Transición energética

La UE acuerda multiplicar los estaciones de recarga eléctrica y de hidrógeno en las carreteras europeas

Los negociadores del Parlamento Europeo y el Consejo cierran un acuerdo político provisional para acelerar el despliegue

A partir de 2025 deberán instalarse enchufes para coches cada 60 kilómetros y cada 120 kilómetros para camiones y autobuses

Coche eléctrico en un punto de recarga

Coche eléctrico en un punto de recarga

Silvia Martinez

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Sin infraestructuras suficientes que garanticen el abastecimiento energético la transición hacia el coche de emisiones cero será imposible. El Parlamento Europeo y el Consejo han dado un paso de gigante hacia la culminación de este objetivo al cerrar un acuerdo político provisional para aumentar el número de estaciones de recarga eléctrica y de repostaje de hidrógeno accesibles al público, en particular en los principales corredores y nudos de transporte de la Unión Europea. Según la nueva normativa, a partir de 2025 deberán instalarse puntos de recarga rápida en las principales carreteras europeas cada 60 kilómetros para coches y cada 120 kilómetros para camiones y autobuses así como estaciones de hidrógeno cada 200 kilómetros a partir de 2030.

El nuevo reglamento, que ahora tendrá que ser formalmente adoptado por el Consejo y el Parlamento Europeo, establece objetivos de despliegue obligatorio para las infraestructuras de recarga eléctrica y de repostaje de hidrógeno en el sector del transporte por carretera, para el suministro de electricidad en tierra en los puertos marítimos y de navegación interior, y para el suministro de electricidad a aeronaves estacionarias. Se trata de un acuerdo “histórico”, según Bruselas, que permitirá impulsar la transición hacia un transporte sin emisiones y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

“Eléctricos o no, queremos que todos los conductores de Europa tengan la certeza de que pueden viajar con confianza por todo el continente. Con este acuerdo nos aseguramos de que haya opciones suficientes y fáciles de usar en toda Europa, tanto para turismos como para vehículos pesados”, ha destacado el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, sobre una normativa que facilitará el uso de los enchufes, con transparencia de precios, opciones comunes de pago mínimo e información coherente para todos los cliente.

El acuerdo, que prevé excepciones para las regiones ultraperiféricas, islas y carreteras con muy poco tráfico, establece que las infraestructuras para coches y furgonetas tendrán que crecer al mismo ritmo que el número de vehículos. Es decir, por cada coche eléctrico matriculado en un Estado miembro determinado, la infraestructura de recarga accesible al público deberá proporcionar una potencia de 1,3 kW. Además, a partir de 2025, deberán instalarse puntos de recarga rápida de al menos 150 kW cada 60 km en la red transeuropea de transportes así como suficientes estaciones de recarga para vehículos pesados. Concretamente, instalaciones con una potencia mínima de 350 kW cada 60 km en la red principal y cada 100 km en la red global, con una cobertura completa para 2030. Las estaciones de recarga tendrán que estar en zonas de aparcamiento seguras para la recarga nocturna así como en nodos urbanos para vehículos de reparto.

Puertos y aeropuertos

En cuanto a las infraestructuras de repostaje de hidrógeno, tendrán que servir tanto para turismos como para camiones a partir de 2030 y estar disponibles en todos los nodos urbanos cada 200 kilómetros a lo largo de la red básica de la red transeuropea de transporte, “garantizando una red suficientemente densa para permitir que los vehículos de hidrógeno circulen por toda la UE”, señala la Comisión Europea.

Los aeropuertos deberán suministrar electricidad a las aeronaves estacionarias en todos los puestos de contacto para 2025

Además, los puertos marítimos que reciban al menos 50 escalas de grandes buques de pasajeros, o 100 escalas de buques porta-contenedores, deberán suministrar electricidad en tierra para esos buques de aquí a 2030 mientras que los aeropuertos deberán suministrar electricidad a las aeronaves estacionarias en todos los puestos de contacto (puertas) para 2025, y en todos los puestos remotos (posiciones de campo) para 2030. 

El pacto garantizará que los usuarios de vehículos de combustibles alternativos puedan poder pagar fácil y cómodamente en los puntos (con tarjetas de pago, dispositivos sin contacto o, en determinados casos, utilizando un código QR) mientras que el precio de los “combustibles” tendrá que indicarse por kWh, por minuto/sesión o por kg, ser razonable, fácil y claramente comparable, transparente y no discriminatorio. La Comisión Europea, por su parte, tendrá que crear una base de datos de la UE sobre datos de combustibles alternativos antes de 2027 para proporcionar a los consumidores información sobre la disponibilidad, los tiempos de espera o el precio en diferentes estaciones.

"La decisión de la UE de legislar para que haya más y mejores puntos de recarga es una forma excelente de hacer frente a la ansiedad por la autonomía pero para acabar con esta ansiedad de una vez por todas, es obvio que la transparencia de precios y la facilidad de pago deben ser la norma en todos los puntos de recarga, no sólo en los cargadores rápidos de nueva construcción", ha recordado la secretaria general de la asociación de consumidores europea (BEUC), Monique Goyens, que ha lamentado que los cargadores lentos (menos de 50kWh), más numerosos que los rápidos, no tendrán los mismos requisitos de tarificación y de pago.