Reino Unido

Las escuelas de Londres se quedan sin alumnos: decenas de centros podrían cerrar en breve

La caída de la natalidad ya impacta en la escuela: miles de plazas de P3 quedan vacantes en toda España

El sistema educativo afronta el reto de perder el 20% del alumnado en 10 años por la baja natalidad

Una escuela de Londres

Una escuela de Londres / Reuters

Lucas Font

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Decenas de colegios de primaria en Londres están en riesgo de cerrar debido a la caída del número de alumnos en los últimos años. Un problema provocado por la huida de muchas familias del centro de la ciudad en busca de zonas más tranquilas para vivir o porque simplemente no pueden hacer frente al incesante aumento del precio de los alquileres y de las hipotecas. La situación está creando graves problemas de financiación para las escuelas públicas, que reciben sus fondos en función del número de alumnos inscritos.  

La falta de alumnado se debe a la marcha de las familias para buscar zonas más tranquilas o más económicas ante el incesante aumento del alquileres e hipotecas

Una de ellas es la escuela primaria Randal Cremer, en el distrito de Hackney, donde el gran tamaño de sus instalaciones contrasta con los pocos alumnos que hacen uso de ellas durante el recreo. Este es uno de los centros que cerrarán previsiblemente sus puertas en septiembre de 2024 debido a la caída en picado del número de alumnos. En su caso la cifra se ha reducido a la mitad en tan solo una década: de los 480 estudiantes con los que contaba el colegio en 2013 se ha pasado a 240 en la actualidad

El contratiempo del transporte

La jefa de estudios del centro, Jo Riley, da por hecho que deberá cerrar sus puertas y alerta del impacto que supondrá para los alumnos y para sus familias. “Esta escuela ha sido parte de la comunidad durante 150 años. Conocemos bien a las familias, los padres pueden venir a hablar conmigo si hay algo que les preocupa. Va a ser difícil para ellos tener este apoyo en el futuro”, explica en su despacho, rodeada de carteles y material educativo. Riley añade que el cierre del colegio supondrá un nuevo contratiempo para las familias a nivel de transporte. “Nuestras familias no son adineradas y para ellos será difícil gestionar el precio del autobús y el tiempo que supone llevar a los niños a un colegio más lejos”, asegura.

Pérdida de ingresos

El distrito de Hackney, en el este de Londres, es uno de los más afectados por la pérdida de alumnos. La junta de distrito asegura que este año han quedado 634 plazas vacantes, lo cual representa un 20% del total, mientras que en la última década se ha perdido el equivalente a 20 aulas. En términos económicos, esto supone una pérdida de cerca de 30 millones de libras anuales (unos 35 millones de euros) para los 58 colegios de la zona. “Muchos de nuestros gastos siguen siendo los mismos. Este es un edificio grande y antiguo, los costes de la energía no desaparecen y con el aumento de la inflación la situación ha empeorado todavía más”, lamenta Riley.

Para tratar de reducir las pérdidas, la junta del distrito ha propuesto el cierre de dos colegios y la fusión de cuatro centros en dos. Algo inevitable, según la concejal del distrito Anntoinette Bramble. “Con el tiempo, las escuelas afectadas por la pérdida de ingresos verán casi inevitablemente caer el rendimiento y los estándares. Es obligación legal del Ayuntamiento gestionar las plazas escolares y garantizar que las escuelas ofrezcan plazas de alta calidad a los niños”, aseguró a través de un comunicado a finales de marzo. El colegio de primaria Colvestone, otro de los centros afectados, se ha opuesto con firmeza a esta decisión y se está movilizando para tratar de evitarlo.

Precio de la vivienda

La junta del distrito atribuye la pérdida de alumnos a factores que escapan de su control, como el aumento del precio de la vivienda en toda la ciudad, especialmente en el este de Londres, una zona muy afectada por la gentrificación y por el descenso en la construcción de vivienda social. Esta situación ha obligado a muchas familias de bajos ingresos a desplazarse a otras zonas más baratas, según el profesor Paul Watt, experto en estudios urbanos de la Universidad de Birbeck. 

“Si las familias no pueden permitirse comprar una propiedad, no pueden acceder a vivienda social y no pueden pagar los alquileres en el sector privado, se ven obligadas a encontrar zonas con precios más asequibles”, señala el profesor, autor del libro ‘La regeneración urbanística y sus problemas: Vivienda pública, espacio y desigualdad en Londres’ (‘Estate Regeneration and Its Discontents: Public Housing, Place and Inequality in London’). “Londres se ha convertido en una zona cada vez más hostil para las personas de bajos ingresos”, afirma Watt, quien apunta a la desregulación del mercado en las últimas décadas como una de las principales causas. 

Caída de la natalidad y pandemia

Al problema de la vivienda se suman otros factores, como la caída de la natalidad -con un descenso del 17% entre 2012 y 2021 en Londres-; la llegada de la pandemia y sus consecuencias en términos de flexibilidad laboral y teletrabajo; y también el Brexit, que ha provocado el regreso de muchas familias a sus países de origen. Una “tormenta perfecta” según la educadora Riley, quien añade que el traslado de alumnos a los centros privados también ha supuesto un golpe para la educación pública. 

La pérdida de alumnos en las escuelas de Londres ya está teniendo un impacto en la configuración social de los barrios, según el sociólogo David Madden, profesor de estudios urbanos de la London School of Economics. “El cierre de importantes instituciones comunitarias y elementos de infraestructura social, como escuelas o centros comunitarios, también conlleva costes. Poco a poco, la vida se hace menos habitable, sobre todo para los hogares con menos recursos, que no pueden permitirse sustituir los servicios e infraestructuras sociales públicos por otros privados”, explica el profesor. “Este sufrimiento social es innecesario y está distribuido de forma desigual”, sentencia.