ROBOS EN EL CAMPO

Los vigilantes de la algarroba, el nuevo oro que cotiza al alza

Este alimento ha pasado de valer 0,10 euros el kilo a 2,5, impulsado por el veganismo

La Guardia Civil asegura la trazabilidad del fruto y denuncia las sustracciones ilícitas

Equipo ROCA de la Guardia Civil que se dedica a perseguir delitos por el campo, como el robo de algarroba.

Equipo ROCA de la Guardia Civil que se dedica a perseguir delitos por el campo, como el robo de algarroba. / MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Violeta Peraita

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La algarroba es el fruto del algarrobo. Un producto que si bien hace unos años caía maduro y extinguía su vida en el suelo de los campos por su poco valor, unos diez o veinte céntimos el kilo, ahora alcanza en sus máximos los 2,5 euros el kilo en almacenes y de estándar 1,10 €/kg. La razón, los distintos usos que se derivan de este fruto cultivado en gran parte en la Comunitat Valenciana y convertido en ingrediente del todo vegano en cosméticos, soluciones farmacológicas o alimentación.

Esta revalorización también ha traído más interés por el fruto, que muchas veces es objeto de robos antes de que los agricultores recojan la cosecha en sus campos. Algo que vigilan los guardianes del nuevo "oro" valenciano, los equipos ROCA (Robos en el Campo) de la Guardia Civil.

Los equipos ROCA vigilan la trazabilidad del producto para evitar que se venda fruto obtenido de forma ilícita o hurtada de campos ajenos

De hecho, durante la campaña de la algarroba (que dura el verano y ahora llega a su fin), la Guardia Civil ha detenido a 18 personas e investigado a otras 55 y ha aprehendido más de 55 toneladas de algarroba.

Durante la temporada 2022, los agentes han reforzado la vigilancia de las explotaciones agrícolas, pero sobre todo de los almacenes de este vegetal. Además, los equipos especializados en la investigación de estos delitos han intensificado los controles de estas mercancías y han investigado numerosas denuncias.

¿Cómo actúan? Principalmente, los equipos ROCA vigilan el control de trazabilidad y de documentación de las algarrobas recogidas a través de dos documentos: el D.A.T.A, que es el documento de acompañamiento de trazabilidad agrícola y el REGEPA, el registro del productor agrícola no propietario.

Los datos de la investigación

El equipo ROCA en la Compañía de Sueca ha realizado más de 200 inspecciones en instalaciones y operadores agrícolas de la algarroba. En total, se ha detenido a 6 personas e investigado a 38 por 41 delitos (hurto, apropiación indebida y falsedad documental). Además, se han incautado 51 toneladas del producto y 40.000 euros en efectivo. Por su parte, el equipo de la Compañía de Llíria realizó 41 inspecciones, detuvo a 12 personas e investigó a otras 17 por 27 delitos (hurto, apropiación indebida y falsedad documental). Se han intervenido más de 3 toneladas de algarroba, además de un camión y una furgoneta que utilizaban para cometer delitos.

El valor de la algarroba aumenta conforme avanza la campaña de producción y recolección, pues lo que interesa realmente es el llamado garrofín, una semilla (que es una especie de goma) que descansa dentro de la corza de la planta y que es lo que se utiliza para espesar la comida, producir cosméticos o alimentación de diversos tipos, como la harina de algarrobo.

Es por ello que la Guardia Civil actualiza constantemente sus procedimientos en incluso forma equipos especializados según la naturaleza de los delitos.

"Hay que estar atentos y en cuanto el fruto está listo cogerlos para que no los roben"

Eduardo Celda, un agricultor y propietario de campos de algarrobos en Catadau, explicaba que desde que se ha revalorizado el fruto, "hay que estar atentos y en cuanto el fruto está listo cogerlos para que no los roben". La recolección se hacía antaño del suelo y ahora se coloca una malla para que al caer las algarrobas se puedan recoger todas de una. Un árbol, informa el agricultor, tarda unos 5/6 años en dar fruto y cada árbol puede dar cerca de 150 kg. Celda añade que "la vigilancia en el campo es difícil, porque nunca sabes si es el primo, el hermano o el amigo del propietario, por eso agradecemos la labor que realiza la Guardia Civil", señala.

Lourdes Pons y sus hermanas regentan un almacén de algarrobas en Alfarp. Allí acuden los agricultores para vender su producto y ellas, luego, lo destinan a su vez a otras empresas que procesan la materia para crear otros productos de cosmética o alimentación. Resalta la vigilancia necesaria al local, pues en sus instalaciones se pueden llegar a acumular 50.000 kg de algarroba así como la cooperación constante con el equipo ROCA de la Guardia Civil, que realiza inspecciones para controlar que toda la documentación de los agricultores esté en regla.

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