Huelga de la educación en Catalunya

La huelga del 15-M: una protesta con amplio apoyo en las escuelas

Las direcciones dicen sentirse "hartas": "Cambray pide muchos cambios pero sin dar recursos"

"El Departament tiene que administrar mejor los cambios. Todo a la vez no puede ser", advierten

Aula vacía en la escuela pública CEIp Fructuós Gelabert

Aula vacía en la escuela pública CEIp Fructuós Gelabert / Manu Mitru

Montse Baraza

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El malestar del profesorado por las últimas decisiones del Departament d'Educació, por los tempos impuestos y por las maneras del 'conseller' Josep Gonzàlez-Cambray es una realidad incuestionable. Los sindicatos han vehiculado ese descontento convocando cinco jornadas de huelga. Significativamente, a la primera de las movilizaciones, la de este 15-M, se han sumado las direcciones de centros de Barcelona, en un gesto unitario inédito, así como de comarcas como el Maresme, el Vallès o el Penedès, y también de Girona, Lleida y Tarragona.

Este apoyo es significativo porque son centros que no son sospechosos de ser 'antiEducació', ya que comparten con el Departament la filosofía del modelo educativo. No están a gusto al 100% con el discurso sindical, pero están "hartos" del "desprecio" de Cambray hacia la comunidad educativa y por ello han decidido también hacer oír su voz, reclamando al 'conseller' diálogo y consenso y más recursos para poder ejecutar las políticas de transformación educativa. "Educació viene con muchas exigencias de cambio y de transformación, pero sin dar recursos", denuncian.

"Hay malestar acumulado. Somos un colectivo pacífico y sumiso pero llega un punto que dices 'basta'. Estamos hartos. Ves mucha improvisación". Los cambios en sí, insisten, no son el problema. "El problema son los tempos. El Departament tiene que administrar mejor los cambios. Todo a la vez no puede ser". Todo a la vez son el calendario, los currículums, el impulso al catalán, el plan digital, el C2 de catalán. Y todo ello apenas salidos de dos años de pandemia. "Estamos deshechos y no se pueden implementar todos los cambios de golpe". "Lo que estamos viviendo con este 'conseller' es inédito", añaden.

"Direcciones y profesores llevamos dos años de pandemia, con una incertidumbre constante. A finales de enero y febrero, ahogados como estábamos con la gestión del protocolo covid, las bajas y sustituciones, nos vienen con el nuevo currículum, para el que no nos han pedido opinión, nos dan 12 días para leer 400 páginas y presentar enmiendas. Y al poco, nos enteramos del nuevo calendario, sin consulta y sin plan de cómo aplicarlo", exponen las direcciones que se han plantado ante la gestión de Cambray.

Sobre los currículums, advierten de que "suponen un cambio de filosofía educativa. Para aplicarlos hacen falta recursos que no nos están dando". "No puede ser que hables de globalizar contenidos y que no facilites a las escuelas las condiciones para hacerlo". "No puede ser que a estas alturas no sepamos cómo será el nuevo Bachillerato o que nos lo expliquen deprisa y corriendo", añaden.

Carta a Cambray

"Queremos que se nos escuche. Nos están ahogando", dicen desde las direcciones. El viernes enviaron una carta a las familias explicándoles la situación y sus reivindicaciones y este martes le harán llegar a Cambray una carta en la que le exponen sus preocupados y piden hablar con él, cara a cara, "no en una webinar".

Y es que la "manera de hacer" del 'conseller' no ha gustado a nadie. El anuncio del nuevo calendario, del que se enteraron por la prensa, les agotó la paciencia. "Fue una falta de respeto", apuntan las direcciones consultadas. Aseguran que el nuevo calendario "no es un problema" en sí, pero siempre que se haya pensado y consensuado. "¿Han pensado qué implica el avance del curso?", se preguntan. "Sabemos cómo funciona el Departament y las plantillas no estarán cerradas en julio como dicen. Hasta 1 de septiembre no tendremos toda la plantilla", insisten.

La Escuela Inclusiva y la salud mental

Una de las principales reivindicaciones de las direcciones hace referencia al decreto de Escuela Inclusiva, aprobado en 2017 pero que aún no se ha podido desplegar por la falta de financiación. "Hace tiempo que las direcciones queremos hablar con el Departament para desplegar de verdad el decreto y no hay manera". "El tema de la inclusiva nos pesa muchísimo. No puede ser que no haya recursos para esto. Es vergonzoso", apuntan desde otro centro.

Preocupa también a las direcciones la salud mental del alumnado. "La pandemia ha causado estragos: tenemos niños con miedos, obsesiones, problemas de conducta", explican. "Nosotros no somos psicólogos. Hay muchos niños y adolescentes sin tratar", denuncian. En uno de los centros consultados pasa una psicopedagoga una mañana a la semana. Y eso da para lo que da, para casi nada. "Si no destinan más recursos tendremos una generación mal preparada y tocada emocionalmente", subrayan.

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