Drones, helicópteros y desbrozadoras a distancia trabajarán este verano en los bosques catalanes

Una máquina que limpia la maleza del sotobosque de modo teledirigido es la principal novedad tecnológica que la compañía eléctrica Endesa incorpora este año en su campaña de limpieza de la masa forestal, a la que destinará un total de 17,5 millones de euros. El operativo, presentado este martes en una zona boscosa en el término municipal de Sant Celoni, en el Vallès Oriental, se vertebra en tres ejes: la limpieza y cuidado del material vegetal que crece en torno a la red eléctrica, el uso de helicópteros para realizar termografías y vídeos de alta calidad e inspecciones visuales con la introducción de nuevas tecnologías.

La desbrozadora adquirida para esta campaña, que se comanda a distancia, mejora las condiciones de seguridad y salud de las personas que ejecutan trabajos de tala y poda (no sufren vibraciones, ni fatiga, y tampoco inhalan los gases de combustión) y minimiza el riesgo de accidentes, ya que no vuelca. El objetivo es que con este equipo, más ágil y seguro, se pueda incrementar también el ritmo de los trabajos.

Casi 100.000 kilómetros de cableado

Este verano, además, se realizará un escaneo láser de todas las líneas aéreas eléctricas de alta tensión, una tarea que se completa cada tres años y para la que se emplea una combinación de tecnología GPS y sensores láser. Mediante este sistema, la compañía energética ha creado un fichero informático con una nube de puntos georeferenciados que, desde una aplicación, permite medir cuáles son las distancias entre los cables y la vegetación, así como realizar estudios de crecimiento de la masa forestal, una información muy útil a la hora de prever trabajos de tala y poda selectiva.

Endesa tiene en Catalunya un 99.187 kilómetros de líneas eléctricas, de las que casi 80.000 son líneas aéreas, es decir se encuentran suspendidas y sujetas a torres. Una gran parte de ellas atraviesan zonas boscosas o con vegetación. La especial orografía de los bosques, que además es cambiante cada año, hace que su limpieza sea un cometido de primer orden, tanto por razones ambientales como de seguridad. Una de las tareas esenciales es la tala y poda selectiva de la masa forestal –árboles, sotobosque y arbustos– que crece en torno a las líneas eléctricas, respetando el espacio estipulado por la administración entre el bosque y los cables más cercanos. Estos trabajos, según informa la compañía, se realizan siguiendo los criterios de colaboración con agentes del territorio, como el cuerpo de Bomberos, los Agentes Rurales, Parcs Naturals de Catalunya o las administraciones locales.

Seguimiento pormenorizado

Desde hace ya una década, Endesa utiliza, además, drones para comprobar el estado de la red eléctrica. Estos aparatos permiten captar imágenes de las líneas, especialmente en puntos de difícil acceso, sin tener que interrumpir el servicio a los clientes. En 2020 empezaron a utilizarse también para verificar el ancho de los corredores y senderos de seguridad que se encuentran debajo y en los lados de la línea y que actúan como cortafuegos, de modo que sirven para auditar la tala y poda, y podrían realizar reconocimientos aéreos del terreno en caso de situaciones de emergencia.

Los helicópteros, por su parte, están dotados con cámaras termográficas que graban vídeos de alta definición y que permiten hacer un seguimiento pormenorizado del estado de la red.