Cambios en la Iglesia católica

El Papa cesa desde el hospital al polémico secretario de Ratzinger

Los jesuitas, orden a la que pertenece Francisco, expulsan a Marko Rupnik, el sacerdote acusado de abusos

Georg Gänswein, secretario de Ratzinger: "El diablo ha actuado contra Benedicto XVI"

El choque frontal que se avecina dentro de la Iglesia de Francisco

El papa Francisco, con niños con cáncer

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Irene Savio

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En la culminación de rumores e intrigas que han durado más de medio año, precisamente desde la muerte en diciembre de Benedicto XVI, el Vaticano ha comunicado este jueves que el Papa ha tomado su decisión sobre el secretario de su predecesor. Por voluntad de Francisco, Georg Gänswein ha sido destinado a su sede de origen en Friburgo, en el sur de Alemania. 

El traslado de Gänswein se realizará el próximo 1 de julio y, en el escuetísimo comunicado vaticano, no han sido proporcionadas informaciones sobre el cargo que el prelado tendrá. Lo que ha sido interpretado por los vaticanistas como la señal de que, de momento, no ejercerá tarea alguna. 

La decisión, eso sí, fue tomada a raíz de que Gänswein concluyó el 28 de febrero pasado sus tareas como responsable de la Casa Pontificia, una suerte de jefe de protocolo del Vaticano. Cargo del cual, como él mismo reveló en los pasados meses, ya había sido apartado en 2020 por Francisco, bajo el argumento de que debía ocuparse integralmente de la salud del Papa emérito.

Agenda apretada

La decisión se ha hecho pública en un momento delicado para Francisco. Eso es, después de que tuviera que ser sometido la semana pasada a una operación de hernia abdominal, de la que, según sus médicos, se ha recuperado. Tanto así que el Vaticano ya ha anunciado que este viernes abandonará el hospital romano Gemelli, en el que ha estado ingresado nueve días.

En efecto, con el horizonte puesto en una serie de reformas dentro de la Iglesia y sus esfuerzos para acabar con la guerra de Ucrania, al Papa le espera una agenda cargada de citas y decisiones. De hecho, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, ya anunció una reunión con Francisco la semana que viene, y acaba de llegar a Roma el metropolita ortodoxo ruso Antoni de Volokolamsk, presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú.

Una circunstancias que tal vez expliquen la necesidad del Papa de cerrar etapas, sobre todo después de que Gänswein publicara un libro libro biográfico, "Nient'altro che la verità" (Nada más que la verdad), en el que aseguraba que Francisco le criticaba por algunos temas de su gestión. Por tradición, los secretarios de los papas, desde Loris Capovilla, pasando por Pasquale Macchi hasta Stanislao Dziwisz, regresaron a las diócesis de origen una vez fallecidos los pontífices.

Jesuita expulsado por abusos

No ha sido el único movimiento del día dentro de la Iglesia católica. La Compañía de Jesús, orden a la que pertenece el papa Francisco, ha expulsado al sacerdote jesuita Marko Rupnik, conocido por ser el autor de mosaicos en las iglesias de todo el mundo y que había sido acusado de cometer abusos contra varias religiosas.

La decisión se tomó "debido a su obstinada negativa a observar el voto de obediencia", explicaron los jesuitas, en una carta firmada por el consejero general de la orden, Johan Verschueren. Este último también señaló que al sacerdote se le dio "una última oportunidad" para conseguir la paz con "su pasado" y "dar una señal clara a las personas afectadas que testimoniaban contra él”. La rechazó

Por esta razón, Rupnik tiene ahora 30 días para apelar esta decisión y transcurrido este plazo, la expulsión será definitiva. Ya desde hace varios meses, cuando estalló el caso, los jesuitas admitieron que Rupnik había sido sancionado con algunas restricciones después de una investigación por abusos sexuales y psicológicos a religiosas en los años 90, a pesar de que habían prescrito.