Cambray no convence a los profesores al anunciar una flexibilización de los currículums

La segunda jornada de huelga del profesorado contra la gestión del 'conseller' d'Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, no ha sido tan masiva como la del 15-M, que tenía el apoyo de las direcciones de centros públicos, pero los sindicatos la consideran también "un éxito". Unas 10.000 personas, según la Guardia Urbana, han participado en Barcelona en la manifestación que ha confluido, desde la estación de Sants, ante el Saló de l'Ensenyament.

El seguimiento del paro, según el Departament, ha sido del 15,13% en los centros públicos y del 7,67% en los concertados. En cambio, los sindicatos han elevado la cifra global al 45%. El sindicato de secundaria Aspepc·sps ha señalado que, como el martes, la incidencia ha sido especialmente importante en los institutos; un 56,7%.

La jornada ha empezado con tensión a las puertas del Saló de l'Ensenyament, que tenía que inaugurar a las 08.30 Cambray, pero que no ha podido hacerlo por la presencia de un grupo de docentes que con su protesta han impedido el acto inaugural. Al final, el Saló ha abierto sus puertas a las 09.00 horas sin el acto protocolario y en su interior, durante un rato, han coincidido los profesores en huelga con los estudiantes que acudían al Saló a conocer opciones de estudios.

Los profesores piden la dimisión de Cambray frente al Saló de l'Ensenyament

Ningún cambio, solo "oxígeno"

Desde la Conselleria, Cambray ha improvisado una rueda de prensa en la que ha "avanzado" una medida relativa a los nuevos currículums competenciales de primaria y ESO que entrarán en vigor a partir del curso 2022-23, como marca la Lomloe. El 'conseller' ha dicho que "las escuelas e institutos que así lo decidan podrán no hacer cambios en el currículum el curso que viene". "Los que sí quieran avanzar, lo podrán hacer", ha añadido. Con estas palabras, Cambray ha intentado atender una de las reivindicaciones de los docentes, que denuncian que no van a tener tiempo de analizar ni aplicar bien los currículums. Pero no supone ningún cambio en sus políticas. "Tendremos nuevos currículums pero daremos oxígeno", ha señalado.

La semana pasada, en una carta a los profesores, el 'conseller' ya les había transmitido que tendrían un margen de 3 años para aplicar los currículums. El anuncio de este miércoles hace hincapié en esa flexibilidad. Así, el curso 2022-23, los centros que quieran podrán seguir funcionando con los actuales currículums. "Les daremos este oxígeno", ha insistido Cambray. Pero a partir del curso 2023-24, deberán empezar a desarrollarlos a su ritmo y tendrán entonces un plazo de dos años --ya no serán tres-- para hacerlo. El Departament les acompañará en ese proceso. "Las cosas se han de hacer bien, con tranquilidad y tiempo. Que cada centro decida cómo lo implementan", ha añadido Cambray.

Educació está ultimando un nuevo borrador de propuesta curricular para primaria y ESO tras analizar las más de 500 propuestas recibidas. Cuando se tenga el texto definitivo, se aprobarán los decretos que regulan los currículums, algo que está previsto hacer este próximo verano. Los decretos darán cobertura legal a los centros que ya trabajan por competencias y que serán los que seguro empiezan a desarrollar los nuevos currículums.

El anuncio no ha satisfecho a nadie. Primero, porque no supone ningún cambio respecto a lo que Cambray ya dijo en su carta --plazo de 3 años para aplicar el currículum--. No es ninguna cesión. Segundo, porque muchos docentes advierten de que esa flexibilidad perpetuará la existencia, que ya se da, de dos tipos de escuelas, las que aplican el currículum competencial y las que no.

Dudas desde las direcciones

En este sentido, desde algunas direcciones de centros públicos cuestionaban que esa sea una buena solución y la veían "incoherente". "Un currículum no es una cosa que se aplica o no. Es una cosa común". ¿"Qué quiere decir que habrá escuelas que lo apliquen y otras que no? Haremos más diferentes a los centros", advertían. "La solución es dar un año a todos y empezar todos juntos", añadían. Las direcciones también están inquietas por los currículums de Bachillerato de los que "aún no sabemos nada".

Y tercero, de nuevo, por las formas. Desde el sindicato Ustec, Iolanda Segura, ha lamentado que Cambray no les transmitiera a ellos ese planteamiento en la reunión que mantuvieron el martes y, en cambio, lo haya hecho en una rueda de prensa.

El 'conseller', inamovible

En su comparecencia, Cambray, que ha descartado dimitir, ha dicho "entender el cansancio emocional de los maestros" pero se ha mantenido inamovible en sus posiciones. Así, el adelanto del inicio de curso no es un tema a debatir, ha dicho. "Es una medida muy buena. Estamos preparados para desplegarla y tenemos tiempo. No veo ningún motivo para dilatarla un curso", ha subrayado.

Sí que ha explicado que en la aplicación del nuevo calendario se tendrán en cuenta propuestas que la 'conselleria' ha ido recibiendo sobre la organización de la hora de extraescolares durante el mes de septiembre, que será gratuita para todos los alumnos.

Y ha reiterado que el Departament ya está implementando medidas que reclaman los docentes: bajada de ratios en P3 el próximo curso, recursos económicos para todo el alumnado vulnerable, eliminación de los tercios de jornada y estabilización de las plantillas. Ha defendido que en esta legislatura se están empezado a revertir los recortes --es cierto que Educació incrementa este año su presupuesto en mil millones de euros-- y ha pedido a los sindicatos que vuelvan a las reuniones sectoriales.

Este jueves, tercer paro

Sobre la huelga del 15-M, ha afirmado que "la mayoría de maestros fueron a trabajar y no hicieron huelga y la mayoría de familias llevaron a sus hijos a la escuela".

Al no apreciar ningún cambio de posición, los sindicatos mantienen su huelga de este jueves, la tercera de los cinco paros. En este caso, la protesta saldrá a las 11.30 de la plaza Universitat y se dirigirá a la plaza de Sant Jaume, donde los manifestantes reclamarán al 'president', Pere Aragonès, que medie porque consideran que Cambray "ya no es un interlocutor válido". De hecho, los sindicatos ya han pedido una reunión con Aragonès. "El 'president' es el único que puede zanjar este conflicto", señala desde UGT Jesús Martín, que apunta que si eso sucede, supondría una "desautorización" en toda regla del 'conseller'.