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Más sequía, menos alergias

Los expertos pronostican una temporada más suave para las personas con hipersensibilidad al polen debido a la menor cantidad de este por el decrecimiento de las plantas

Una mujer alérgica

Una mujer alérgica

Andrea Arnal

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Primera semana de abril. En las mesitas de noche de buena parte de los alérgicos suelen abundar ya por esta época los blísteres de antihistamínicos, los inhaladores para el asma, y los paquetes de pañuelos. Pero para muchos, este año está siendo un poco distinto y hay cierta confusión, porque la sensación es que la temporada no está siendo demasiado intensa. 

Las previsiones de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) pronostican una temporada más suave que otros años en la vertiente mediterránea y acumulaciones de en torno a 1.000 granos de polen por metro cúbico de Barcelona, Palma, Murcia y Tarragona. Algo más intensa será en Lleida, donde los modelos matemáticos apuntan a acumulaciones de 2.000 granos/m3.

Por su parte, la Red Aerobiológica de Catalunya (XAC) del ICTA-UAB y del Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y de Ecología de la UAB (BABVE), explica en un comunicado que la llegada de varias borrascas —Gerard y Fien entre enero y febrero, y Juliette a finales de febrero— ha hecho que los niveles de floración de los cipreses, que forman parte de la familia de las cupresáceas, la primera planta del año que suele dar problemas, hayan sido hasta ahora más bajos que en 2022. “A principios de 2023, las polinizaciones invernales de ciprés, avellano, fresno y aliso han sido muy escasas, lo que ha retrasado el inicio del periodo de riesgo de alergia hasta hace poco”, indica en un comunicado. 

Polinizaciones con retraso

El centro de investigación prevé que esta situación de demora se alargue también el resto de la temporada. “Las polinizaciones primaverales —chopo, plátano, pino, parietaria, sauce, arce, morera, gramíneas y, más adelante, abedul, céñigo, llantén y olivo— seguirán la tendencia de empezar con cierto retraso, pero con fuerza”, indica la organización. 

Según la organización, el retraso por las borrascas y el ambiente frío va a permitir a los árboles (y en especial a los cipreses) acumular grandes cantidades de polen, que “se podrían liberar repentinamente con picos de concentración muy elevada”. 

Pero este año un elemento rompe la ecuación, y es la situación de extrema sequía que lleva experimentando Catalunya desde al menos 30 meses, tal y como indica a Verificat Juan José Zapata, alergólogo y presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC. “Si hay menos cantidad de agua, la primavera sufrirá el decrecimiento de las plantas”, dando lugar a una menor cantidad de polen.

Esto no significa que el escenario no pueda cambiar, porque la temporada de primavera se alarga prácticamente hasta bien entrado junio y eso aumenta la posibilidad de que pueda llover, lo que cambiaría totalmente la situación. “[La lluvia] a corto plazo humedece los pólenes [...] favoreciendo su depósito en el suelo, impidiendo que puedan penetrar en las vías respiratorias, lo cual disminuye los síntomas de los pacientes alérgicos”, resume Zapata. 

Sin embargo, a largo plazo “favorece el crecimiento de todas las plantas, lo que contribuye a un [...] aumento en la producción de pólenes”. 

Contaminación y el cambio climático

ocho millones de alérgicos que hay en Españagramíneas

Además, la contaminación en Barcelona es elevada, lo que hace que la sintomatología de los alérgicos se pueda agravar tanto por el daño que provocan las partículas tóxicas sobre las vías respiratorias, como por el cambio de estructura del polen como mecanismo de defensa contra la contaminación, que incrementa su capacidad de producir alergias más graves.

A todo esto se le une que la región del Mediterráneo es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático, lo cual es otro agravante para los síntomas, porque se alarga la temporada de polen de algunas plantas. La mayor concentración de CO₂ puede estimular el crecimiento de ciertas plantas y aumentar la producción de polen. Por eso, los alérgicos deberán seguir atentos durante los próximos meses: aún quedan muchos capítulos hasta el final de la temporada. 

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