Atención a los efectos secundarios de este medicamento: "raros" pero dañinos

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha alertado de los posibles efectos secundarios de la simvastatina, un medicamento de la familia de las estatinas que, por lo general, se usa para equilibrar los niveles de colesterol en el organismo. Por un lado, este fármaco reduce los niveles de colesterol 'malo' (LDL), mientras que, por otro lado, aumenta el colesterol 'bueno' (HDL).

Con todo, es importante destacar que estas consecuencias imprevisibles de la simvastatina se dan de forma muy poco habitual. De hecho, la AEMPS divide estos efectos secundarios en dos categorías: las reacciones 'raras', que afectan a una de cada 1.000 personas, y las 'muy raras', que padecen una de cada 10.000 personas.

Dolor muscular, alergias e inflamaciones

Entre los efectos catalogados como 'raros' se encuentran los dolores musculares y otras afectaciones relacionadas como la debilidad o los calambres. A su vez, esto puede llegar a provocar daño renal. Asimismo, también pueden darse reacciones de hipersensibilidad (alergias), como el hinchazón de la cara, la lengua y la garganta, lo cual puede dar lugar a dificultades para respirar. En este grupo de reacciones también están los hematomas atópicos, las erupciones cutáneas o la urticaria.

De igual forma, una de cada 1.000 personas a las que se les administra el fármaco pueden sufrir inflamación del hígado, con síntomas como la coloración amarilla de la piel y los ojos, y del páncreas, que suele estar acompañado de dolor abdominal intenso.

Anemia, poca memoria y ginecomastia

Entre las reacciones menos frecuentes, que afectan a una de cada 10.000 personas, se encuentran la anemia, provocada por bajos niveles de glóbulos rojos, debilidad en brazos y piernas, visión borrosa, poca memoria, trastornos digestivos o problemas de sueño. Dentro de este grupo también aparece la ginecomastia, que consiste en un aumento del tamaño de las mamas masculinas.

A las dos categorías mencionadas, se añade una tercera, que consiste en reacciones cuya frecuencia de aparición es todavía desconocida. Se trata de efectos como la disfunción eréctil, la depresión, la inflamación de los pulmones y los problemas en los tendones.