Sistema no obligatorio

Nutriscore: qué es y cómo funciona la etiqueta nutricional

El algoritmo en el que se basa concede una calificación u otra (en una escala de cinco, de la A a la E) acompañada de un color (de verde a rojo)

Etiqueta nutricional con la clasificación de Nutriscore de un paquete de nueces crudas

Etiqueta nutricional con la clasificación de Nutriscore de un paquete de nueces crudas

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El Ministerio de Consumo pretende aprobar el sistema de etiquetado frontal Nutriscore antes de final de este año y utilizarlo como base para restringir la publicidad de alimentos menos saludables, sobre todo los dirigidos al público infantil.

Nutriscore es un sistema de etiquetado nutricional frontal de los productos alimentarios que permite a los consumidores valorar rápidamente la calidad nutricional de los alimentos que van a consumir o a comprar, simplificando la interpretación del etiquetado nutricional situado al dorso del paquete. Visualmente, es similar al etiquetado de eficiencia energética de los electrodomésticos o viviendas, por ejemplo.

El algoritmo en el que se basa el Nutriscore concede una calificación u otra (en una escala de cinco, de la A a la E) acompañada de un color (de verde a rojo) tras analizar los elementos nutricionales cuyo consumo se recomienda limitar (calorías, grasas saturadas, azúcar y sal) y aquellos que son beneficiosos (proteínas, las vitaminas y las fibras).

La A verde oscuro es la más saludable

En el etiquetado, desarrollado por científicos franceses, la A (verde oscuro) es la más saludable y la E (rojo) la peor. El sistema está implantado en Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, pero no es obligatorio. La Comisión Europea aún no ha legislado sobre el asunto, aunque ha anunciado su intención de hacerlo a finales de 2022 y terminará siendo obligatorio.

Sin embargo, no aporta información en cuanto a si un producto está más o menos procesado que otro y su impacto ambiental, por lo que será necesario "complementarlo" posteriormente.

Sin embargo, el sistema distingue entre productos con un mejor y peor perfil nutricional, pero solo dentro de una misma categoría; es decir, el aceite de oliva, por ejemplo, se compara con las diferentes grasas, pero no con los cereales de desayuno o la comida congelada.

Nutriscore permite eliminar del etiquetado productos no procesados de un único ingrediente (como la miel) y productos procesados cuyo único ingrediente haya sometido a maduración. Eso permitiría eliminar al aceite de oliva de una obligatoriedad de etiquetado y eludir el impacto negativo de una mala nota nutricional.

Restricciones para productos con mala nota

Consumo pretende basarse en esa calificación una vez esté aprobado el sistema para legislar sobre la publicidad infantil de alimentos y bebidas, con mayores restricciones para aquellos productos con peores notas.

Fuentes de Consumo han incidido en que este etiquetado supondrá un "incentivo" a toda la industria alimentaria para mejorar el perfil nutricional de sus productos, ya que el consumidor tenderá a elegir aquellas referencias con mejores calificaciones.

No obstante, han precisado que el Nutriscore no sirve para determinar si un alimento es bueno o malo; de hecho, los frescos (carne, pescado, fruta, verdura y pan) son los alimentos habitualmente más recomendados y no lo utilizarán, ya que el etiquetado está dirigido a la categoría de producto envasado.

Consumo ha insistido en que España defenderá de cara al debate que se abrirá en el seno de la CE en 2022 que se opte por un etiquetado frontal obligatorio a nivel comunitario, y entre las diferentes posibilidades a elegir defenderá Nutriscore por considerar que es la más útil, según la evidencia científica disponible hasta el momento.