Seguridad vial

MAPA | Estos son los tramos de carretera más peligrosos de la red viaria Catalunya

La Arrabassada de Barcelona repite como la vía en la que es más probable sufrir un siniestro grave o mortal

En el 45% de los accidentes más trágicos hay una motocicleta implicada, pero solo representan el 2,3% de la movilidad global

Accidente de tráfico en la C-17.

Accidente de tráfico en la C-17. / JOSEP GARCÍA

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El 25% de la red viaria de Catalunya presenta un riesgo alto o muy alto de que los conductores sufran un siniestro grave o mortal. Esto es uno de cada cuatro kilómetros, y aunque parezca una barbaridad, sepan que las cifras han mejorado respecto a años anteriores. Este dato forma parte del estudio EuroRAP que cada año presenta el RACC junto a Trànsit tras analizar más de 6.000 km de la red viaria interurbana. La tendencia sigue siendo positiva, dentro de lo malo que es la pérdida de una sola vida humana en el asfalto, pero las motos siguen siendo tristes protagonistas de la estadística.

Sobre el terreno, la Arrabassada (BP-1417) se mantiene como la vía más peligrosa de Catalunya y entre las que tienen riesgo cero, desaparecen los tramos clásicos de la AP-7 y la AP-2 a pesar de que apenas influye la eliminación de los peajes, puesto que el estudio analiza el trienio 2019-2021 y las barreras se eliminaron en septiembre de 2021. Está por qué comportamientos tendrán estas grandes vías en los estudios que están por venir.

En estos tres años, los siniestros graves y mortales han caído un 8,7%, mientras que la movilidad ha bajado, a consecuencia de la pandemia, un 3%. Puestos todos los datos en la coctelera, nos da que el riesgo de tragedia viaria en las carreteras catalanas ha caído un 6,1% respecto al trienio anterior. Lo más preocupante siguen siendo las motos, puesto que en el 45% de los siniestros con víctimas y heridos graves estuvo implicada una motocicleta o un ciclomotor, aunque solo representen el 2,3% de la movilidad global. El porcentaje se dispara en la Arrabassada, donde sube hasta el 88%. Tiene mucho que ver con el comportamiento de los conductores, pero también la configuración de la vía tiene mucho que ver: una carretera convencional de un solo carril multiplica por cuatro el riesgo de una vía desdoblada.

En función de la vía

Solo en el 9,5% de la red analizada no se ha producido ni un solo accidente en el último trienio, y son en gran medida, cómo no, arterias de gran capacidad. De hecho, la mitad de los siniestros graves y mortales se concentran en el 12,4% de longitud de la red (unos 790 kilómetros). El tramo con mayor concentración de siniestros está en la C-58, entre Barcelona y Cerdanyola del Vallès, seguido del de la B-10 entre el nudo de la Trinitat y el enlace de la B-20. La incidencia se explica por la mayor circulación de estas arterias. Es, así las cosas, una cuestión de probabilidad y estadística.

Otra cosa es el riesgo aplicando criterios que permitan localizar los puntos más negros de la red, teniendo en cuenta la intensidad de vehículos y las cifras de siniestralidad. Ahí es donde sobresale una vez más la Arrabassada. En segunda posición se sitúa la GI-55, entre Sils y Massanes, seguida de la BV-5001, de Martorelles a Vilanova del Vallès.

Los 10 tramos con más riesgo de accidente son vías convencionales de calzada única, una tendencia que podría romperse en años venideros con el aumento de la siniestralidad en la AP-7 desde el fin de los peajes. De los 10 tramos más peligrosos, cinco pertenecen a la demarcación de Barcelona, tres están en Girona y dos en Tarragona. Ninguno en Lleida.