Más de 200 denunciantes

El falso 'bróker' de Girona sale de la cárcel tras cumplir con medidas provisionales de récord

Jugadores del Girona Fútbol Club, empleados de banco o constructores experimentados, entre los afectados por su engaño piramidal

Estafador broker de Girona

Estafador broker de Girona / EL PERIÓDICO

Guillem Sánchez

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Todas las cifras que rodean el caso de Ivan Juvanteny son demasiado grandes para una ciudad como Girona. Este vecino de 35 años, más conocido por el sobrenombre de falso 'bróker', ha sido denunciado por estafar más de 15 millones de euros a unas 200 personas, la mayoría de las cuales son habitantes de Girona, como él. Algunos muy cercanos: familiares y amigos. Esta semana Juvanteny ha vuelto a la calle después de cumplir con medidas de encierro preventivo que también han sido de récord para juzgados de Girona. El sospechoso esperará en libertad que finalice una instrucción compleja que debe acreditar cómo levantó una estructura financiera fraudulenta que colapsó, como sucede siempre con las estafas piramidales que siguen el esquema Ponzi –prometen grandes rendimientos a los inversores pero en el fondo los beneficios que reciben los primeros solo son los ingresos de los segundos–, en la primavera de 2019.

Juvanteny entró en la cárcel en el mes de abril de ese año por orden del juzgado de instrucción 2 de esta capital de provincia. La jueza tomó la decisión de meterlo entre rejas después de que el sospechoso hubiera huido a Alemania para refugiarse en casa de un amigo de las graves amenazas de las que fue objeto cuando sus inversores descubrieron que habían sido engañados. Según su abogado, Julián Suárez-Inclán, se marchó a Alemania con el propósito de suicidarse. Sin embargo, Juvanteny recapacitó y regresó a Girona para reunirse con su familia y para entregarse a los Mossos d'Esquadra. 

Un encierro cautelar de récord

Dos años y medio de cárcel preventiva es el periodo de encierro cautelar más largo que se recuerda en Girona por un delito que no sea de sangre. La fianza que impuso la jueza que instruye el caso fue al inicio de 3 millones de euros, una cifra que también supone otro techo económico para la Audiencia de la provincia. Ambas medidas son interpretadas por el abogado de Juvanteny como excesivas. Hace pocos meses, la jueza aceptó rebajar la fianza a 1 millón de euros. Los familiares de Juvanteny, depositando como avales propiedades inmobiliarias por el doble de ese valor –dos millones de euros–, han podido finalmente pagarla y ninguna de las acusaciones particulares presentaron recursos. 

Banqueros, empresarios y futbolistas

Hace cinco o seis años, se propagó por Girona el rumor de que Juvanteny era un mago de las finanzas, un 'bróker' que operaba en Inglaterra y que podía hacer ganar mucho dinero a los inversores que aceptara. Ese rumor atrapó a muchas personas, muchas más de las que están dispuestas a reconocerlo. Juvanteny era un chico al que las cosas le iban estupendamente en Londres: trabajaba para el prestigioso banco Barclay’s. Esa posición le daba la oportunidad de hacer algunos movimientos por su cuenta y él ofrecía a sus más allegados la posibilidad de engordar sus ahorros. Pero pronto el círculo se ensanchó mucho. Acudieron a buscarlo empresarios contrastados, constructores veteranos e incluso miembros de la plantilla del Girona Futbol Club, que entonces jugaba en la primera división de la liga española. 

Más de ocho millones en el juzgado

Juvanteny construyó una gran estafa piramidal. Sus víctimas creían que él lo invertiría con maestría en productos financieros británicos pero lo que hacía en realidad en la ciudad del Támesis era gastarlo en casinos y en casas de apuestas. Sobre todo tratando de acertar resultados deportivos. Despilfarró así unos 9 millones de euros. Tanto dinero que la justicia inglesa comenzó a investigarlo, antes de que sus andanzas despertaran sospecha alguna en España, porque temió que podría estar blanqueando capitales. El proceso embarrancó porque no resultó posible contrastar tal intención. Sin embargo, quedó acreditado que varias de las casas de apuestas y casinos en los que gastaba su dinero a espuertas habían quebrantado su propio código para detectar posibles blanqueos y fueron sancionadas: con 6 millones de euros. La colaboración de los Mossos d'Esquadra con la policía de West Yorkshire –también con la ayuda del abogado de Juvanteny– permitió demostrar de dónde procedían el dinero que gastaba el falso 'bróker' y el Reino Unido ordenó en mayo de 2021 que esa suma de 6 millones se enviara a España para reparar a unas víctimas que siguen preguntándose cómo se dejaron engañar. 

A esos 6 millones deben sumarse los 2 millones que los familiares han aportado en títulos inmobiliarios. Es decir, si el juicio acaba acreditando el dinero que cada una de las víctimas afirma haber perdido al confiar en Juvanteny, el juzgado dispone de unos 8 millones de euros para repartir entre los afectados que, en total, podrían percibir la mitad de lo que perdieron. Una auténtica anomalía en la mayoría de casos de estafas, especialmente las piramidales, porque las víctimas rara vez pueden recuperar algo del dinero que han perdido.

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