sentencia en Barcelona

Condenado el ICS a indemnizar a una mujer que quedó estéril tras una cesárea

Condena a Salut por no detectar un tumor que provocó la amputación de un brazo

Condena por una mortal operación de próstata

Hospital Vall d'Hebron

Hospital Vall d'Hebron / El Periódico

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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G. S. empezó a tener contracciones a finales de junio de 2014. Esperaba su segundo hijo. Una noche rompió aguas y fue al hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde le hacían el seguimiento. Empezó a dilatar, pero el bebé era grande y no salía. Al final, los médicos le practicaron una cesárea. Al extraer el feto y a causa de una maniobra inadecuada, la paciente sufrió una gran hemorragia, lo que obligó a extirparle el útero. Se quedó estéril.

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha confirmado la condena contra el Institut Català de la Salut (ICS) y una compañía aseguradora, que deberán pagar 89.000 euros, más los intereses legales, a G. S. y a su marido por los perjuicios derivados de la "inadecuada prestación sanitaria" recibida en el hospital.

Han sido años de litigio. En febrero de 2017, el ICS rechazó la reclamación de la mujer, representada por el abogado José Aznar Cortijo, de Verdún Legal. Sin embargo, el Juzgado Contencioso-Administrativo número 16 de Barcelona le dio la razón y le concedió la indemnización. La administración sanitaria catalana no aceptó este fallo judicial y recurrió al TSJC que, ahora, ha desestimado sus argumentos y ha confirmado la condena.

La sentencia avalada por el TSJC recoge que la mujer ingresó en el hospital Vall d'Hebron a las 43 semanas de gestación. Tenía 35 años y esperaba su segundo hijo. Durante el control del parto se le suministró analgesia peridural. Al cabo de unas horas, la paciente llegó a la completa dilatación, pero el bebé no podía salir. Los médicos decidieron entonces practicarle una cesárea. La extracción fetal fue "dificultosa", detalla el juez, aunque finalmente nació un varón de casi cuatro kilos.

La extracción del feto

Esta maniobra produjo una "importante hemorragia" y el intento de controlarla (a través de una hemostasia) con puntos de sutura afectó al trayecto del útero. Ante "la imposibilidad" de frenar el sangrado, los facultativos decidieron extraer el útero (histerectomia) y un especialista en urología le reimplantó el uréter a la vejiga, colocándole un catéter.

La resolución sostiene que la extracción fetal fue lo que acabó provocando un desgarro en el parametrio (tejido graso y conjuntivo que rodea el útero). Fue al intentar sacar la cabeza del bebé. Para el juez, "el desgarro se produjo debido a una maniobra intempestiva" que "sin duda" debe considerar contraria a los protocolos. "El hecho de que nos hallemos ante un desgarro rarísimo", insiste, evidencia "la inadecuación de la maniobra al tratar de extraer la cabeza".

A su entender, se podrían haber tomado otras medidas. El magistrado aprecia "una falta de diligencia durante la práctica de la cesárea" que generó la hemorragia" a la mujer, lo que hizo "necesaria la práctica urgente" de la extracción del útero. En su opinión, "es evidente" que los perjuicios ocasionados a la paciente "guardan relación con el desgarro sufrido que, tras la hemorragia, al margen de las lesiones, provocó la esterilidad" de la mujer "de por vida".

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