Biodiversidad

Multado un instructor de buceo con 100 euros por grabar a una cría de tortuga marina en Begur

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Un frame del vídeo de la tortuga careta grabado por Atienza en Begur.

Un frame del vídeo de la tortuga careta grabado por Atienza en Begur. / Jordi Atienza

Guillem Costa

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Los agentes rurales de la Generalitat han impuesto una sanción de 100 euros al instructor de buceo profesional Jordi Atienza por grabar con una cámara submarina (tipo GoPro) a una cría de tortuga boba (Caretta caretta). Atienza grabó al animal en Begur, Baix Empordà, el día en el que responsables del CRAM (Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos) liberaban a varios ejemplares de este quelonio en la playa de Sa Riera, a primera hora de la mañana.

La denuncia a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO asegura que Atienza perturbó a los individuos neonatos porque los grabó con una cámara subacuática que tenía flash. Sin embargo, el instructor, que fue el cámara profesional del programa de TV3 Thalassa, niega la mayor. "El flash se utiliza a veces para las fotos. Yo solamente hice vídeos", afirma. Pese a esto, un concejal del Ayuntamiento de Begur les comunicó a los rurales que vio la luz del flash. Atienza mantiene que es imposible: "Solo hace falta mirar los vídeos y ver cómo están grabados".

En el texto de la sanción enviada por parte de la Conselleria de Acció Climàtica se explica que Atienza no disponía de la autorización necesaria. "A mí nadie me advirtió de que necesitara ningún permiso. En el agua había otras personas nadando con gafas de submarinista. Es cierto que yo estaba realizando 'snorkel' con mi cámara y grabé las tortugas, pero no había ningún cartel que prohibiera el acceso al agua ni nada semejante", detalla el autor del vídeo.

El aviso le llegó días más tarde cuando subió una imagen a Instagram. Atienza recibió una llamada de los agentes rurales: "Me decían que habían visto la imagen, procedente de un instante del vídeo. Me llamó la atención que me siguieran en esta red social". El acta se levantó un día después, a partir de esta imagen. Cuenta que ha realizado fotos de animales marinos protegidos en muchas ocasiones. "Siempre lo hago con respeto, desde una distancia prudencial. Me dedico a esto. Ni se me pasaría por la cabeza tocar a la tortuguita".

"Es una contradicción"

Lo curioso del caso es que aquella mañana, en la playa había una gran expectación. Las crías de tortuga boba, de forma natural, tras haber salido de los huevos, suelen ir hacia la playa para empezar su vida en alta mar por la noche. En este caso, como los técnicos del CRAM retiran algunos huevos del nido para criarlos en cautividad, se liberaron a las siete de la mañana. Personal del ayuntamiento y muchos vecinos se agolparoan para observar el recorrido de las tortugas hacia el agua. Varias personas las tocaron, incluso un concejal sostuvo un ejemplar.

Expectación en la playa por la liberación de las tortugas careta.

Expectación en la playa por la liberación de las tortugas careta. / El Periódico

"Me llama la atención que con el espectáculo mediático que se organiza estén preocupados porque una persona ha grabado con distancia y respeto a los animales", opina Atienza, refiriéndose al hecho de que nadie le advirtió de la supuesta prohibición. En el agua no solo había bañistas: "También estaban las decenas de barcos que pueden dañar a las tortugas, como se ve en la imagen".

Atienza ya ha presentado alegaciones para no pagar la multa. Recuerda que otras personas nadaron junto a las tortugas de forma respetuosa e insiste: "No causé ninguna molestia ni impedí su libre movimiento cortando la trayectoria. Además, no utilicé flash ni realicé una inmersión, lo que implica un equipo de buceo, sino que solo me sumergí con aletas, máscara y un tubo". Añade que la finalidad de su vídeo es divulgar sobre la especie y concienciar sobre la importancia de protegerla.

Recorrido legal

Además, constata que nada frecuentemente en Begur, haciendo 'snorkel' y tomando imágenes submarinas de la biodiversidad subacuática de forma habitual. Destaca también que ha dado varias charlas sobre submarinismo sostenible y respetuoso, por lo que no entiende la sanción sin aviso previo ni advertencia alguna.

Las crías de tortuga boba tienen una tasa de supervivencia muy baja. Por este motivo, las puestas registran una gran cantidad de huevos, ya que un porcentaje muy alto no llegará a la edad adulta. No obstante, no son un animal en peligro de extinción, aunque sí una especie protegida. Como en la costa catalana todavía es poco habitual ver muchas puestas (este año ha sido récord), el CRAM y la Generalitat organizan un dispositivo para "hacer viable" su éxito. Este procedimiento ha sido criticado por varios científicos.

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