Lluvias abundantes

El primer gran temporal de verano alivia las cabeceras de los ríos en plena sequía

Las tormentas dejan algún rescate y cientos de incidencias en rieras y bajos de casas

Las reservas de agua de Catalunya, en su peor momento: "Ya hemos consumido todo que llovió en mayo y junio"

¿Cómo afrontan el último tramo de verano los pantanos y acuíferos en Catalunya?

Así está Barcelona por las fuertes lluvias

Así está Barcelona por las fuertes lluvias / Jordi Cotrina

Guillem Costa

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Tanto los acuíferos como los pantanos se encuentran en una situación preocupante. Estos últimos, han tocado fondo y han batido el récord negativo de esta sequía: en Catalunya, se situaban al 23,75% de su capacidad. Sin embargo, había la esperanza de que las lluvias llegaran y, al menos, frenaran esta caída en picado. Y finalmente, así fue. En dos días, las precipitaciones han dejado más de 100 litros en los Pirineos y fuertas tormentas en el litoral de Barcelona, que han remojado los suelos secos y han aliviado ríos y rieras, además de suavizar las temperaturas.

Pero como ocurre a menudo a lo largo de estos episodios lluviosos, el chaparrón ha provocado cientos de incidentes en todas las zonas de España afectadas por el viento y las tormentas. En menos de 48 horas, los bomberos de la Generalitat han recibido unos 400 avisos, sobre todo por árboles caídos y pequeñas inundaciones en los bajos de algunas casas o desperfectos en tejados. Algnos vecinos se han quedado sin electricidad momentáneamente, un problema que se ha resuelto al cabo de poco rato.

La actuación más importante ha tenido lugar en Vilassar de Mar (Maresme), donde un hombre de 75 años que iba en coche ha quedado atrapado en la riera. Los bomberos han podido sacarlo del interior del vehículo. En el Baix Llobrehat, se ha tenido que retirar un muro caído sobre un edificio y en L'Hospitalet de Llobregat ha caído un árbol de gran tamaño. Durante el sábado, cuando la borrasca entraba por el sur de Catalunya, el granizo cayó sobre las comarcas del delta del Ebro. Según ha adviertido el sindicato Unió de Pagesos, los arroceros sufrirán pérdidas de el 50% en sus cosechas, que ya habían sufrido los efectos de la sequía.

Cabeceras de ríos

Aunque las lluvias entraran en Catalunya por el sur, donde más se han acumulado ha sido en el litoral y en los Pirineos. Destaca la tromba de agua que se ha mantenido durante horas en el Maresme y el Barcelonès. No caía tanta agua desde los meses de mayo y junio, en unos episodios que sirvieron para aliviar ligeramente la situación de sequía pertinaz.

Destacan los 105 litros que se han registrado en Molló, en el Ripollès. De hecho, en esta comarca es donde más ha llovido con cantidades de lluvia importantes en Sant Pau de Segúries o Sant Joan de les Abadesses. En el Val d'Aran se han contabilizado 103 litros en Lac Redon. En Olot (Garrotxa) han caído 68 l., en Cabrils (Maresme), 67, y en Malgrat de Mar, 54.

Los registros en las comarcas del norte de Catalunya son trascendentes porque pueden acabar suponiendo un respiro para los embalses. Para que estos almacenes de agua se recuperen, es imprescindible que los ríos y las rieras, en sus cabeceras, fluyan con un caudal potente y abundante. Y esto es justo lo que se ha visto durante este fin de semana.

El río Ter, en su paso por Ripoll ha aumentado su caudal en pocas horas. En este río, están los embalses de Sau y Susqueda, dos puntos claves para el abastecimiento del sistema Ter-Llobregat, que hace llegar al agua a la gran mayoría de la población catalana. No se espera que las precipitaciones vayan a reflejarse inmediatamente en los datos de las reservas, pero sí podrían ayudar a frenar el descenso, además de revitalizar algunas zonas húmedas y rieras.

Por lo demás, el agua ha sido importante para rebajar el riesgo de incendio, que tras la larga ola de calor, era elevado en varias comarcas. El plan Alfa 3, activado por los agentes rurales, dejó de estar vigente en la mayoría de las lugares afectados por la restricción. La presencia de lluvias en bosques o prados es clave para que las plantas y los árboles puedan realizar el efecto esponja y almacenar reservas de este recurso en el suelo. En el sur de Catalunya, pese al granizo del sábado, las precipitaciones han dejado poca cantidad de agua. Lo mismo ha sucedido en las comarcas de Lleida, donde las lluvias han sido casi imperceptibles. En los próximos días no se esperan lluvias abundantes como estas.