En función de la epidemia

Simón pronostica el fin de la mascarilla pero pide prudencia

“Es posible que en no muchos días se pueda reducir su uso en exteriores”, asegura

Fernando Simón

Fernando Simón / EFE/Javier López

Olga Pereda

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La incidencia del coronavirus en España sigue bajando. El índice de contagio se sitúa en 151 casos por 100.000 habitantes, un punto solo por encima de lo que se considera riesgo medio (entre 150 y 50 casos). La vacunación mantiene velocidad de crucero dado que ya hay 7,2 millones de personas con la pauta completa y 15 millones con, al menos, una dosis. La saturación de las ucis va bajando muy paulatinamente. Son datos que, tras más de 14 meses de pandemia, invitan al optimismo. Tanto como para pensar en relajar alguna medida de protección frente al virus.

“Es posible que en no muchos días se pueda reducir el uso de la mascarilla en exteriores”. A pesar de este mensaje optimista, Fernando Simón, portavoz técnico del Gobierno en la pandemia, ha pedido prudencia. Ha insistido en que las fechas no son tan importantes como la situación de la pandemia. Solo en función de esta, el Gobierno decidirá, por ejemplo, cambiar los protocolos de seguridad y retirar la obligatoriedad de usar la mascarilla al aire libre. 

“Dentro de un mes, si la pandemia sigue bajando como hasta ahora, se podrán relajar el uso de ciertas medidas. Se relajarán unas y se mantendrán otras porque cuando se flexibiliza un protocolo hay que tener mucho cuidado con los demás”, ha advertido Simón tras hacer hincapié en que las vacunas producen un 90% o 92% de inmunidad, lo cual quiere decir que hay alrededor de un 10% de los vacunados con pauta completa que no son inmunes frente al virus.

A lo largo de su comparecencia ante la prensa, Simón ha repetido varias veces la palabra prudencia y ha recordado que, cuando decayó el estado de alarma, muchos medios de comunicación y muchas personas tenían la falsa sensación de que "ya se podía hacer de todo". De hecho, ha asegurado que todavía es pronto para determinar el posible impacto de ese desmadre en la evolución de la pandemia.

La flexibilización del uso de la mascarilla en exteriores no se decretará de golpe. Será más bien paulatina. Y podrá darse en algunas comunidades, pero no en todas. En España, la incidencia media está en 151 casos por 100.00 habitantes, pero hay territorios con tasas todavía muy elevadas: Euskadi tiene 295 casos por 100.000 habitantes, Madrid, 239 y Catalunya, 182.

Residencias de mayores

Es muy probable que el Gobierno, por ejemplo, decida retirar el uso de mascarilla en las residencias de la tercera edad, donde la práctica totalidad de personas están ya inmunizadas. Sin embargo, si un residente sale de su centro para pasar el día con su familia con toda probabilidad llevará esa medida de precaución. Lo mismo pasará con los interiores y los exteriores. Que la mascarilla no sea obligatoria en determinadas circunstancias al aire libre -donde el riesgo de contagio es muchísimo menor- no significa que lo deje de ser en los interiores, como salas de cine, colegios o restaurantes.

Después de más de 14 meses durísimos, los datos invitan al optimismo pero el virus no ha desaparecido. El fin de semana se han notificado 93 muertes en toda España a consecuencia de la enfermedad. Las ucis siguen estando llenas de pacientes (1.836) con covid. Pacientes que, además, permanecen más tiempo en esas unidades porque la edad media ha bajado (de 63 años en marzo y abril de 2020 a 61 años en la actualidad) y tienen más probabilidades de no fallecer y vencer al virus.

Respecto a la vacuna, Simón insistió en que todavía no hay evidencia científica sobre cuánto tiempo dura la inmunidad, así que no es descartable que en los próximos años la población tenga que volver a pincharse. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES) no especificó qué vacuna se pondrán el segmento de población entre los 40 y los 49 años, una decisión que corresponde a la ponencia de las vacunas y la comisión de Salud Pública.

Simón tampoco aclaró qué suero se inyectará finalmente los menores de 60 años a los que se les ha inoculado la primera dosis de AstraZeneca. Tras los raros casos de trombosis, algunos países, como Francia y Alemania, han optado por pinchar el suero de otros laboratorios. El Gobierno está a la espera del informe que se ha realizado al respecto y cuyos resultados se conocerán mañana. En función de ese estudio, la comisión de Salud Pública tomará una decisión. "Lo mejor y lo más sensato es seguir la propuesta de los expertos", ha concluido Simón.