Fauna protegida

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Vencejo común.

Vencejo común. / pixabay

Guillem Costa

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En esta época del año es muy habitual encontrar polluelos de ciertas especies de ave en el suelo. "Para algunos, existe la tentación de intentar criarlos en casa, con toda la buena intención del mundo, para después liberarlos. Pero esto es un error". Así de tajante se muestra Albert Porté, director del centro de fauna de Vallcalent. Algunos ciudadanos incluso van a comprar jeringuillas para tratar de dar de comer a estos polluelos indefensos, que en la mayoría de casos han caído del nido.

El camino para que estas crías de aves salven su vida es conseguir que lleguen a uno de estos centros, en los que estos días se acumulan cientos de polluelos encontrados en la calle. "Parece que estén heridos, pero en la mayoría de casos no es así. A veces, en entornos naturales, sus padres los alimentan aunque hayan caído del nido", dice Ricard Casanovas, del servicio de Fauna y Flora de la Generalitat. Solo hay que intervenir cuando la vida de este pájaro corre peligro, porque está en medio de la calle o en una zona donde puede ser depredado, por ejemplo, por gatos domésticos.

En caso de que haya que intervenir, si el nido está cerca, se puede devolver la cría al nido y comprobar si sus padres lo alimentan. En caso de que no, lo que recomiendan los expertos es meter al animal en una caja de cartón para que, con la falta de luz, se tranquilice. Entonces se debe llamar a los agentes rurales o al 112 para que te deriven con los rurales.

Cada año hay organizada una red de salvamento pensada para recuperar todo tipo de aves protegidas que se hayan alejado peligrosamente del nido. "La Generalitat tiene un convenio con varios veterinarios que se encargan de cuidar y trasladar las crías afectadas hasta los centros de fauna", explica Casanovas.

Por lo tanto, los rurales, en función de dónde esté el animal, aclararán en cada caso a qué clínica veterinaria se debe acudir. En total, este 2023, hay 122 veterinarios que colaboran con el proyecto, en 27 comarcas. Donde más vencejos se recogen es en Barcelona. El último año, solo la clínica Solvet recuperó a más de 1.600.

Lo que no se debe hacer bajo ningún concepto es dar leche, pan mojado o agua a estos animales. Tanto los vencejos como las golondrinas son pájaros insectívoros que se dedican a cazar moscas, mosquitos y compañía mientras vuelan. Por lo tanto, cualquier tipo de alimento que no sea este va a perjudicar al animal y va a complicar sus posibilidades de supervivencia. Lo más importante, aseguran desde los centros de fauna, es avisar a los agentes rurales tan rápido como sea posible para que el tiempo que el polluelo tarde en llegar al centro sea el mínimo posible.

Las especies de aves no protegidas, como la paloma torcaz o la tórtola turca, bastante habituales en las ciudades, no se admiten en estos centros. Es decir, que en este caso, llamar a los agentes rurales no es necesario. De encontrarse pequeños mamíferos heridos se debe proceder de la misma forma.

Lo que sí recalcan los expertos es que, en caso de encontrar una cría de corzo o de ciervo en el campo, lo más importante es alejarse. "Seguramente su madre la estará cuidando y simplemente se habrá alejado durante un rato. Es importante no tocarlo ni acercarse. El olor humano podría provocar que su madre lo abandonara", advierte Casanovas.