Celia Gutiérrez, escritora asexual: "No todas las personas sienten atracción sexual y quieren tener sexo"

Celia Gutiérrez comenzó a intuir que era asexual a los 15 años y, como no encontró demasiada información sobre su orientación sexual, una de las más invisibilizadas, decidió investigar y escribir una especie de manual, 'La Revolución (a)sexual', donde arroja luz sobre qué significa, cuáles son los referentes y los errores más frecuentes en torno a la asexualidad. Firma con un pseudónimo y prefiere no mostrar su rostro, lo que da cuenta de los perjuicios que aún existen hacia las orientaciones sexuales disidentes.

"A las personas asexuales se las tacha como un problema, en vez de entender que el sexo no es de interés universal"

¿Qué es y qué no es la asexualidad?

La asexualidad es una orientación sexual en la que no se siente atracción sexual hacia nadie. La sexualidad humana es compleja y está compuesta por numerosas partes. La orientación es una de esas partes y se caracteriza por indicar hacia quién se siente atracción sexual, hombres, mujeres, etc. La asexualidad, al ser una orientación, funciona de la misma manera, pero no se siente atracción sexual hacia nadie.

¿Las personas asexuales pueden tener relaciones sentimentales o sexuales?

Sí. La asexualidad solo hace referencia a la no atracción sexual, pero esta es solo una de las múltiples atracciones que se pueden sentir. Por ejemplo, se puede experimentar atracción sexual sin atracción romántica y viceversa. Por eso las personas asexuales pueden sentir atracción romántica y tener relaciones de este tipo si así lo desean.

En cuanto a las relaciones sexuales, también pueden tenerlas. El deseo sexual se divide en primario, querer hacerlo por placer propio, o secundario, por cualquier otra razón, como disfrutar del momento en sí aunque no se experimente placer en el sentido tradicional o tener hijos, entre otros motivos.

¿Hay varios tipos de asexualidad?

No hay ‘tipos’ de asexualidad, sino un reconocimiento de que la sexualidad no es tan dicotómica y tajante como se podría pensar. Por ese motivo, las comunidades asexuales han creado un modelo teórico, para tratar de explicar esta complejidad. Se llama ‘espectro asexual’ o ‘triángulo de AVEN’, en el que, a través de una escala de grises, se reconoce la variedad. Así, el negro representa a los asexuales. El blanco, al extremo contrario y todos los grises, a esas situaciones que no entran en una categoría ni en otra. Personas cuya atracción sexual tiene tan poca intensidad y/o frecuencia que no sienten que encajen en la definición tradicional de las orientaciones homosexual, heterosexual, bisexual... pero tampoco sienten que la palabra ‘asexual’ les defina completamente.

"Las personas asexuales pueden sentir atracción romántica y tener relaciones sexuales, aunque no se experimente placer en el sentido tradicional"

¿Por qué decidió escribir el libro?

Porque es lo que me hubiera gustado tener a mí en su momento. Cuando descubrí que era asexual, quise informarme para conocerme a mí misma al máximo. Para ello, utilicé internet, la principal y prácticamente única plataforma que tenemos las personas asexuales para conocer nuestra orientación. Sin embargo, la información es difícil de encontrar y está diseminada. Los recursos son escasos y la mayoría están en inglés. Para solucionar ambos problemas, decidí escribir el libro.

¿Cuándo y cómo se dio cuenta de que es asexual?

Cuando tenía 15 años. Como la mayoría de casos, lo supe gracias a internet. Encontré la palabra ‘asexual’ por casualidad, por lo que empecé a buscar información. Los testimonios de otras personas me ayudaron muchísimo, porque aliviaron el sentimiento de soledad, me dieron una comunidad, comencé a sentirme comprendida, porque describen exactamente las vivencias, pensamientos y sentimientos, por lo que puedes identificarte fácilmente. A medida que leía más, más me identificaba con ello, por lo que asumí que era asexual.

¿Cuáles son los principales problemas que afrontan las personas asexuales?

El principal problema es la falta de información, que impide tanto a las personas asexuales conocerse a sí mismas, como al resto de personas entenderlas y respetarlas. Otro problema son los estándares de la sociedad actual, hipersexualizados, lo que genera unas expectativas que las personas asexuales no pueden alcanzar. Además, se asume que esos estándares son universales, por lo que cuando alguien no los cumple, es un problema de esa persona, que tiene que esforzarse en corregir. Entre los estereotipos está la asunción de que todas las personas, por defecto, sienten atracción sexual. También se asume que todas las personas quieren tener sexo, lo que en ciertos casos de personas asexuales no se cumple, por lo que se las tacha como un problema, en vez de entender que, simplemente, el sexo no es de interés universal.

"El principal problema es la falta de información, que impide tanto a los asexuales conocerse a sí mismos, como al resto entenderlos"

¿Cuáles son las principales reivindicaciones?

La principal meta es la difusión de información. Lograr que todo el mundo conozca la existencia de esta orientación sexual, de manera no sesgada y realista, que entienda a las personas asexuales y que, en paralelo, esto les haga reflexionar sobre los estándares que durante tanto tiempo se han asumido como verdaderos y universales, para darse cuenta de que en realidad no es así.

¿Qué podrían hacer las administraciones para ayudar a normalizar esta orientación?

Lo que se hace para visibilizar el resto de la diversidad sexual: ser consciente de las múltiples posibilidades que existen dentro de la sexualidad e incorporarlas en la cotidianidad de manera natural y no forzada. Al igual que se están haciendo grandes esfuerzos para eliminar la heteronorma, como por ejemplo, no asumir que los niños tienen novia y las niñas, novio, se pueden hacer esfuerzos similares en referencia a la asexualidad. Y cuando se explique la diversidad y las orientaciones sexuales, no pasar la asexualidad por alto.

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