Evolución de la pandemia

La variante delta se dispara en España y supone ya el 77% de los casos

La incidencia del coronavirus empieza a dar signos de estabilizarse tras un julio marcado por el vertiginoso aumento de los contagios

Unidad de pacientes semicríticos del Hospital de Vall d’Hebron preparada para atender a pacientes críticos de coronavirus.

Unidad de pacientes semicríticos del Hospital de Vall d’Hebron preparada para atender a pacientes críticos de coronavirus. / FERRAN NADEU

Juan Ruiz Sierra

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La variante delta del coronavirus, cuya capacidad de contagio es mucho mayor que otras que la precedieron, algo que aleja la posibilidad de alcanzar la inmunidad de grupo a finales de este verano, continúa avanzando en España. Según la última actualización de los datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), ya representa el 77% de los casos detectados. El porcentaje en la mayoría de las comunidades autónomas supera el 80%. Mientras tanto, la incidencia, tras un mes de julio en el que ha estado disparada, comienza a estabilizarse, incluso a descender, si bien de forma muy leve, mientras la vacunación avanza a buen ritmo: la mitad de los jóvenes entre 20 y 29 años, un colectivo especialmente afectado por esta quinta ola de contagios, ya han recibido al menos una dosis.  

La presencia de la variante delta presenta muchas diferencias entre los territorios. La Comunidad Valenciana cuenta con el porcentaje mayor: 96,4%, si bien con datos recogidos por un solo hospital. En Extremadura, en cambio, supone un 25,2% de los casos. Pero la media de todo el Estado se sitúa casi en el 80%, mostrando que la delta ha devorado prácticamente al resto de variantes. El porcentaje de casos estimados por PCR compatibles con la variante gamma (P.1), identificada por primera vez en Brasil, y la beta (B.1.351), originada en Sudáfrica, se encuentra en un rango entre de entre el 0% y 18,3%. El de alfa, la variante que era predominante en España a principios de año, "ha ido disminuyendo en todas las comunidades al mismo tiempo” y apenas supuso el 6,7 % de los casos secuenciados por muestreo aleatorio.

Un descenso “muy lento”

Al mismo tiempo, las cifras de contagios, que a lo largo del último mes no han dejado de subir a un ritmo vertiginoso, pasando de los 117 casos por cada 100.000 habitantes de principios de julio a los cerca de 700 de estos días, empiezan a dar signos de remitir. “A nivel nacional la incidencia está entrando en una fase de estabilización, incluso podríamos decir que en un ligero descenso. Pero esto no significa que las cifras sean buenas. Siguen siendo muy altas. Están bajando, pero muy lentamente”, señaló este lunes la jefa de área del CCAES, María José Sierra. 

Con el 57,5% de la población española completamente vacunada, y el 67,8% con al menos una dosis, las consecuencias de esta quinta ola están siendo muy distintas a las anteriores. Julio cerró con 612 muertes, frente a los cerca de 2.000 decesos semanales que tuvieron lugar el pasado enero, también con los contagios disparados. Ahora la transmisión afecta sobre todo a los grupos de edad con menores porcentajes de vacunación: entre quienes tienen entre 12 y 29 años, la incidencia supera los 1.500 casos, situándose en más de 800 entre los de 30 y 39. Pero las dosis continúan llegando sin pausa. Este lunes se distribuyeron entre las autonomías más de 1.700.000 de Pfizer y 230.000 de Janssen. A finales de semana llegarán 1,15 millones de nuevas dosis del primer fármaco.