Vigilancia desde el aire

DGT: Las debilidades de Pegasus que te pueden librar de una buena multa

Aunque este helicóptero parece infalible, lo cierto es que presenta algunas limitaciones en el espacio aéreo que abarca y en su funcionamiento

El helicóptero Pegasus de la DGT

El helicóptero Pegasus de la DGT / JESÚS HELLÍN / EUROPA PRESS

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Por si la vigilancia mediante radares y controles policiales no fuese suficiente, la Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con helicópteros que vigilan las carreteras españolas desde el aire. Aunque este sistema de rastreo, bautizado como Pegasus, viene incorporado en las cámaras equipadas en la aeronave y parece prácticamente infalible, lo cierto es que presenta algunas limitaciones que podrían salvar a un conductor de recibir sanciones.

No todos tienen cámara

Para empezar, las multas impuestas por la DGT requieren la imagen del momento de la infracción. Por ello, es importante destacar que no todos los helicópteros de este organismo cuentan con la MX15, sistema encargado de capturar dichas fotografías. De hecho, atendiendo a este criterio, solamente diez helicópteros pueden ser considerados como Pegasus.

Los archipiélagos, a salvo

Ni las Islas Canarias ni las Islas Baleares se encuentran entre las zonas sobrevoladas por Pegasus. Por tanto, ambos archipiélagos se encuentran 'a salvo' de estos sistemas de vigilancia. Lo mismo sucede en País Vasco y Catalunya, donde estos helicópteros no tienen competencias para volar.

Donde sí que está presente el Pegasus es en la Comunidad de Madrid, con dos unidades que sobrevuelan los cielos de la capital y de Castilla-La Mancha. A su vez, la DGT vigila Extremadura y Andalucía con una unidad conservada en Sevilla, aunque cuenta con otra en Málaga para visitar la zona este de la comunidad. A estos equipos, hay que añadir el que controla la Comunitat Valenciana, el de Castilla y León y, por último, otro que vigila tanto Galicia como Asturias.

Autonomía limitada

Pese a que Pegasus está capacitado para volar a más de 250 km/h, estos helicópteros consumen más de 450 litros de combustible cada hora, por lo que su autonomía es muy limitada. Así pues, el tiempo de vuelo de estas aeronaves es de prácticamente dos horas. Por ello, contando los desplazamientos desde y hacia el aeropuerto donde se almacenan, los Pegasus tienen un rango de acción reducido.

Sin multas por la noche

Al no contar con visión infrarroja, los equipos de vigilancia aérea que utiliza Pegasus dejan de utilizarse en el momento en que cae la noche. Asimismo, este sistema solamente detecta vehículos que se desplazan a entre 80 y 360 km/h. Así pues, aquellos automóviles que se muevan a una velocidad baja no recibirán sanciones por parte de estos helicópteros, ya que no quedarán registrados.

Por otra parte, aunque Pegasus está capacitado para detectar un total de 400 matrículas por minuto, el helicóptero debe estar a una distancia de menos de un kilómetro lineal del automóvil y tener cierta estabilidad de vuelo para poder tramitar la multa correctamente.