Investigación judicial

La acusación sostiene que Alves fabricó su versión obligado por las pruebas en su contra

La última versión de Alves tampoco aclara la distribución de las huellas en el lavabo

La 'suite' de Sutton, una pieza clave en la causa de la violación de Alves

La abogada de la víctima rechaza la excarcelación del jugador e insiste en que la relación no fue consentida

Dani Alves

Dani Alves / Washington Alves / REUTERS

Guillem Sánchez
J. G. Albalat
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La abogada que representa a la víctima de la presunta agresión sexual del exjugador del FC Barcelona, Dani Alves, sostiene que el futbolista se vio obligado a admitir en su última declaración que había penetración vaginal, aunque precisó que consentida, por las pruebas que había contra él, en concreto el líquido seminal hallado en el interior del cuerpo de la víctima. Este es uno de los argumentos que esgrime la letrada Ester García en su oposición a la libertad del astro brasileño. El escrito también recoge una posible incongruencia, tal como avanzó EL PERIÓDICO: si era sexo consentido cómo explica el deportista que no lo practicaran en la Suite de la discoteca Sutton, un lugar cómodo y abierto, y acabaran en el minúsculo baño del reservado que, según la acusación, permitió a Alves encerrarla y, en ese espacio tan reducido, imponer su fuerza.

La segunda declaración de Alves, encarcelado desde el 20 de enero por supuestamente violar a una joven de 23 años en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona en la noche del 30 de diciembre de 2022, marcó la línea estratégica que, días después, planteó su abogado, Cristóbal Martell, para pedir su libertad.

En ese interrogatorio, el 17 de abril, admitió que hasta entonces había mentido, aseverando que lo hacía obsesionado por ocultar a su mujer que había sido infiel, y reconoció que hubo penetración, lo que encaja con los análisis de ADN. Antes de entrar en prisión y en su primera comparecencia judicial ofreció otras tres versiones: que no conocía a la mujer, que esta entró en el lavabo, pero no pasó nada, y que la víctima le realizó una felación (ella lo niega).

Informe de los vídeos

La acusación particular se ha alineado con la fiscalía al rechazar la excarcelación de Alves. La abogada resalta que la última versión del jugador tampoco coincide con otras pruebas, como la realizada por los Mossos sobre las huellas de la víctima en el baño. La posición de estas corrobora la denuncia de la mujer y, a su entender, no casa con lo explicado por el futbolista. La letrada, además, cuestiona el informe presentado por la defensa sobre los vídeos grabados por las cámaras de la discoteca, con los que mantiene que los minutos previos a la presunta agresión no fueron más que "un galanteo sexual". La acusación, sin embargo, asegura que se trata de una interpretación interesada y de parte. A su vez, subraya que continúa existiendo riesgo de fuga por la capacidad económica de Alves y porque su pretendido arraigo es todavía menor ahora ante el divorcio anunciado por Joana Sanz.

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