Catalunya ya nota la pérdida de alumnado: del cierre de escuelas familiares a la integración en la red pública

En los próximos 10 o 15 años, debido a la baja natalidad, las aulas de infantil, primaria y secundaria se verán mermadas con un 20% menos de alumnos y alumnas, según las previsiones del centro de políticas económicas EsadeEcPol. El cierre de escuelas -apuntan los especialistas en política educativa- es una clara consecuencia del descenso demográfico. Las más penalizadas son las concertadas pequeñas, algo que en Catalunya ya está empezando a suceder. Algunas cerrarán y otras podrán integrarse en la red pública siempre que cumplan las condiciones que marca el decreto de integración de centros. Dos de los principales requisitos son que haya necesidad de plazas en la zona y que el estado de las instalaciones sea óptimo.

Por ejemplo, la escuela concertada Nostra Senyora del Carme de Barcelona, en el barrio de Sants, comunicó el pasado febrero al Consorci d'Educació que cerrará el próximo curso. Fundado en 1927, el centro tiene una sola línea (un aula por curso) y este año académico acoge a 185 alumnos entre educación infantil (15 en primer ciclo y 40 en el segundo) y primaria (130). El motivo del cierre es la pérdida de alumnado, agravada por la pandemia. La dirección considera inviable plantear su paso a la red pública, dada la amplia oferta que hay en el barrio y la precaria situación de las instalaciones. También anunció su cierre el curso pasado la escuela Roig Tesalia (Barcelona), un colegio concertado y laico de una línea, muy familiar y arraigado históricamente en Horta-Guinardó.

Apenas un mes después de que el Parlament aprobara modificar el decreto ley que regula la incorporación de centros educativos a la red pública, que salvó del cierre a la Academia Cultura de L'Hospitalet de Llobregat, el Departament d’Educació integró este centro concertado en la red del escuelas públicas catalanas. Esgrimido por las familias de los 319 alumnos de infantil, primaria y ESO, el argumento fundamental para la reconversión fue la necesidad de escolarización del barrio de la Torrassa.

Este curso, la Escola Projecte de Sarrià-Sant Gervasi también pasó a formar parte de la red de escuelas públicas con el nombre de Institut Escola Projecte y una oferta de 340 plazas de infantil, primaria y ESO. Desde 2019, se trata del sexto centro concertado integrado en el circuito público. Los 30 profesionales que trabajaban en la escuela, entre docentes y personal administrativo y de servicios, también pasaron a la red pública.

De cara a próximo curso, el Departament d'Educació ha anunciado la incorporación de otras cuatro nuevas escuelas hasta hoy concertadas, lo que hará ascender hasta 15 el número de colegios que cambian de titularidad. La última anunciada es la Mare de Déu de la Soledat, en del distrito de Sant Andreu, en Barcelona, una escuela de una sola línea con 206 alumnos matriculados este curso 22-23 y que incluye las etapas de segundo ciclo de educación infantil (51 alumnos) y primaria (155).

Escuelas de 0-6

El descenso de la natalidad es un factor que el Departament d'Educació ya considera en sus planes de futuro. Hace un año, el 'conseller' Josep Gonzàlez-Cambray aseguró que la 'conselleria' se abría a estudiar una idea propuesta por el Marc Unitari de la Comunitat Educativa (MUCE) según la cual, aprovechando que el descenso de la natalidad va a dejar espacios en las escuelas públicas, se podrían impulsar centros de educación infantil de 0-6 años con identidad propia, de modo que la etapa 0-3 y la 3-6 queden estrechamente vinculadas. El MUCE argumenta que este ciclo de 0-6 es una realidad conceptual consolidada, y prueba de ello es el nuevo currículum de educación infantil que engloba precisamente esa franja, lo que contribuiría a subrayar la importancia de la escolarización temprana. “Son decisiones que tenemos que hablar con los ayuntamientos y las tomaremos con ellos", señaló, recordando que las escuelas rurales ya contemplan la etapa 0-6 como una unidad.