Educación en Catalunya

El 50% de alumnos de 4º de la ESO solo se plantean 10 profesiones por la falta de orientación escolar

LLega 4º de ESO y tu hijo no sabe qué estudiar: claves para orientarle

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A1-165803207.jpg / ZOWY VOETEN

Helena López

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Las insostenibles cifras de abandono escolar prematuro y el igualmente insostenible estrés y agobio al que muchos adolescentes están sometidos al terminar las educación secundaria obligatoria podrían -y deberían- evitarse con una mejor orientación. De hecho, un estudio de la OCDE apunta a que la falta de asesoramiento eficaz lleva a que la mitad de los alumnos de cuarto de la ESO apenas se planteen 10 profesiones, lo que puede lastrar el horizonte profesional de los jóvenes.

Los expertos coinciden en que la orientación debería empezar mucho antes -que no caiga todo como una losa en cuarto de ESO-, a la que se debería dedicar tiempo -no meterlo con calzador en la tutoría, como todo aquello que no se sabe bien dónde encajar- y recursos [de nada sirven grandes planes sobre el papel si no van acompañados de dinero para poder llevarlos a cabo]. Todo ello, además, acompañado de un cambio social que pase, entre otras cosas, por enterrar de una vez por todas los prejuicios hacia la formación profesional, que muchas veces acaban empujando (con la mejor de las intenciones) a los chavales a estudiar un bachillerato que no desean o para el que no están preparados ('spoiler': sale mal).

Montserrat Oliveras i Bagués, psicóloga y orientadora profesional, tiene claro que el problema de base es que no existe la orientación como derecho. "No hay un sistema orientador, depende de cada centro, del interés que tenga, de la sensibilidad, de los recursos, del personal - reflexiona la cofundadora de DEP Institut y Educaweb-. Así que en un centro se hace bien, en otro, regular, y, en otro, se programa solo una visita al Saló de l'Ensenyament", la feria que este miércoles ha abierto sus puertas.

Los especialistas también reclaman enterrar los prejuicios hacia la formación profesional

Sistema desigual

Hasta que se apruebe el decreto de orientación en el que el Departament está trabajando -un texto que será de obligado cumplimiento y organizará y estructurará la orientación en todo el sistema educativo-, cada centro lo hace, en resumen, como puede.

Oliveras i Bagués tiene claro que una de las claves es empezar en primaria. "La hacen en cuarto de ESO porque es cuando hay un ultimátum, es el momento de la transición más evidente y hay que apagar fuego, pero los niños a partir de los 7 años ya tienen preferencias. En el imaginario de estas edades ya se comienzan a ver las tendencias hacia una profesión o hacia otra, y es ahí cuando hay que empezar a incidir, para abrir ese abanico.

"Dejar la orientación para cuarto de ESO genera un estrés añadido en los adolescentes en una etapa en la que ya están expuestos a muchos cambios", señala una especialista

En su estudio de referencia, la OCDE también señala que las aspiraciones de la mitad de los adolescentes de cuarto de ESO, reducidas a una decena de profesiones, tienen un sesgo de género muy marcado. Ellas optan, por ejemplo, por ser maestras, doctoras, psicólogas y abogadas, mientras que ellos prefieren ser profesionales de las TIC, policías, ingenieros o profesores.

La orientación temprana es muy importante para romper con eso", apunta la orientadora, quien tiene claros los tres elementos de la toma de decisión. El primero, el autoconocimiento; el segundo, explorar la oferta y conocer los itinerarios, y, el tercero, conocer el mercado de trabajo. Según un informe del CEAC, más del 50% de los jóvenes afirma "no tener ni idea qué hacer en acabar el bachillerato". Según un informe del CEAC, centro de formación especializado en el acceso al mercado laboral, más del 50% de los jóvenes afirma "no tener ni idea qué hacer en acabar el bachillerato".

Ejemplo de buenas prácticas

A ojos de Marta Caño Valls, directora del instituto Maria Espinalt, de Barcelona, que los chavales salgan del instituto con una vocación, sabiendo qué les gustaría ser, debería ser uno de los objetivos de la educación secundaria. Así lo creen en el instituto que dirige, referente, pese a su juventud -es un centro de reciente creación- en este campo. "La orientación forma parte de lo que venimos a hacer aquí", señala la docente. Es por ello que el Maria Espinalt lo ha incorporado al currículo. En tercero de ESO tienen un espacio de aprendizaje -como llaman aquí a las materias- de Orientación. Cada 15 días, en grupos reducidos. Una semana media clase y la siguiente la otra media, para poder trabajar de forma más individualizada. 

"La orientación suele hacerse en las tutorías, pero ese tiempo es insuficiente", afirma la directora del instituto Maria Espinalt de Barcelona

Descubrirse a uno mismo

El primer trimestre trabajan el autoconocimiento, descubrir sus capacidades a través de dinámicas y tests, y, el segundo, lo dedican a mirar qué ofrece el sistema educativo que encaje en esas capacidades.

Un trabajo de autoconocimiento y de orientación, que no es poco y que necesita tiempo; un tiempo que de forma estructural y sistémica sistema no ofrece. "Sacrificamos tiempo de otras cosas para dedicarlo a eso porque creemos que es importante, pero se supone que la orientación hay que hacerla en tutoría y para nosotros ese tiempo es insuficiente”, relata la docente, quien considera que es vital empezar con esa orientación en tercero porque en cuarto ya tienen que elegir algunas materias. "Empezamos en tercero para que vayan construyendo un camino, y en cuarto ya pasamos a una orientación más individualizada, poniendo por escrito lo que han hecho en tercero", continúa. 

En cuarto, siguiendo con el ejemplo del Maria Espinalt, tienen un "espacio de investigación activo" donde trabajan de forma globalizada varias materias y, un trimestre, lo dedican a su propia orientación. El reto es buscarse la vida para descubrir hacia dónde se quieren encaminar.

En paralelo, hacen reuniones con las familias, ahora en febrero, explicando las posibilidades de cada alumno, y una jornada de orientación con familias, alumnos y exalumnos que explican su experiencia.

Y después de la ESO, ¿qué?

Pero, una vez tomada la primera decisión, ¿qué? Caño subraya que la orientación no puede terminar con la ESO. “El bachillerato a veces es bastante machacante, hay familias que aún no ven bien que sus hijos no lo cursen, les apuntan pese a las recomendaciones, y a veces esos chicos lo pasan mal y hay que seguir acompañándoles”, señala Caño, quien destaca la importancia de acabar con el mito de que si no estudias bachillerato no irás a la universidad. “Las familias tienen un papel muy importante. Ahora por suerte hay muchos caminos para llegar a la universidad. Hay chicos que en cuarto no están maduros, pero después de hacer un ciclo formativo de grado medio, sí”, concluye.

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