Pederastia

Palomas pide a Aragonès que el Parlament investigue los abusos de la Iglesia en Catalunya

La Salle ha trasladado a la Fiscalía la información revelada por EL PERIÓDICO que atañe a abusos sufridos por alumnos escolarizados en la escuela de Premià de Mar durante los años 70, 80 y 2000

la salle premia

la salle premia / JORDI OTIX

Guillem Sánchez
J. G. Albalat
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El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle) ha trasladado este jueves a la fiscalía de la Audiencia de Barcelona la información publicada por EL PERIÓDICO y que recoge el testimonio de siete nuevas víctimas de la pederastia del exprofesor de La Salle Premià de Mar (Maresme) Jesús Linares, el mismo que abusó sexualmente y violó al escritor Alejandro Palomas a mediados de la década de los setenta. La organización religiosa, que dirige el colegio en el que ocurrieron los abusos relatados por estas personas, ha contactado con el ministerio público para que se investigue y determine si ha habido comisión de delitos y establezca responsabilidades. Palomas, por su parte, ha anunciado este jueves que se reunirá con el president Pere Aragonès en breve para pedirle que el Parlament investigue los abusos de la Iglesia en Catalunya.

Aviso a la Fiscalía

Los casos de los que el abogado Carles Monguilod ha dado cuenta a la fiscalía, y que aparecen en las noticias publicadas tanto por este periódico y como por elDiario.es, atañen a nuevos abusos presuntamente cometidos por Jesús Linares durante las décadas de los 70, 80 y 2000 en ese colegio. La responsable de relaciones institucionales de La Salle, Isabel Llauger, ha subrayado que la hermandad tiene "la total colaboración" para aportar "la información de que dispongan" tras abrir hace diez días una investigación interna por la denuncia por abusos que formuló públicamente el escritor Alejandro Palomas. Llauger también ha pedido "perdón" a las víctimas de abusos y ha animado a que se pongan en contacto con la institución de La Salle para poder verificar sus casos, pedirles perdón y establecer posibles reparaciones por el daño causado a través del correo 'proteccion@lasalle.es'. "La Salle es la primera interesada en conocer qué pasó para saber qué responsabilidad tuvo, dando por hecho que hubo una actuación deficiente por parte del a institución", ha afirmdo Llauger.

El testimonio de Alejandro Palomas, que hace dos semanas hizo públicos los graves abusos sexuales que sufrió por parte de Linares durante su escolarización en la escuela de Premià de Mar, conmovió y animó al resto de víctimas que ahora han hecho públicos sus casos. El escritor, por su parte, ha formalizado una denuncia en el juzgado de Mataró, que ha abierto diligencias y ha remitido la declaración de Palomas a la fiscalía para que valore si puede o no acusar a Linares. La posibilidad se antoja remota dado que los abusos descritos sucedieron hace casi cincuenta años y ya han prescrito. Linares, que actualmente tiene 91 años, vive en una residencia. Dejó el colegio hace siete u ocho años pero estuvo en contacto con menores hasta entonces. Dos de los testimonios publicados por este diario refieren abusos ocurridos en la década de los 2000 que posiblemente no estén prescritos. Si llegara una denuncia por parte de alguna de estas víctima, que de momento no han tomado la decisión de presentarla, sí resultaría posible perseguir judicialmente a Linares e investigar policialmente los hechos de los que se le acusa.

Reunión con Aragonès

Palomas ha hecho público este jueves que se va a reunir en breve con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en el programa de La Tarda de Catalunya Ràdio. En ese encuentro, el escritor prevé trasladar al Govern la necesidad de que Catalunya cree una comisión parlamentaria para investigar los abusos sexuales que encubrió la Iglesia en parroquias y, sobre todo, en entornos religiosos como las escuelas, que durante muchas décadas han estado gestionadas por órdenes como la de los Maristas, los Jesuitas o La Salle. En los últimos años han aflorado casos de pederastia silenciada en el seno de estas instituciones. Desde la eclosión del Caso Maristas, destapado por este diario, el Parlament ha meditado intermitentemente activar la comisión. Sin embargo, debido a las turbulencias políticas que desencadenó el otoño del 1-O y a la falta de acuerdo entre las formaciones políticas, no se ha celebrado.

Una comisión propia

La fórmula adoptada por el presidente Pedro Sánchez para España, que sea el Defensor del Pueblo quien lidere una comisión –que reunirá a expertos, víctimas y representantes del clero–, ha suscitado recelos entre las asociaciones de supervivientes de abusos. A pesar de que aún se desconoce cómo tomará cuerpo una propuesta que ya ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados, algunas entidades consideran que a la institución que lidera Ángel Gabilondo le falta fuerza para obligar a la Iglesia a entregar sus archivos o para forzar la declaración de obispos. En parte por eso Palomas ha cogido el relevo de activistas como Manuel Barbero o Miguel Hurtado, que ya habían reclamado al Parlament que iniciara una comisión tiempo atrás, y pedir que se retome la idea de que Catalunya tenga su propia comisión, paralela a la que arrancará en Madrid, para investigar los abusos que permanecen enterrados más cerca.