy realizando algún trayecto siempre voy cantando o pensando cosas positivas”, afirma Ojeda. Y esa sensación parece que es muy común. El Bicicleta Club de Catalunya (Bacc), en uno de sus estudios sobre ciclismo urbano en Barcelona, desveló que las personas que se desplazan en bicicleta se sienten más libres y más felices. Pero esta forma de movilidad también tiene otros beneficios:

  1. Reduce las emisiones de CO2. Uno de los beneficios más obvios del uso de la bicicleta en las ciudades es la reducción de las emisiones de CO2. Un estudio de la revista Nature aseguraba que si todos los habitantes del planeta se movieran en bicicleta ahorrarían 696 millones de toneladas de CO2 anualmente. 
  2. Es saludable. La bicicleta no solo es sana para el planeta, también lo es para los seres humanos. Es una de las actividades aeróbicas más completas. La bicicleta reduce drásticamente el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, tonifica la musculación de las piernas y fortalece la espalda, entre otras.
  3. Mucho más económico. Una bicicleta es mucho más económica que un coche o una moto. Y no solo eso, necesita menos mantenimiento, no utiliza combustible y tiene una vida útil superior.

“El futuro de las ciudades pasará por las bicicletas. Los recursos naturales se van agotando y los combustibles fósiles son cada vez más caros y difíciles de conseguir. A pesar de ello, aún queda mucho trabajo por hacer y el principal obstáculo es el contexto. A las ciudades aún les faltan muchas cosas para ofrecer unas condiciones óptimas”, apunta Ojeda.

Bicicletas en la Diagonal de Barcelona

Bicicletas en la Diagonal de Barcelona / Ferran Nadeu

¿Qué bicicleta escoger para desplazarse por Barcelona?

El factor más importante a la hora de desplazarse en bicicleta por Barcelona es, sin lugar a dudas, escoger aquella que se adapte mejor a las necesidades personales. Según el estudio del Bacc, el 58,7% de los usuarios que circulan por los carriles bici de la ciudad lo hacen con vehículos electrificados (patinetes y bicicletas eléctricas). Una situación que se produce, sobre todo, en las zonas con más desnivel de la ciudad y entre los usuarios que hacen desplazamientos más largos.

“Lo más importante es conocer qué necesitas. Si vives en una zona con mucha pendiente siempre será la mejor opción, si tienes un piso pequeño es importante que sea plegable”, afirma la arquitecta barcelonesa. Pasa lo mismo con la selección de la ruta a seguir. Ojeda recomienda planificar con tiempo el trayecto y los carriles bici que se van a emplear.

Electrificación y transporte público

Más allá del uso de la bicicleta, los cambios en la movilidad requieren de una mayor profundidad. La reducción del uso del transporte privado, sobre todo aquel con motor de combustión, por ejemplo, reduciría notablemente los niveles de contaminación que sufre Barcelona. Más allá de la movilidad interna, casi medio millón de vehículos entran a la Ciudad Condal cada día. Medidas como la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) han eliminado 610.000 desplazamientos contaminantes.

Salida 24 de la Ronda Litoral, con un cartel que señala la zona de bajas emisiones.

Salida 24 de la Ronda Litoral, con un cartel que señala la zona de bajas emisiones. / Álvaro Monge

“Se tiene que hacer un uso racional del coche y esto es posible a través de las plataformas de alquiler de coches o de otras fórmulas como el ‘carsharing’”, explica la fundadora de “En Bici Sense Edat”. A todo ello también se debería de sumar el impulso del transporte público que, aunque crece año tras año, necesita de algunas inversiones para sumar a más personas adeptas. En este sentido, el RACC advertía que sobre todo hacía falta invertir en el transporte público metropolitano para reducir la cantidad de coches que entraban en la ciudad en días laborables.

Una Nueva Forma de Vivir

La lucha contra la crisis climática nos apela a todos. Se trata de un cambio colectivo que necesita de pequeños gestos individuales que vayan sumando. Una Nueva Forma de Vivir es un proyecto de Prensa Ibérica en colaboración con Endesa para mostrar a los lectores que hay cambios pequeños con los que se puede sumar mucho a lucha contra el cambio climático. A través de seis historias personales se tratarán temas como la economía circular o la biodiversidad, entre otros.