El 30% de las ciudades catalanas aún no tiene listo el plan antisequía obligatorio

Los ayuntamientos aceleran estos días para presentar o modificar a toda prisa sus planes de emergencia contra la sequía. Sin embargo, todavía hay 20 municipios de más de 20.000 habitantes con los deberes por hacer, lo que supone casi una tercera parte de los que están obligados a tener este dispositivo en vigor. Nueve de ellos directamente no lo han enviado a la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y otros 11 sí lo presentaron pero han recibido una valoración "desfavorable", por lo que tendrán que adaptarlos y mandarlos de nuevo.

Otros 17 consistorios han entregado sus planes y la ACA los está tramitando y evaluando. Es decir, que pueden ser considerados favorables o desfavorables. Con el plan aprobado y en vigor, en estos momentos hay exactamente 27 ciudades, de las 64 que lo requieren, aunque en los próximos días pueden ser más si la agencia resuelve positivamente los proyectos presentados. Hace 10 días, eran tres menos. Estas cifras se refieren solo a los municipios de las cuencas internas a fecha de 23 marzo.

En la cuenca hidrográfica del Ebro solo se le exige un plan de este tipo a la Mancomunitat Intermunicipal per l'Abastament d'Aigua de Pinyana (Lleida), una agrupación de municipios que lidera la Paeria y que tampoco tiene su plan de emergencia listo.

Los pueblos de menos de 20.000 personas no están obligados a tener esta documentación, pero 14 de ellos han decidido hacerlo de forma voluntaria. Solo 6 están aprobados o en trámite. El resto no tiene luz verde por parte de la ACA (son Castellbisbal, Gaià, Masllorenç, Oristà, Prats de Lluçanès, Sagàs, Sant Feliu Sasserra y Santa Maria de Merlès)

Cortes de agua

¿Por qué son importantes estos planes de emergencia? Se trata de documentos que definen al detalle qué medidas se aplicarán en cada municipio en función del escenario de sequía del momento (prealerta, alerta, excepcionalidad o emergencia). Ahora mismo, hay 5,7 millones de catalanes en fase de excepcionalidad. Si más adelante se declara la emergencia, la ejecución de estos planes será clave.

En estos documentos se precisa cómo se cumplirá con las dotaciones máximas permitidas. Si se tiene que cortar el agua, reducir la presión o aplicar otras medidas de ahorro, los ayuntamientos lo deben tener previsto en este plan.

A última hora

Hace poco más de un mes, las ciudades sin plan de emergencia en vigor eran 27, pero ocho de ellas han trabajado contra reloj para solucionar el problema y han rehecho la documentación o la han presentado por primera vez. Es el caso de Manresa, Santa Coloma de Gramenet, Banyoles, Sant Feliu de Guíxols, El Vendrell, Les Franqueses del Vallès, Badalona o El Prat de Llobregat. En El Prat, en pocas semanas, han pasado de tener una planificación desfavorable a una favorable.

El ayuntamiento en Badalona, que tampoco lo tenía aprobado, ha modificado varios aspectos y ahora está en trámite. David Torrents, tercer teniente de alcaldía, explica que llevan tiempo preparándolo: "Lo diseñó Protección Civil junto con la concejalía de medio ambiente. Indicamos exactamente cómo dejamos de regar, cuándo no sale agua de las duchas de la playa o también ponemos por escrito si se cortará el agua o se reducirá la presión en caso de entrar en la fase de emergencia".

En cambio, Salt (Gironès), que hace semanas tenía su plan en tramitación, ha visto cómo la ACA lo ha tumbado. Fuentes municipales aseguran que están a la espera de que la ACA les aclare qué deben cambiar. Cuando lo sepan, realizarán las adaptaciones pertinentes para recibir el visto bueno.

Mayoría socialista

La Generalitat puede acabar multando a las ciudades que no presenten su plan. De hecho, ya se tramitaron varios expedientes. Pero ante la grave sequía y el vuelo mediático de todo lo relacionado con la falta de agua, gran parte de los municipios sin plan están ultimando la documentación para presentarlo o adaptarlo para tenerlo en vigor. Esto es al menos lo que indican fuentes de la dirección de la ACA.

Los 20 ayuntamientos sin plan presentado o validado tienen alcaldes de todos los colores, aunque la mayoría son del PSC, un partido que, con Junts per Catalunya, peleó para excluir las sanciones del decreto antisequía. De todas formas, hay que distinguir entre una posible sanción por no tener este plan de emergencia y una posible multa por incumplir las medidas que exige la Generalitat en cada escenario. Este segundo caso es el que genera controversia en el Parlament.

Viladecans y Cornellà de Llobregat son dos ejemplos de cómo las ciudades se han puesto en marcha para redactar sus planes de emergencia, que aprobarán esta semana. Fuentes del consistorio de Viladecans reconocen que han ido un poco tarde, pero aseguran que, una vez el pleno valide el documento, lo presentarán a la ACA en breve.

Antonio Balmón, alcalde de Cornellà de Llobregat, también admite que su municipio acumula retraso, pero remarca que lo que les falta son solamente unos papeles: "Hemos hecho todo el trabajo y cumplimos con todas las restricciones. En Cornellà lideramos la lucha contra la sequía y ahorramos agua. ¿Nos falta un documento? De acuerdo, pero a la Generalitat y la ACA lo que les ha faltado es dialogar y consensuar con los ayuntamientos, en lugar de amenazar con expedientes".

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