Daniel Sancho Bronchalo en una foto publicada en su perfil de Instagram.

Daniel Sancho Bronchalo en una foto publicada en su perfil de Instagram. / Instagram / @danisanchobanus

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Alexandra Costa

Si ya de por sí el crimen que confesó Daniel Sancho es truculento, los detalles que se van conociendo 'a posteriori' sobre lo que hizo el hijo de Rodolfo Sancho entre el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta hasta que acudió a la policía a denunciar su desaparición también son perturbadores. Se sabe que compró un kayak por 1.000 dólares para deshacerse de parte del cadáver de la víctima en el mar. La mujer que le vendió el bote primero se negó, porque consideró que no era seguro salir de navegar de noche, pero luego aceptó porque la cantidad de dinero era "muy elevada". Además, le dijo para qué lo quería: "Me dijo que solo iba a fumar", cuenta. Sancho también hizo otra cosa antes de acudir a las autoridades: declaró el crimen a sus amigos, a los que envió varios mensajes, uno de despedida, por WhatsApp.

A pesar de estar detenido y bajo custodia policial hasta que el juez decretó su ingreso en prisión provisional este lunes, el hijo de Rodolfo Sancho tuvo acceso a su teléfono móvil y pudo ponerse en contacto con su familia, amigos e incluso algunos periodistas. A todos ellos no dudó en contarles lo que había hecho y cómo se encontraba.

La revista 'Lecturas' ha desvelado este jueves algunos de los mensajes que envió Sancho a sus amigos. "Siento que estéis teniendo que ser de esas personas que sufren esto", escribió. Sin embargo, no dudó en justificar su presunto asesinato de Edwin Arrieta: "Me estaba amenazando tanto a mí como a mi familia. Estaba defendiendo mi vida y la de todos los que quiero". "Algún día sabréis toda la verdad", manifestó, dejando entrever que no se ha contado todavía qué sucedió realmente y por qué habría decidido acabar de esa manera con la vida del colombiano.

"Olvidaros de mí"

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Posteriormente, 'El programa del verano' de Telecinco ha revelado más textos. Uno de sus mejores amigos, preocupado ante las informaciones que estaban surgiendo acerca de su implicación en el crimen, no dudó ponerse en contacto con él el sábado para saber si eran ciertas. La respuesta de Daniel no pudo ser más reveladora e inculpatoria: "Es verdad, la he liado", expresó.

"Olvidaros de mí. Estoy bien, no tenía otra opción" le dijo a continuación, siempre según fuentes del programa de Mediaset. Esas palabras dejan meridianamente claro que ya era consciente de la gravedad de la situación. En este sentido, la policía tailandesa está convencida de que se trató de un asesinato premeditado. Asimismo, los agentes confían finalizar la investigación en tres semanas, por lo que Sancho podría ir a juicio en septiembre.