La lucha contra la pandemia

Las escuelas catalanas piden auxilio tras 12 días al límite

Direcciones de centros y profesorado advierten de que están "exhaustos" y reclaman apoyo a Educació

En las últimas 24 horas se han declarado 22.970 positivos más entre alumnos y docentes y hay más de 120.000 confinados

Barcelona 20/01/22 Sociedad. Colegi que es mantengui obert. Les dues caras: aula vacía y llena. Escuela pública CEIP Fructuós Gelabert. Comedores con muchas mesas vacías debido al elevado número de niños confinados. AUTOR: MANU MITRU.

Barcelona 20/01/22 Sociedad. Colegi que es mantengui obert. Les dues caras: aula vacía y llena. Escuela pública CEIP Fructuós Gelabert. Comedores con muchas mesas vacías debido al elevado número de niños confinados. AUTOR: MANU MITRU. / MANU MITRU

Montse Baraza

Montse Baraza

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A las puertas de acabar la segunda semana de colegio, y con la sexta ola de la pandemia aún al alza empujada por la variante ómicron, las escuelas catalanas están al límite. Llevan 10 días (12 días si contamos el fin de semana, en el que dada la situación de excepcionalidad, las direcciones de los centros han estado operativas para gestionar casos de coronavirus) con una sobrecarga ingente de trabajo.

En estos 12 días han tenido que asumir las bajas de docentes, la reorganización para ofrecer clases híbridas, con parte del alumnado confinado y otro, en el aula. Y, lo más costoso, aplicar el nuevo protocolo de gestión de casos de covid-19, que ha flexibilizado las cuarentenas y que está provocando infinitas dudas y confusión y ha conllevado una intensificación de la comunicación con las familias.

Entrevista Marta Ortiz, directora de Escola Diputació de Barcelona

Los profesores están “sobrepasados”, “desbordados” y “exhaustos”, en calificativos que ellos mismos usan para definir su situación. Y reclaman a Educació apoyo para gestionar esa carga de trabajo extra ajena a su actividad educativa y formativa. Si en la primera ola de la pandemia, los héroes fueron médicos y enfermeras, en esta sexta ola, los profesores comparten también ese mérito. Como apuntaba un maestro, “esto aguanta por la voluntad de la gente”.

Confían en que se cumplan las previsiones de Salut de que a finales de la próxima semana se alcanzará el pico de la curva y llegará el descenso y con ello el inicio de la recuperación de la normalidad. De momento, sin embargo, la situación a nivel epidemiológico en las escuelas es de máxima tensión: este jueves hay 120.277 confinados: de estos 111.786 son alumnos y unos 8.445 son profesores. Son 19.001 personas más que el día anterior. Y en las últimas 24 horas se han declarado 22.970 positivos más. En los últimos 10 días, las escuelas catalanas han sumado 112.719 positivos, de los que 101.077 son alumnos, 11.595 son docentes y 47 son personal externo. Son pues 101.077 casos positivos que han tenido que gestionar las escuelas más todos los confinamientos correspondientes. Ello sumado a la gestión educativa y organizativa del día a día.

"Somos maestros, no sanitarios"

“Ha sido una semana muy complicada. Somos maestros, no sanitarios. Hay cosas que no dominamos”, confiesa Marta Ortiz, directora de la Escola Diputació de Barcelona, en referencia al nuevo protocolo escolar de casos covid. Agradece la ayuda de los referentes covid que Salut les ha asignado pero subraya que, como los profesores, también ellos van desbordados ante el alud de contagios. “Son muchos alumnos. Hay muchos casos. Creo que nadie pensaba que habría tantos. Cambiaron el protocolo pensando que así no habría tantos casos, pero no ha sido así”, reflexiona esta docente.

En este centro de infantil y primaria hay 450 alumnos. En estos momentos hay 5 aulas con niños confinados. La mayoría no tienen la pauta completa, por tanto están en casa. En algunas aulas solo quedan en clase 1 o 2 alumnos que sí están inmunizados.  El ritmo educativo no puede ser el mismo que en circunstancias normales. En la Escola Diputació estos días no avanzan temario. “No podemos porque la mayoría de niños están confinados. Estamos reforzando y consolidando contenidos”, explica Ortiz.

Semanas de locura

“Han sido dos semanas de locura”, resume Anna Micaló, directora de la escuela Fructuós Gelabert de Barcelona. Este centro de infantil y primaria tiene 20 grupos, de los cuales 11 están confinados. “Cada día hay nuevos casos positivos”, explica. Señala que la comunidad educativa al completo, profesores, alumnos y familias, está cansada. “Llevamos dos años de pandemia”, recuerda. Pese a ello, el ánimo es positivo: “Hay cansancio, pero estamos con el ánimo de hacerlo lo mejor posible. Esto no puede durar mucho tiempo más”, señala Micaló. Subraya que el profesorado está haciendo “un trabajo extraordinario para seguir con los proyectos educativos y con los aprendizajes de los niños, adaptándose al hecho de tener alumnos en casa delante de un ordenador y otros, en el aula”. 

Micaló reivindica la labor de la escuela al tiempo que reclama más apoyo: “A las escuelas nos toca sostener esta situación y procurar por el bienestar de las niñas y niños. Y lo hacemos con todo el desgaste que comporta. Esta es la tarea pedagógica a la que nos deberíamos dedicar. Deberíamos tener apoyo personal para todas las gestiones covid que ahora nos ocupan todas las horas”, reclama.

Operativos 7 días a la semana

Les ocupan todas las horas, fines de semana incluidos, aunque Educació les insta a no trabajar sábados y domingos. Son horas no remuneradas. Pero los profesores –profesionales de vocación y responsables de sus alumnos– no pueden dejar la gestión de los casos para el lunes. “Si lo dejamos para el lunes, ese día nos encontramos con un alud de casos. Y ese mismo día hay que enviar a los niños a casa y avisar a las familias, con el jaleo que ello supone. Preferimos, por el bien de todos, hacerlo el fin de semana”, cuentan.

“Queremos hacer una buena gestión de los casos covid. Estamos operativos los siete días de la semana a cualquier hora del día para dar respuesta inmediata. Es una situación excepcional y hemos de atender a las familias”, subraya Maite Andreu, directora de Jesuïtes de Casp, en Barcelona.

En este colegio concertado de 1.650 alumnos, hay un centenar de escolares que han dado positivo de covid. Y confinados, dos grupos de primaria. “Nuestra prioridad ahora es cuidar a los alumnos, ayudarles a mantener el ritmo pese a las circunstancias y acompañar a los que más pequeños que están en casa y a los que hacen clases on line”, explica Andreu. “Nos preocupa que la pandemia esté repercutiendo en los niños. Llevan meses de excepción”, añade. Esta directora admite que “hay momentos de cansancio a todos los niveles”, pero añade: “Estamos haciendo lo que toca hacer. Con la esperanza de que no dure mucho más”. “Que la escuela funcione permite a las familias y a la sociedad poder funcionar. Tenemos un papel importante”, recuerda.

Al margen del aumento de los contagios, el nuevo protocolo, acordado a apenas dos días de la vuelta al cole y explicado a las direcciones de los centros una vez arrancado el trimestre, no ha ayudado. Los directores consultados coinciden en apuntar que es “complicado” y ha añadido confusión. Señalan que las familias van muy despistadas por las contradicciones entre el protocolo escolar, el de las extraescolares y el general. “Les trasladamos información y aclaramos dudas, pero aun así hay muchas preguntas porque hay muchas casuísticas”, señala Ortiz. Le da la razón Andreu, que explica que “la comunicación con las familias se ha intensificado mucho”.

En las escuelas jesuitas cuentan con una figura que estos días se ha revelado clave: la enfermera escolar. Ella les ha ayudado a sobrellevar la tarea de la gestión covid y la atención a las familias. “La enfermera suma mucho siempre, y ahora más”, confirma Andreu.

La Affac exige un protocolo claro

El protocolo “cambiante, caótico y complicado” ha sido el “principal problema”, a juicio de Lidón Gasull, directora de las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Catalunya (Affac). “Es lo que ha provocado más inquietud en las familias”, asegura Gasull. “No sabemos hasta qué punto este protocolo tiene sentido. Solo crea confusión. La gente no sabe bien qué hacer”, añade. La Affac lleva días reclamando a Educació que plantee un protocolo “claro y estable, con normas claras”.

El 'conseller' de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, ha admitido que son "días complicados" y que las escuelas están "tensionadas". Ha defendido que su departamento está "dando respuesta" a la problemática de las bajas de profesorado –desde el 7 de enero se han realizado 8.020 nombramientos de profesores sustitutos– y ha asegurado que "saldremos de esta". Ha aprovechado para agradecer a la comunidad educativa su labor, asumiendo una "sobrecarga de trabajo" e "implicándose". "Están dando lo mejor. Están a la altura", ha dicho.

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