Educación

Catalunya aún tiene 271 escuelas e institutos con amianto

Aragonès anuncia la inversión de 6,2 millones para la retirada de este material nocivo en 24 centros este verano

El Govern aprueba el plan para erradicar todo el amianto en Catalunya antes de 2032

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WhatsApp Image 2023 07 20 at 11.23.39 / Ricard Cugat

Helena López

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El 'president' Pere Aragonès y la 'consellera' de Educació Anna Simó han visitado este caluroso jueves la Escola Ramon Llull de Rubí (Vallès Occidental), uno de los 24 centros educativos en los que este verano el Govern tiene programados trabajos de retirada de amianto, material prohibido desde 2002. En este colegio de principios de los años 80 -en el que basta pasar unos minutos para confirmar que no está climatizado-, la actuación consistirá en el cambio de un enorme tejado de fibrocemente de 1.343 metros cuatros, todavía sobre las cabezas de alumnos y profesores este curso 2022-203. El Ramon Llull centro forma parte del total de 271 escuelas e institutos que aún contienen este material tóxico y que debería estar retirado para 2028. El ritmo de la operación, cabe decir, es lentísimo: en 2017 el censo incluía 291 centros: esta cifra no quiere decir que solo se hayan realizado trabajos en 20 edificios, sino que en este tiempo también se han detectado nuevos casos.

Estos trabajos se enmarcan en las 442 obras de mejora de centros educativos previstas para estas semanas de aulas vacías, que tendrán una inversión total de 50,9 millones (cantidad bastante superior a la que este mismo Govern invirtió en este tipo de actuaciones estivales el año pasado, cuando se invirtió 28,5 millones).

Las 24 actuaciones de retirada de amianto en recintos escolares suponen una inversión de 6,2 millones: 21 de ellas financiadas con fondos FEDER-REACT (5,8 millones) y las otras tres con fondos propios del Departament (387.000 euros). Esta operación es un paso adelante en el proceso de retirada de este material cancerígeno en los centros educactivos catalanes. El camino por recorrer todavía es largo, ya que a finales de los 70 y principios de los 80 se levantó buena parte del parque escolar, época en el que este material hoy prohibido era muy común por su bajo precio.

Objetivo 2028

La Generalitat, según ha respondido sin tener que pensarlo el 'president' -venía con la cifra aprendida-, tiene detectado amianto y "previstas actuaciones de retirada" en un total 271 centros educativos catalanes; lo que no quiere decir que no haya más: existe amianto oculto que no se detecta a primera vista.

En cuanto a los plazos para su retirada -24 de 271 se antojan pocos-, Aragonès ha señalado que el objetivo de su Govern es que en 2028 no haya ningún equipamiento público con material en su estructura -y "los centros educativos son prioritarios"-; y que en 2032 Catalunya debería estar libre de amianto.

Solo en el Vallès Occidental tienen localizados 30 centros con este material, la mitad de ellos en Sabadell, según ha explicado el arquitecto de los servicios territoriales de la zona, que ha especificado que, cuando termine este paquete de actuaciones, habrán resuelto el problema en un 60%.

Actuación doble

La macroactuación en la Ramon Llull de Rubí supone una inversión de 250.000 euros y la retirada de este material se aprovechará también para aislar la cubierta para adaptar el edificio a la situación de emergencia climática, mejorando de la ventilación del espacio bajo el tejado. En esta escuela también se sustituirán los canalones de fibrocemento por unos de plancha metálica, y se cambiarán los bajantes.

Plan de climatización

Un total de los 50,9 millones invertidos este verano en obras corresponden al Plan de choque para las altas temperaturas, el cual supone climatizar un espacio común de 104 centros (en su gran mayoría institutos, y en algunas escuelas infantiles de la Generalitat y escuelas de educación especial). Se trata de la primera fase del Plan de adecuación al cambio climático, que ya fue presentado en mayo y provocó una gran desilusión en la comunidad educativa, ya que dejaba a un lado las escuelas de primaria -cuyos edificios son titularidad de los ayuntamientos- y solo prevé instalar aire en un solo espacio común de los institutos, no en las aulas.

Aragonès ha recordado que durante el curso 2022-2023 se han repartido más de 9.000 ventiladores en centros educativos -otra medida polémica, ya que no pocas voces la consideran poco efectiva al limitarse a mover el aire caliente-, y que el plan de choque para las altas temperaturas prevé la instalación de elementos que mitigan el calor, como protecciones solares, fuentes, renaturalizar los espacios y potenciar los árboles y las sombras.

El plan de choque para las altas temperaturas en las aulas permite suspender las clases, pero no cerrar los centros

El 'president' -en medio de un patio duro- ha explicado también que el plan de choque incluye la elaboración de una guía de actuación ante los episodios de altas temperaturas -bautizada como POCAT-, que recoge la posibilidad de flexibilizar la actividad lectiva dentro del mantenimiento del horario de apertura del centro. Es decir, que los centros podrán modificar sus clases o incluso suspenderlas ante episodios de calor extremo, pero deberán permanecer abiertos durante su horario habitual. A la temperatura a la que estaban esta mañana de mediados de julio las aulas en este colegio de Rubí [muy similar a la que podrán alcanzar a principios de septiembre, cuando empiecen las clases el día 6] ciertamente hace difícil imaginarlas llenas de niños concentrados durante horas haciendo clases con normalidad.

De hecho, aunque el POCAT prohibe explícitamente cerrar los centros en episodios de calor, sí permite a las familias recoger a los niños y niñas antes de hora en situaciones extremas.